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Primero, fueron las pecas. Luego, los ‘foxy eyes’ y los labios jugosos. Lo que empez siendo un ‘jueguecito’ sin importancia (aparente) se ha convertido en una trampa muy peligrosa, especialmente, para las jvenes.

La ‘influencer’ Kelly Strack, utiliza el filtro Bold Glamour (imagen de la izquierda) y el natural (derecha).

Nuestros estados ganando un pulso la extinción como máximo reconocimiento a nuestro esfuerzo por convertirnos en la especie más ridícula que puebla este maravilloso planeta. Como dirá José Mota, «somos tontos ‘pa’ siempre’, y, aunque ni Nostradamus, ni los Simpson lo hayan advertido en sus profecas (al menos, que yo sepa), para m, la seal inequvoca de esto se acaba no son ni las plagas bblicas, ni las lunas de sangre, ni otras movidas tenebrosas, sino el hecho incuestionable de que el vaso de gilipolleces humanos es un puntito de rebosar. Y, mucho me temo, que el apocalipsis nos va a pillar bailandopero para entrar a un TikTok.

Yes que la ms reciente entrega de ‘se nos est yendo la olla a base de bien y no hacemos nada para evitarlo porque estamos encantados de conocernos’, tiene a Tac TIC. Antes de entrar en materia, él de reconocer que, aunque tanto Tac TIC Me gusta Instagram, me parecen unas herramientas alucinantes para ‘obrar el bien‘, como mujer madura que soy, me acongoja (por no decir otra cosa), las posibilidades que ofrecen para arrástrenos hacia el lado oscuro del narcisismo, de la bsqueda de un falso beneplcito popular de gente que, en la mayora de los casos, ni conocemos, ni nos importa un cuerno y de un peligrossimo anhelo por lucir una cara y un cuerpo que se ajusta a esos ideales de belleza con eso, machaconamente, bombardeamos lo nuestro en redes estas.

Porque, frente a esa gran tomadura de pelo llamada Body Positive (una idea preciosa pero vaca, me temo), la realidad es que las redes nos están metiendo por los ojos, cada da, las ansioso imgenes de seres clínicos perfectos, en teora, pero muy chungos. En este extrao mundo virtual, o tienes ‘foxy eyes’, cejas rollo ‘Cruella’, narices ‘de diseo’, pmulos altivos, labios xxl extra jugosos y eres lozanamente joven o no te come una rosca (versin de mi poca de no te dan ni un ‘me gusta’). Artificios, todos ellos, aceptados sin ningn tipo de objecin pero pezones femeninos, ya se sabe, ni uno.

Y, si no renes todos esos requisitos de serie, ni retoques, hay siempre los filtros para echar ‘una mano de chapa y pintura’ virtual. Soar es gratis pero lo malo es cuando los sueños se nos van de las manos. Porque, de las risas iniciales con las pequitas, las mariposas y los labios recauchutados, our estamos metiendo en terrenos tan delicados como al que nos invite glamour audaz, él filtran que el esta liando parda en TikTok. Qu tiene este invento para que hasta algunos influencers estn pidiendo ya su prohibicin? Pues el ntido realismo con el que, por arte de algoritmo, transforma el rostro, eliminando arrugas, descolgamientos varios y manchas para hacer emerger esa piel lisa, esos pmulos desafiantes, esas cejas altivas y ese valo perfectamente definido que tan al alza se cotizan.

A m, la verdad, este filtro me parece igual de Espantoso y preocupado (lo siento, me encanta esta palabra) que muchos otros (quiz, puede que un poco más por su precisión). Y, aunque me da un repulse horrible, podra tener cierta gracia si el ‘jueguecito’ no conlleva implicaciones tan peligrosas, Porque, tras ese ‘transformador’ virtual inmediato, me temo, se esconden los deseos reales de muchas jvenes (sobre todo) por Lucir un físico que se les está conduciendo como ‘perfecto’ y que las empujan a acudir a las consultas de los médicos estéticos con las fotos de sus caras ‘filtradas’ para implorar que se las haga los retoques necesarios para lucir como ellas.

«Llevo trabajando 23 aos en esttica facial y he vivido muchas cosas, muchas corrientes y muchas modas pero, ltimamente, he observado en mi consulta cmo se multiplican los casos de pacientes con estereotipos muy perturbadores. Cada vez más recibo a madres desperadas que me cuentan que sus hijas no son felices porque quieren tener las caras de los filtros que utilizan”, me dijo la doctora Gema Pérez Sevilla en un adelanto que hice hace dos años.

Aunque el asunto pueda parecer una ‘trivialidad’ no lo es en absoluto. Para darse cuenta de ello, no hay más que prestar atención a las llamadas de atención de médicos que, como la doctora Pérez Sevilla, llevan ya mucho tiempo advirtiendo sobre la relación directa que hay entre el abuso de estos filtros y el aumento de los casos de dismorfiaa perturb that our hace obsessionarnos con defectos físicos que, en la mayora de los casos, solo existen en nuestra mente.

Y lo peor de todo esto es que, aunque a las maduritas tambin se nos puede ir la olla con el asunto, son las jvenes las que tienen todas las papeletas para convertidor se en carne de estas aplicaciones. Por lo tanto, da mucho más miedo si cabe.

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