EL PAÍS puso en marcha en 2018 una encuesta sobre la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizado con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si eres un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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El primer acto de expiación público de la Iglesia portuguesa por los casos de pederastia cometidos en su seno ha desplegado la mañana de este lunes en Lisboa. En el primer lugar del auditorio de la Fundación Calouste Gulbenkian, representantes de la Conferencia Episcopal, encabezada por su presidente, el obispo José Ornelas, escucharon una sucesión de cifras y testimonios que prueban los infiernos vividos por muchos portugueses. Al menos 4.815 menores sufrieron abusos sexuales en instituciones o durante actividades vinculadas a la Iglesia católica entre 1950 y 2022. La cifra es una estimación de la comisión independiente que investigó la pederastia a partir de los 512 testimonios reconocidos y validados durante un año. Yes, reiteró su presidente, el psiquiatra Pedro Strecht, un cálculo minimalista de lo que habrá sido la realidad. No obstante, la comisión independiente no ha aportado datos sobrios el número de acusados ​​ni los números de los obispos que silenciaron o encubrieron muchos de los casos.

Los datos enumerados permiten dibujar el mapa de los sufridos abusos sexuales en uno de los países europeos con un catolicismo arraigado durante décadas. Y hay algunas diferencias con respecto a lo ocurrido en otros donde ya ha estudiado el fenómeno: el perfil de los abusadores (cuya cifra total no se concretó) y la edad media de las víctimas que dan el paso para relatar lo que sufrieron. El 77% de los agresores eran Clérigos y la edad media actual de las víctimas es de 52 años, «la más baja de los países europeos donde hay datos», según Strecht.

Los principales datos estadísticos muestran que los medios del inicio de los abusos fueron de 11.2 años y que el 57.2% los sufrió en más de una ocasión. Casi un tercio padecieron las agresiones Durante más de un año. Después del Seminario (23%) como lugar más habitual de los abusos, se ubican la iglesia (18,8%), el confesionario (14,3%) y la casa parroquial (12,9%). El silencio sobre lo sufrido es abrumador: apenas la mitad de las víctimas relataron lo que habían vivido y solo un 4% lo denunciaron ante los tribunales. De hecho el 43% habló por primera vez de su experiencia ante la comisión independiente. «Los efectos del trauma perduran hasta ahora», resaltó el psiquiatra.

Pedro Strecht, presidente de la comisión independiente que investiga los abusos sexuales en la Iglesia de Portugal, durante la presentación de sus informes en Lisboa. Horacio Villalobos (Corbis vía Getty Images)

Solo 25 casos fueron enviados a la Fiscalía por considerar que el delito no había prescrito. La mayoría de los abusadores fueron hombres (96%), mientras que entre las víctimas hay más equiparación (52% niños y 48% niñas). La socióloga Ana Nunes de Almeida, miembro de la comisión, destacó que las agresiones más frecuentes fueron «las más invasivas» (la manipulación de órganos sexuales, la masturbación y la penetración).

Pero más allá de las cifras sobrecogen las palabras. Sin identificar a las personas, a lo largo de la mañana se leyeron relatos de víctimas como M., que tenía 12 años cuando fue agredido sexualmente por el sacerdote que les impartía clase de Religión y Moral durante un campamento en el verano de 2000.» Sé que está vivo, aunque no sigue en aquella escuela”, contó la víctima ante la comisión.

Los efectos del trauma perduran hasta ahora

Pedro Strecht, presidente de la Comisión Independiente

La jerarquía católica portuguesa tuvo que escuchar la voz de las víctimas y afrontar su propio papel de encubrimiento en algunas situaciones. La apertura de los archivos diocesanos a una comisión de investigación histórica, formada por un equipo de quatro universidades, permitió conocer la existencia de casos como el sacerdocio F. que había sido condenado por abusar de dos menores en el país europeo al que había emigrado su familia y que, cuando volvió a Portugal, recibió un destin eclesiástico como si nada hubiera ocurrido a pesar de que el obispo extranjero había avisado a su colega luso. La divulgación de la nueva actividad del padre F., fruto de un azar periodístico, acabaría llegando al Vaticano en 2022.

