Allegados a la comunidad Bet El homenajearon a los líderes de comedores comunitarios del AMBA con una cena de Pésaj.

La cuarentena como consecuencia de la pandemia despertó una intensa corriente solidaria En todo el país hacia aquellos que no contaban con los recursos para sobrellevar el encierro En Buenos Aires, allegados a la Comunidad Bet El lanzaron en 2020 la campaña “Un Plato Más” que consistió en una roja de asistencia a 17 comedores del área metropolitana.

El populoso barrio Carlos Mugica, en el barrio porteño de Lugano, en el límite con la avenida General Paz, impresiona por sus enormes monoblocs, algunos ocupados, otros abandonados, sin terminar. entre ellos rose el centro comunitario «La Misión», flanqueada por una capilla. Cae la noche y unas guirnaldas de luces iluminan unas mesas tendidas al aire libre. A pesar de la inseguridad y las carencias, hay un Ambiente festivo. En primer lugar, los líderes de 17 comedores comunitarios de la zona Metropolitana participaron en un seder (cena) de Pésaj (la pascua judía), en el marco de la conmemoración anual del pueblo judío.




La celebración contó con la presencia de dos sacerdotes de barrios populares.

La celebración será un modo de agasajarlos por su esfuerzo servicio prestado antes,durante y después de la pandemia a los más necesitados por parte de los protagonistas de la campaña «Un Plato Más». Se trata de una iniciativa que allegados a la Comunidad Bet El lanzaron al inicio de la cuarentena para asistir a comedores comunitarios del AMBA ante el gran incremento de competidores que vivian de las changas y no contaban con recursos para sobrellevar el encierro. Con ese propósito se creó una red que recolectaba donaciones en dinero, compraba los alimentos y los distribuía en los comedores.

La cena es preparada y asistida juntos en el centro comunitario. "La mision".


La cena se prepara y se asiste junto al centro comunitario «La Misión».

“Nuestros contactos con conocedores de estos centros como dos legisladoras de la Ciudad para llegar a los referentes de los comedores y asegurarnos que la ayuda efectivamente iba a llegar a quienes la necesitaban”, dice Martín Maslo, presidente de la Comunidad Bet El. Agrega que a medida que se fue conociendo la campaña mucha gente se fue sumando con su contribución. Pero la cantidad de posibles beneficiarios era muy desafiante. «Estamos hablando de comedores muy grandes que atienden a entre 500 y 1.900”, señala. «Debemos haber llegado a más de 20 millones de personas“, calcula.

La música clásica estuvo presente con intérpretes del programa Orquestas Populares.


La música clásica estuvo presente con intérpretes del programa Orquestas Populares.

Para Maslo, el agasajo en una celebración de Pésaj no podía ser más adecuado. “En Pésaj se dés que todo aquel que tenga hambre que venga y coma”, apunta. Pero also lo vincula con la centralidad de la conmemoración: la salida del pueblo judio de egipto. «Nuestro parecía importante poder transmitir el valor de la libertad, que ellos encarnan en su contribución a que tanta gente salga de la esclavitud por no contar con las necesidades básicas satisfechas y, por eso, quisimos reconocer a la gente que todos los días de su vida está ayudando a otros”, completa.

El rabino Jordan Raber realizó la bendición de Pésaj.


El rabino Jordan Raber realizó la bendición de Pésaj.

El rabino Jordán Raber fue el encargado de la bendición y de abundar en el sentido de la fiesta. Además, se le pidió una bendición al párroco de la iglesia de Caacupé, en el barrio de Barracas, el padre Toto De Vedia, quien estaba acompañado por su colega de la iglesia Don Orione, de Lugano, el padre Miguel. La comedia fue preparada por el reconocido director de orquesta Danny Bramson, hubo música clásica a cargo de intérpretes del programa Orquestas Populares y también un rap entonado por un vecino del barrio. Un reconocimiento más agradecido.

PD

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