La segunda petrolera española, Cepsa, cerró los nueve primeros meses de 2023 con una pérdida neta de 116 millones de euros, frente al boyante beneficio de 982 millones —récord histórico— obtenido en el mismo periodo del año anterior. La empresa, no obstante, reduce sustancialmente sus números rojos en el tercer trimestre: entre enero y junio, las pérdidas —que entonces y ahora achacan al impuesto extraordinario sobre las energéticas— rondaban los 393 millones de euros. Podría, incluso, cerrar el ejercicio cerca del umbral de rentabilidad.
Los resultados se ven muy influidos por la venta de la mitad de sus activos de exploración y producción a principios de año, un movimiento que ha reducido sustancialmente sus volúmenes de negocio y que la compañía enmarca en su transición acelerada hacia las renovables. Los márgenes de refino (el proceso de conversión del crudo en gasóleos, gasolina o queroseno) “han seguido siendo elevados”, según reconoce la propia compañía dirigida por Maarten Wetselaar. En incluso una variable clave para medir el desempeño de una empresa —el flujo de caja operativo una vez descontados los elementos no recurrentes— es ligeramente superior en lo que va de 2023 que en el mismo tramo de 2022: 1.006 millones frente a 979.
Pese al peor resultado neto, la deuda de Cepsa continuó su paulatino descenso, al pasar de los 2.790 millones de octubre del año pasado a los 2.488 actuales. La liquidez (caja y líneas de crédito) ronda los 4.200 millones, con lo que la petrolera propiedad de Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi, y del vehículo estadounidense de inversión privada Carlyle podría hacer frente a más de cuatro años de repagos sin necesidad de acudir al mercado para refinanciarse.
La mejora de los resultados en el tercer trimestre radica, sobre todo, en la buena marcha de su negocio de Energía. Esta división logró un resultado bruto de explotación de 335 millones, frente a los 114 del segundo trimestre, gracias a los citados márgenes de ganancia en el refino, que se duplicaron en el periodo. Química cayó ligeramente respecto a los tres meses precedentes, y Exploración y Producción logró un “aumento significativo”, una vez descontada la venta del negocio en Emiratos Árabes Unidos, que sí reduce sustancialmente sus métricas financieras respecto a 2022.
323 millones por el impuesto extraordinario
“Nuestros resultados financieros han experimentado una mejora en el tercer trimestre gracias al aumento de los márgenes de refino”, admite Wetselaar en la nota en la que hacen público el resultado trimestral. No obstante, añade, estos “siguen reflejando la repercusión del impuesto extraordinario, que consideramos mal diseñado; así como la volatilidad de los mercados energéticos observada en toda Europa en lo que va de año”.
Cepsa abonó en septiembre 158 millones por la segunda liquidación del impuesto con el que el Estado grava las ventas —y no los beneficios— de estas compañías. En total, en lo que va de 2023 son 323 millones los pagados al erario por ese concepto.
En plena sesión de investidura, el consejero delegado de la petrolera “espera trabajar con el nuevo Gobierno para garantizar que el marco fiscal y normativo respalde a la industria y cree un entorno competitivo para la transición energética, fomentando la inversión y permitiendo en España el desarrollo del mayor proyecto europeo de hidrógeno verde”.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO