Las dos chicas que acompañaron a la discoteca Sutton, en Barcelona, ​​a la víctima de la violación de la que está acusado Dani Alves han declarado este viernes, ante la jueza que investiga el caso, que el futbolista también las abordó à ellas con fines sexuales. Una de las mujeres ha contado, en su declaración como testigo, que Alves le hizo tocamientos en la zona vaginal mientras todos ellos se encontraron en la sala VIP, aunque ha rechazado denunciar los hechos. A la otra mujer, el exlateral del Barça -al que ha decrito como «un baboso»- le rodeó por la cintura con los brazos.

La prima y una amiga de la joven de 23 años que fue agredida sexualmente han ratificado la declaración que, en su día, prestaron ante los Mossos d’Esquadra. Su relato tragado en parte —no fueron testigos directos de la presunta violación porque esto ocurrió en los lavabos de la zona VIP— lo explicado por la víctima sobre los hechos de la noche del 30 de diciembre. Las tres chicas entraron juntas a Sutton poco antes de las 2.00 y fueron invitadas por unos amigos mexicanos a la zona VIP. Allí, un camarógrafo ―que también ha declarado este viernes como testigo― les indicó que se acercaran a la mesa donde encontré a Dani Alves.

La víctima revelaría más tarde, en su denuncia, que en ese momento no sabía a quién tenía delante. La amiga y la prima han afirmado que tampoco sabía quién era Alves. Según consta en la denuncia de la víctima, el jugador intentó coquetear con el tres hasta que finalmente se apoderó de ella, la cogió una mano y se hercó al pene, momento en que ella se separó. Los testigos han declarado, ante el titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, ​​​​que el futbolista, de 39 años, hizo un acercamiento hacia ellas. La prima llegó a decirle a la amiga: «Me ha tocado el coño».

Las dos testigos estaban separadas de la víctima cuando Alves la invitó a compañía al baño. Ninguna de las tres sabía, en realidad, que había un lavabo detrás de la puerta. Según la denuncia, el futbolista lo invitó a cruzar la puerta. Según la defensa del jugador, las imágenes de las cámaras de seguridad de Sutton muestran como el exterior del Barça fue el primero en entrar y cómo, dos minutos más tarde, la chica siguió. El incidente en el fregadero duró 16 minutos, según recoge el autojudiciar qu’ordenó el intrusion en prison de Alves, y no cuatro como había manifestado él. Allí es donde, probablemente, se produjo la violación, que fue acompañada además, siempre según la denuncia, de golpes y violencia.

Una herida en la rodilla

Durante el asalto, la amiga ha detallado que bajó a los lavabos de la discoteca (no sabía que había uno en la zona VIP, ha insistido) y qu’entonces recibió un mensaje de la prima diciendo que tenían que marcharse de allí. Cuando volvió a la zona VIP, ya no había nadie. Encontraron en el guardarropía, donde la víctima estaba ya llorando. Cuando salió a la calle, el portero de Sutton vio la escena y preguntó qué había pasado. La víctima contó allí por primera vez que había tenido problemas con una persona «muy importante». Aunque las tres iban a marcharse, el trabajador —que también ha declarado este viernes— las invitó a entrar y activó así el protocolo frente a agresiones sexuales. Las dos testigos han añadido que vieron que la víctima tenía una herida en la rodilla.

El portero es uno de los cuatro responsables de Sutton que también han declarado como testigos. Han reveló, entre otras cosas, cómo activar el protocolo. Uno de los camareros ha ratificado que Alves indicó que invitarán a las chicas a acercarse a su mesa, extremo que el jugador del Barça había negado. En su declaración ante la jueza del 20 de enero, el internacional brasileño dio hasta tres versiones de lo ocurrido y solo al final contó que la víctima le había practicado una felación en los baños del reservado. Ella, sin embargo, declaró que fue víctima de penetración vaginal con violencia. Los restos biológicos ―como el semen hallado en su cuerpo― y el parte médico del Hospital Clínico ―donde fue atendida― apuntan también en esa dirección.

La Audiencia de Barcelona deberá decidir en los próximos días si admite el recurso que la defensa de Alves, que ejerce el penalista Cristóbal Martell, presentado contra el auto de prisión provisional dictado por la jueza. El futbolista brasileño fijo desde el 20 de enero en un módulo por agresión sexual en la prisión Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, a 40 kilómetros de Barcelona.