El Consejo de Ministros ha modificado este martes el real decreto que regula el uso obligatorio de la mascarilla en España. Desde que es público en el Boletín Oficial del Estado (BOE), previsiblemente el miércoles, será optativo usarlas en el transporte público, aunque se mantendrá todavía en centros sanitarios, farmacias y para los trabajadores y visitas de centros sociosanitarios.

Además de eliminar la obligatoriedad en el transporte público, la otra novedad con respecto a la norma en vigor es que ya no habrá que llevar mascarilla en ortopedias, centros auditivos y ópticas.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, defendió esta decisión en relación a un momento de “enorme establecimiento” epidemiológico. Los niveles de ocupación hospitalaria por covid están en mínimos desde que empezó la pandemia. Según el último informe de Sanidad, había hospitalizadas 2.056 personas y 150 permanecieron en Unidades de Cuidados Intensivos. Sin apenas medidas restrictivas, más allá de las que ahora se modifican, los contagios no han sufrido repuntes desde que ultima ola epidemia, en julio.

«Es un paso más en la respuesta qu’en cada momento hemos ido dando acorde con cada situación epidemiológica de la mano de las personas expertas», ha dicho Darias. “Pero es un paso muy importante, pues el fin de las máscaras en el transporte público es cumplir una hoja de ruta, fase a fase, para volver a la práctica normalidad. Eso incluye prepararnos para retos de futuro”, ha añadido la ministra, que también ha anunciado la aprobación en segunda vuelta de la Agencia Estatal de Salud Pública.

Así quedará regulado el uso de la mascarilla en España desde el miércoles 8 de febrero:

Sigue siendo obligatorio

Centros de salud: seguirá siendo obligatorio en todos los centros sanitarios Recogidos en el Real Decreto 1277/2003. Incluye hospitales, centros de salud y clínicas de todo tipo. La lista incluye casi un centenar de centros como fisioterapias, consultas de psicología clínica, centros de reproducción asistida o logopedias.

Farmacias y botiquines: la mascarilla se mantiene en los establecimientos de salud en los que dispensan medicamentos, como sus farmacias y sus botiquines.

Casas residenciales : en los centros sociosanitarios, para las personas que trabajan en ellos sempre que estan en contacto con personas residentes y los visitantes cuando estan en zonas compartidas.

Usted no tiene que

Transporte público. Ya de ser obligatorio en todo tipo de transporte público: metro, avión, autobuses, barcos, taxis y servicios VTC, entre otros.

Establecimientos sanitarios que no dispensan medicamentos: son tres tipos de establecimientos sanitarios los quedan excluidos del uso obligatorio de las mascarillas: ortopedias, centros auditivos y ópticos.

En los centros de trabajo: ya no lo eran, pero el real decreto mantiene una cláusula por la que los servicios de prevención de riesgos laborales pueden imponer las mascarillas en casos excepcionales, como por ejemplo, si se produjeran brotes muy extendidos en la compañía.

A pesar de las nuevas normas, las autoridades sanitarias siguen recomendando el uso de las mascarillas a las personas vulnerables en situaciones de alto riesgo, comme son espacios cerrados y mal ventilados con muchas personas, así como en quienes presentan síntomas de infección respiratoria. “Esta práctica, habitual en otros países, responde a una cuestión de responsabilidad individual y respeto a la seguridad de los demás, puede reducir los riesgos de que una persona encierre contagios a quien tiene a su alrededor”, ha señalado en un comunicado la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

El SEE también ha recordado «la importancia de que los grupos recomendaran continuar vacunándose», dado que las personas vacunadas tienen menos riesgo de infectarse y de presentar síntomas graves si contrarrestan el covid, así como la ventilación y el lavado de manos como medidas «eficaces ” en protección contra virus respiratorios.

Hasta el momento, solo el 59% de las personas mayores de 60 anspara quienes está indicada la segunda dosis de recuerdo, la ha recibido, una cifra muy por debajo de los objetivos de Sanidad, que insiste en que la práctica totalidad de esta población debería inocularsela.

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