Iun polvo blanco transmutado en oro… Los alquimistas del mercado han atacado de nuevo. Capaces de soplar el humo más pequeño, encendieron los intercambios de azúcar. En Nueva York, la libra de azúcar sin refinar cotiza actualmente a casi 26 centavos. Y en Londres hay que pagar más de 700 dólares (644 euros) para comprar una tonelada de azúcar blanca. Niveles de precios que no se habían obtenido durante una docena de años. Azúcar, sabor a lucre…

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Ya antes de Navidad, los cristales de sacarosa brillaban, superando la marca de los 20 centavos la libra. Desde entonces, el rápido aumento de los niveles de azúcar en la sangre ha seguido su camino alegre. Este aumento también condujo a un repunte de los precios mundiales de los alimentos en abril. El índice establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), basado en una canasta de alimentos básicos, cayó un 0,6% respecto a marzo. La razón: un aumento del 17,6% en el precio del azúcar durante este período. Incluso cuando los precios del trigo y el petróleo continuaron cayendo.

El azúcar, por lo tanto, navega contra la corriente de otras materias primas agrícolas. Para explicar esta singularidad, François Thaury, director del mercado de azúcar de Agritel, evoca “La calle de los compradores en los mercados durante un mes y medio. Compradores que sintieron que los precios tenían potencial a la baja y habían descuidado un poco su cobertura”. También evoca la evolución de la estimación del balance mundial del azúcar. El excedente esperado, producido en 4 o 5 millones de toneladas, se derritió como polvo blanco al sol.

Espectro de El Niño

Los especuladores también anticipan malas noticias sobre futuras cosechas. O bien, el espectro de El Niño se cierne nuevamente en los boletines de pronóstico y oscurece el horizonte. Este fenómeno meteorológico hace que las aguas del Pacífico se sobrecalienten y puede provocar sequías en India y Tailandia y fuertes lluvias en Brasil. Una mala película para la caña de azúcar. Pero el guión aún no está escrito.

Mientras tanto, la nueva cosecha ha comenzado en Brasil. A priori, sin demasiada preocupación en este país. “Se espera una producción de 38, o incluso 40 millones de toneladas frente a los 35 millones de toneladas de la campaña anterior”, especifica el Sr. Thaury. La patria de Pelé espera así volver a convertirse en campeón mundial de productores de azúcar y recuperar su corona, una vez robada por India.

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En Francia, el sector azucarero sigue perdiendo terreno. En la primavera, los agricultores sembraron 380.000 hectáreas de remolacha, una reducción adicional de los campos del 5%. Prefirieron ponerse trigo o colza. O bien, los precios de los cereales y las semillas oleaginosas siguen cayendo en picado. Cuando la remolacha azucarera se vende a 800 o incluso 1.100 euros la tonelada en el mercado europeo. Los productores de azúcar Tereos y Cristal Unión han hecho todo lo posible para atraer a los plantadores prometiendo precios muy bajos, por encima de los 40 euros la tonelada. Un azúcar de cebada para granjeros…