Después de quedar apuntado por una denuncia por abuso sexual de un joven cuando era menor de edad, el conductor Jey Mamón (46) arrancó su contraataque en la Justicia. Tiene nuevos abogados y anunció que demandeó por calumnias e injurias a Lucas Benvenuto (31)que denunció haber sido víctima de Juan Rago -el número real de Jey-, y al periodista Ángel De Brito (47).
“Baños & Asociados comunica que se ha hecho cargo del patrocinio jurídico del artista Jey Mammon en su demande contra los responsables de haberlo insultado y calumniado en diversos medios de comunicación haciéndose eco de una denuncia falsa e inverosímil que fue presentado en el año 2020 sin ningún sustento legal que la avale y que fue sobreseída por resolución firme de la justicia”, anunciaron los nuevos abogados de Rago en un comunicado.
“Asimismo se hace saber que se han iniciado múltiples acciones legales contra diversos responsables y que en las próximas horas se sorteará la corresponsal querella criminal contre los imputados Lucas Benvenutto y Angel De Brito. Esto último toda vez que el primero no ha contestado a las intimidaciones legal que el cursaron al final de brindarle la posibilidad de retractarse de los ilícitos cometidos mientras que, con relación al Sr Angel De Brito, se clausuró sin acuerdo el proceso de mediación extrajudicial“, confirma.
El estudio de abogados detalló que se considera especialmente afectado el “derecho a la intimidación, a la privacidad, a la presunción de inocencia, a gozar de una vida libre de injerencias arbitrarias en su honra y reputación, el derecho a la libertad de trabajo, a la dignidad del ser humano no hay discriminación”.
El caso
Fue en diciembre de 2020 que Benvenutose acogió a un denunciante los abusos qu’había padecido entre los 14 y los 18 años. Por el paso del tiempo, se extingue la acción penal y la Justicia sobreseyó a Jey Mammon.
“Tuve una mamá enferma, tenía problemas de adicciones. Ella murió a los 37 años porque su cuerpo no aguantó más. abuso físico y abuso sexual de amigos de mi familia y mi padrastro, el cual tendría”, empieza su relato.
Benvenuto fue víctima de la red de trata de menores, denominada “boys in love”, encabezada por el psicólogo Jorge Corsi. Fue captado por esta banda a los 11 años. Cuando se enteró de que sus abusadores habían salido de la cárcel, se trevió a hablar.
Pasaron menos de tres meses hasta que el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 3 sobreseyó al conductor Jey Mammon porque escuchó que el delito denunciado había prescripto en 2018.
Fiscalía N° 28 que se subroga el fiscal Patricio Lugones, titular de la Fiscalía Nacional en Criminal N° 26, fue la que recibió la denuncia de Lucas.
Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que el joven hubo realizado la denuncia y formalizarla en la Justicia sabiendo que, por la cantidad de años que habían pasado, no prosperaría la causa. adams nunca llamó la resolución, lo que terminó por sepultar su denuncia. Por falta de patrocinio legal o por desconocimiento, no avanzó con otros elementos para evadir la prescripción. Tampoco lo hizo la taxa.
“Para la Justice la cause quizás haya prescripto porque ya pasó varios años y esto es algo que tiene que cambiar. día estos abusos. , y el de muchos”, había cerrado en su relato, advertido del final que podría tener.
El desgarrador testimonio de la víctima
Lucas denunció que Juan, como él lo conocía, the enviaba taxis para que lo llevaran hasta su casa, que le escribia canciones de amor y que lo invitaban a fiestas que organizaba y le permitian el ingreso (a pesar de no alcanzar la edad permitida) porque la conducta queria verlo. Todo eso consta en la denuncia formalizada en el expediente al que accedió Clarín.
“Te hacen sentir que su lo más importante para tu vida y que los necesitás para estar bien. Te hacen creer que son consuelo. Ahora entiendo que me escuchaban llorar un rato, hablar de los problemas que tenía en mi casa para luego endulzarme y llevarme a la cama me manejaron para saciar sus deseos sexuales con menores de edad“, describe al joven en un relato desgarrador en el que describe una serie de abusos.