El empuje del Vaticano ha sido determinante para la apertura de archivos eclesiásticos con información confidencial, aunque esto solo fue posible tras una carta enviada desde la Santa Sede a mediados de 2022. El respaldo del Papa Francisco a la labor de la comisión independiente también quedó patente Este maná con la presencia en el acto de Lisboa de Hans Zollner, uno de los especialistas nombrados por el Pontífice para estudiar la pederastia en la Iglesia. Además, estuvieron presentes los autores del informe sobre la Iglesia alemana y el abogado Javier Cremades, qu’está al frente del bufete qu’está al frente del bufete qu’está al frente del bufete que realiza una auditoría sobre lo ocurrido en España a petición de la Conferencia Episcopal Española.

Es una herida abierta que nos duele y nos averguenza

José Ornelas, presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal

En la versión entregada por la comisión lusa a la jerarquía católica se incluye el listado de religiosos abusadores que todavía están en activo. “Hubo en el pasado una cultura de encubrimiento, y no deja de haber ese deseo en algunos, pero si estamos hoy aquí es porque hay un afán para hacer el camino contrario”, indica el exministro de Justicia. Una idea que recogió el presidente de los obispos lusos, José Ornelas: “Hemos visto y escuchado cosas que no podemos ignorar. Es una situación dramática, que la nuestra será fácil de superar”.

En una conferencia de prensa por la tarde, el obispo Ornelas aseguró que la Iglesia no tolerará «ni abusos ni abusadores» y rogó el perdón a las víctimas, como ya hizo varias veces en 2022, reconociendo que la cifra estimada no recogerá toda la realidad . “Pedimos perdón a todas las víctimas, a las que dieron su testimonio de forma valiente ya las que todavía conviven con un dolor íntimo en su corazón, sin compartirlo con nadie. Sus vidas fueron atravesadas por la perversidad donde no debería estar”, manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal, que en su reunión de marzo decidirá las medidas que adoptó tras el informe. “Es una herida abierta que nos duele y nos avergüenza”, dijo.

La comisión independiente fue creada en noviembre de 2021 por decisión de la cúpula católica. Y aunque no ha tenido la misma acogida en todos los obispos, ha realizado su trabajo sin interferencias, que era una de las condiciones exigidas por su presidente, Pedro Strecht, para realizar el estudio. Strecht escogió a 5 personalidades de distinto entorno (el exministro de Justicia Álvaro Laborinho Lúcio, el psiquiatra Daniel Sampaio, la socióloga Ana Nunes de Almeida, la trabajadora social Filipa Tavares y la cineasta Catarina Vasconcelos) para elaborar e informar durante un año. Para concluir, elogió a los obispos portugueses por su “apertura” y animó a otras instituciones a seguir su ejemplo para combatir la violencia sexual contra los menores.

Entre las recomendaciones que incluye en su informe plantan que se amplía el plazo legal para denunciar los abusos hasta que la víctima cumpla 30 años, que se preste apoyo psicológico a los afectados y que la Iglesia pida perdón con un memorial (el arquitecto Álvaro Siza ha realizada una propuesta para esto). También han solicitado que prosiga investigando y que se cree otra comisión para determinar que tipo de compensaciones se deben facilitar.

España, a la espera de su propio informe oficial

Los obispos españoles encargaron hace un año una auditoría al bufete Cremades & Calvo-Sotelo para «llegar hasta el fondo» del problema de la pederastia eclesial. Iniciativa que siempre se había negado a poner en marcha, aludiendo que en España solo eran «casos aislados». El despacho tan solo ha entrevistado a algo más de un centenar de víctimas, según afirma el portavoz. La fecha de publicación de los resultados aún no se conoce, aunque la entidad estima que estos verán la luz antes de junio, informó Julio Núñez.

Por otro lado, el Congreso de los Diputados confió el pasado marzo al Defensor del Pueblo realizar una investigación sobre el asunto. El titular del organismo, el socialista Ángel Gabilondo, creó dos equipos de especialistas que, momentáneamente, ya han recopilado 400 testimonios. No obstante, aún no ha explicado cuándo entregará el informa que le encargó la Cámara Baja y si, con los datos que obtuvo, elaborará un estudio demoscópico, esencial para conocer el alcance real del problema en el pasado, como ya se ha hecho en otros países como Francia.

En España, a falta de cifras oficiales, EL PAÍS crea una base de datos que se actualiza periódicamente con los casos que han salido a la luz, bien a través de sentencias o en medios de comunicación. Ya ahora 910 víctimas y 1.741 víctimas. Del mismo modo, este diario ha entregado en el último año a la Conferencia Episcopal Española, al Vaticano y al Defensor del Pueblo, tres informes con 500 clergymen señalados de cometer abusos

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