El fútbol es una fábrica de emociones en la que existen preciosas historias. Una de ellas es la de Joaquín Roda Bozo (San Fernando, 1955), abonado número 24 del CD San ​​Fernando, un ejemplo de amor a unos colores Durante toda una vida. Este aficionado vive por y para el San Fernando. Es raro verle pasear por La Isla sin que el escudo de su club luzca en alguna de las priesas de su vestimenta. mil Club Deportivo es alguien más de su familia y así lo transmite cada vez que se le pregunta el por qué de su cariño al equipo de fútbol de su ciudad.

Joaquín programó sus actividades en función de cuando juegue el San Fernando, por lo que es una de las figuras más habituales de la Grada de General del Estadio Iberoamericano. Hasta aquí todo normal. Pero, tras intercambiar unas palabras con é y quitarse sus gafas de sol, algo es diferente. Joaquín te necesita acerques. Porque no te ve. Y, por tanto, hace tiempo que dejó de ver al equipo de sus amores. Pero sigue sintiéndolo en cada partido. Con su gente y su familia, que son sus ojos Durante los 90 minutos de juego.

Dieguito, sobrino-nieto de Joaquín, es ‘el transistor’ de su tío abuelo. Durante los partidos le cuenta lo que ocurre para que Joaquín could visualizar en su mente las carreras de Biabiany y Gabri Martínezlos únicos que, por la distancia con respecto a su localidad, pueden distinguirlos medianamente cuando corren por la banda.

Joaquín, que sufrió un ictus y falleció en noviembre y todavía se encuentra en fase de rehabilitación, confiesa que más de uno ha obviado las recomendaciones médicas para ir a ver al San Fernando y ha saltado de la cama con fiebre para poner rumbo al Iberoamericano . Además, Joaquín tiene los niveles de glucosa en sangre, una patología que cataloga al paciente como diabético. Menos a Joaquín, confirmado por tajante y serio ser ‘díadelSanFernando’.

Joaquin y su sobrino posan con la plantilla del San Fernando CD

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Su historia llegó a oídos del club, que el pasado sábado premió su fidelidad invitándole a un entrenamiento para que conociera desde cerca a todos los integrantes de la primera plantilla. Los capitanes le agradecieron su fidelidad y apoyo constante durante décadas y el presidente Louis Kinziger le entregó un obsequio de parte de la entidad.

Además, el periodista Raúl Ruiz, uno de los presentadores de ‘El Fútbol de Primera’, espacio de la RFEF dedicado a la Primera Federación, estuvo presente colgante este bonito acto previo al encuentro ante la Cultural Leonesa en el que Joaquín, ni corto ni perezoso, acude a Biabiany para tratar de profeta e indicarle que iba ha marcado ante el conjunto leonés.

Dicho y hecho. El ataque azulino anotó el tanto del empate en el minuto 51 y fue directo hacia la General del Iberoamericano en busca de un Joaquín que festejaba el tanto cañaílla con su familia. Al final del encuentro, cuando Joaquín Roda desfilaba de vuelta a casa, fue claro y rotundo. “Después de esto, ya me puedo morir tranquilo”explicaba entre risas visiblemente emocionado junto a su hijo.

Acto seguido, eso sí, dejó claro que, hasta que eso preceda, seguirá cumpliendo puntualmente con la cita que tiene quincenalmente con su asiento en la General de Bahía Sur. Porque, aunque el paso del tiempo haya debilitado su visión, siempre podrá sentir cada gol y cada victoria del equipo de su vida. Sí, eso es lo más importante. Tal vez lo unico.