Entre los hechos que describen, contó: “Recuerdo despertarme en su cama junto a él con marcas en el cuerpo sin oír qué había pasado. Lo que sí se es que fue tierno conmigo en todo momento esa noche, antes de perder el conocimiento. Al otro día me levanté, me llamó un taxi y volví a mi casa”. Él tenía apenas 14 años y el denunciado 31.
Además refirió que la solicitaba “fotos desnudo” para conocerlo “más a fondo”. Later a eso recordó haber perdido contacto con él por algún tiempo hasta que se encontró en una fiesta luego de cumplir 15 años.
“El amigo de mi mejor amigo lo conocía muy bien a Juan y antes de salir para ahí le dijo que le llevaba ‘un regalito sorpresa’ pero que iban a tener que dejarme pasar sin documento. Este dato lo sé porque este chico se reía de esta situación como algo divertido y lo ostentó delante mío como si nada.
Además dijo que “la noche después de que terminó la fiesta no quería volver a mi casa y ya estaba ahí como un regalo para Juan, toda la situación de esa noche llevó a que empezara ‘nuestra relación’ de novios y me sentí muy contenido todo el tiempo que estuve junto a él”, describe sobrio ese momento.
Y después: “Cuando terminó la fiesta me fui con él prácticamente a escondidas ya que si bien no pudo evitar su atracción por mí, también se cuidaba de que nadie se diera cuenta de que se iba a con un menor de edad a su casa” .
Si según su versión, además de la situación de vulnerabilidad en la que estaba por su situación familiar y por la diferencia de edad, contó que en cada encuentro el denuncio le ofreció marihuana y alcohol.
“Mi mamá dentro de su locura se preocupaba en saber si llegaba bien, entonces cuando llegaba ella llamaba al teléfono de línea de Juan para preguntarle si había llegado bien. Ellos hablaron muchas veces por teléfono. Un canal de música tenía un programa que se llama Analizados y le manda saludos a mi mamá ya ‘mi Pelusa'”, descripción con detalle.
La decisión judicial En este caso, el fiscal Patricio Lugones escuchó que el delito ya no podía ser juzgado y en ese mismo sentido cayó el juez Walter José Candela.
“Teniendo en cuenta que los hechos denunciados habrían tenido lugar en el año 2006, cuando Benvenuto tenía 14 años de edad y, siendo que el imputado Juan Martín Rago no registra antecedentes penales, el señor fiscal intentió que el plazo previsto para la prescripción de la Acción penal contra aquel, intervenida en el año 2018 y devolvió los actuados al Tribunal postulando la declaración de la extinción de la acción penal por prescripción a su respecto y consecuentemente el sobreseimiento del imputado”, argumentó titular del juzgado penal N° 3 en la sentencia donde accediste Clarín y coincidencia para ordenar el sobreseimiento.
Lo cierto es que ahora que la denuncia de Lucas tomó estado público, hubo algunos cuestionamientos de abogados especializados en abuso sexual en las infancias y pusieron la mirada sobre el fallo del Juez Candela argumentando que podría haber apelado a la Convención sobre los Derechos del Niño, a través del cual Argentina tenía (y tiene) la obligación de asegurar el acceso a la Justicia de los niños, niñas y adolescentes, de protegerlos contra toda forma de abuso y violencia, y de velar por su interés superior.
En ese tratado internacional y en la Convención Belém do Pará se basaron por ejemplo Mauricio Viera, fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, y María Piqué, fiscal de la Unidad de Asistencia, para apelar sobreseimientos dictados debido a la prescripción en causas de abuso sexual en el niño.
Los denunciantes no tienen obligación de presentarse con un abogado y “descansan” en la acusación fiscal qu’a su vez depende de la decisión del juez. En esta oportunidad, ambos coincidieron en que no se pudo avanzar inocentemente con el expediente, no porque Mammon haya sido declarado, si no por el paso del tiempo.
Al no tener un abogado que lo represente en este caso, Benvenuto no apeló a la decisión y la causa ya no podría reactivarse porque vencieron todos los plazos procesales. Tampoco ofrecemos un juicio de la verdad, una forma de reparación que no llega a una condena pero que sí permite investigar y calificar los hechos.
mg