el ataque continuo al espacio público

La protección de los espacios públicos existentes y la necesidad de crear más de estos en ciudades como Panamá será uno de los desafíos emergentes por las consecuencias del cambio climático.

El parque Andrés Bello es, fuera del Casco Antiguo, uno de los más emblemáticos y conocidos de la ciudad de Panamá. Construido como parte de la urbanización El Cangrejo en 1948, sirve como centro de actividad de este barrio, junto a la Avenida Argentina, arteria comercial en la que este parque tiene una de sus dos entradas principales.

En 2008, los propietarios y desarrolladores de fincas aledañas al parque interpusieron demanda en el Tercer Juzgado Administrativo contra la Resolución 350-2007 de 8 de octubre de 2007, «que establece un reglamento especial para fincas aledañas al parque Andrés Bello en la colonia El Cangrejo. en el distrito de Bella Vista y provincia de Panamá ”, emitido por el Ministerio de Vivienda (MIVI).

Esta resolución, de acuerdo con la sentencia emitida por la Sala Tercera, había sido impulsada por “un grupo de vecinos de la colonia El Cangrejo, quienes solicitaron el desarrollo de un reglamento que regularía la relación entre el espacio construido y el Parque Andrés Bello , para su protección ”.

La propuesta habría sido discutida por el Ministerio de Vivienda, la Junta Comunal del distrito Bella Vista, la Dirección de Obras y Construcciones Municipales, vecinos del barrio El Cangrejo, propietarios, inversionistas y promotores de proyectos en la zona, a través de la Dirección. de Desarrollo Urbano. Esta discusión formó parte del proceso de participación ciudadana que se llevó a cabo para la aprobación de la citada norma, y ​​se sustenta en la argumentación de esta sentencia.

La Resolución objeto de la demanda estableció, entre otras cosas: a) una servidumbre de protección arbolada de la posterior remoción de cinco metros para los lotes colindantes al parque Andrés Bello; b) cada propietario o grupo de propietarios sería responsable del mantenimiento y poda de la vegetación dentro de la servidumbre arbolada; c) cada propietario o grupo de propietarios podrá colocar mobiliario urbano como: bancos, faroles, etc., dentro de la servidumbre arbolada; d) y finalmente se restringió la altura de las edificaciones colindantes al parque a límites entre 27, 36 y 42 metros de altura.

Los alegatos contra el instrumento y la decisión de la Corte

Los inversionistas y propietarios de los lotes aledaños al parque, afectados por el límite de altura establecido por la resolución MIVI, solicitaron en la demanda interpuesta contra esta resolución, “que se permita la construcción de los proyectos inmobiliarios propuestos hasta el altura permitida por la norma (RM2) bajo la cual se otorgó originalmente ”.

La Sala Tercera de lo Contencioso – Administrativo en su alegato, «descarta la pretensión de los demandantes de que por el hecho de que a los inmuebles en referencia se les asignó el código de zonificación RM2, implica que éste no puede ser objeto de modificación alguna, ya que la cesión » .

Asimismo, la Corte indica en esta sentencia que, “a nuestro juicio no se puede desconocer que es responsabilidad del Estado velar por la protección e integridad de los espacios públicos, tal como lo establece el artículo 27 de la Ley 6 de 2006 de Ordenamiento Territorial”.

Por su parte, el testimonio rendido por el Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotecnológicas de la Universidad Tecnológica de Panamá, como parte de esta sentencia, indicó que, “la construcción de edificios altos en los lotes colindantes al parque Andrés Bello disminuiría el valor de la recreación y la calidad del recurso paisajístico urbano que ofrece, siendo este un efecto negativo, directo y conocido ”.

De esta forma, esta sentencia aporta tanto aspectos legales como urbanísticos sobre la necesidad de proteger el parque para edificaciones de cierta altura.

Evaluación de la situación actual

El entorno del parque Andrés Bello ha experimentado cambios notables durante el siglo XXI. En la proximidad más inmediata, se han construido tres edificios de gran altura, el PH Kubit (22 pisos), el PH Park City (21 pisos) y el Mediterráneo Loft (30 pisos), todos en el período comprendido entre 2006 y 2009, con lo que este entorno pasó de ser un área habitacional mayoritariamente unifamiliar a una de alta densidad.

La próxima transformación de este parque se produciría entre 2016 y 2019, con el proyecto de Renovación Urbana de la vía Argentina. Si bien este proyecto mejoró la calidad del espacio como sitio deportivo y recreativo infantil y se mejoró el problema de drenaje que sufría este parque, también es cierto que se redujo el espacio permeable y se desperdició la oportunidad de implementar soluciones innovadoras. en cuanto a materiales que permitan preservar en mayor medida la función de absorción de agua de lluvia que un espacio como el parque Andrés Bello debe cumplir dentro del tejido urbano.

La protección de los espacios públicos existentes y la necesidad de crear más de estos en ciudades como Panamá será uno de los desafíos emergentes por las consecuencias del cambio climático. El informe publicado recientemente por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), indica que los entornos urbanos se verán afectados por situaciones como, a) temperaturas más altas en áreas urbanas, como consecuencia del efecto de emisión de calor en lugares pavimentados; b) mayores problemas de inundaciones en los espacios urbanos por lluvias con mayor precipitación en menos tiempo, lo que requerirá la creación de espacios de retención y gestión del agua.

El análisis de las sentencias de la Corte Suprema, que surgen de las preguntas de la comunidad sobre el futuro del barrio El Cangrejo, sintetizan la necesidad de desarrollar estrategias que aborden de manera integral la problemática del diseño urbano, el acceso a la vivienda, el acceso al espacio público y los desafíos climáticos. cambio. Incluso la incorporación de nuevos modelos de negocio y nuevas tecnologías relacionadas con el transporte y los servicios tendrá un camino lleno de obstáculos si nuestras decisiones sobre la ciudad siguen viendo el espacio público y su protección como un enemigo.