Reconectar el hilo del diálogo social y lograr el pleno empleo, meta del quinquenio. Esta es la ambición de la nueva secuencia que quiere abrir el ejecutivo mientras la de las pensiones aún no está acabada. Porque si el Gobierno sigue suspendido de la decisión del Consejo Constitucional, que debe intervenir el 14 de abril, ya quiere seguir adelante.

Para pasar la tumultuosa página de la reforma de pensiones, el Ejecutivo pretende poner sobre la mesa el tema del trabajo. Discutiendo el significado que se le da, las condiciones exigidas en el ejercicio y la remuneración. Si los sindicatos, que deben ser recibidos en Matignon el miércoles 5 de abril, repiten todos que hubiera sido más inteligente convertirlo en un requisito previo para la cuestión de las pensiones, el gobierno quiere enviarles señales positivas.

La primera vendría de un texto transcrito fiel y rápidamente del convenio interprofesional nacional concluido entre patronales y sindicatos -la CGT no lo firmó- en febrero sobre el reparto del valor. El vector legislativo aún no se ha decidido, aunque la tendencia es hacia un proyecto de ley presentado por el diputado renacentista de Saône-et-Loire Louis Margueritte. «El objetivo es mostrar que el diálogo social sigue funcionando, pero también es mostrar lo que aportará concretamente a los franceses», explica quien también es co-ponente de una misión de información sobre el reparto de valor que debe ser devuelto el 12 de abril.

«El objetivo del pleno empleo»

La segunda etapa, mucho más densa, es una nueva ley laboral para cumplir «el objetivo del pleno empleo» fijada por Emmanuel Macron, anunció el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, en Radio Sur, 21 de marzo Es para lograr una tasa de desempleo de alrededor del 5% que el ejecutivo quiere reformar la renta activa solidaria (RSA), como parte de la creación de France Travail, el futuro servicio público de empleo. La voluntad del Jefe de Estado de condicionar la RSA a unas quince horas de actividad semanal es probable que tense a los sindicatos. Para aliviar las tensiones, el ejecutivo cuenta con medidas susceptibles de lograr consenso, como la creación de una cuenta de ahorro a tiempo universal. El empleado dispondrá de esta cuenta a lo largo de su carrera para poder tomar descansos profesionales, jubilarse antes o reciclarse.

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En cuanto al trabajo de los mayores, el Gobierno quiere aumentar la indemnización en caso de extinción del contrato a los mayores de 55 años para obligar a las empresas a mantenerlos. También se está considerando un bono de reincorporación al trabajo para adultos mayores desempleados. Otras medidas se referirán a la mejora de las condiciones laborales y la posibilidad de ampliar el derecho al seguro de desempleo para quienes dimitan está en las cartas.

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