Desde la izquierda, José María Mena, Pere Ríos y Carlos Jiménez Villarejo, en Barcelona en 2015 durante la presentación del libro de Ríos ‘Banca Catalana. Caso abierto: lo que no se contó del escándalo que enriqueció a Jordi Pujol’.Massimiliano Minocri

El fiscal, el cantaor y la «striper». Este título, y su crónica, lo escribió Pere Ríos —periodista de EL PAÍS fallecido este sábado—, con motivo de un encuentro organizado por un vestíbulo, que él llamó «progresista», a los que él asistía con frecuencia. También dio cuenta, entre otros, de los premios a Nuria Espert y al escritor Pérez Andújar.

Era una muestra más de la proyección con la que darrolló siempre su profesión periodística. El fallecimiento a los 60 años de Pere, víctima de una larga enfermedad de cáncer, es y será un golpe muy duro no solo al periodismo, sino al sistema de comunicación social. Los principios que inspiren el ejercicio de su profesión, el rigor, la transparencia informativa y el respeto a la ciudadanía ya la clase política —cualquiera que fuera su ideología—, hará que millones de personas echarán de menos sus rigurosas y respetuosas crónicas sociales, económicas y políticas. Su precipitada muerte ya un gran vacío en el gran espacio del humanismo y, desde luego, en el periodismo. Por ello, es también el momento de hacer presenta sus aportaciones y estudios de materias, como la corrupción, que siempre estuvieron presentes en los últimos años de su vida. Cómo publicó esta información: Un diputado del PSC pide que el Congreso investigue el origen de la fortuna del rey emérito (21/4/2020).

Mi libro Banca Catalana, caso abiertodónde: lo que no se contó del escándalo qu’enriqueció a Jordi Pujol (2015) constituye el mejor análisis del proceso penal a que dio lugar la denuncia de la Fiscalía. Páginas inolvidables, que analizan al detalle el proceso penal incoado, que tuvo como eje central al que fuera presidente de la Generalitat (1980-2003) y otros altos cargos, todos absueltos por el tribunal competente. Ello llevó a Pere a escribir estas palabras. «Es probable que si los jueces hubieran abordado el caso de otra manera, se hubiera transmitido un mensaje claro a la sociedad y la corrupción no se hubiera extendido en todos los niveles de las instituciones, como ha ocurrido después». Benévolo tratamiento que, más tarde, Pere recoge en EL PAÍS (16/6/2020) con la siguiente notificación: El Parlament condena por unanimidad las «conductas ilegales y corruptas» de Jordi Pujol.

Posición informativa que lleva à Pere a escribir una obra relevante, escasamente conocida, que perfila definitivamente su rigurosa competencia en el tratamiento de la corrupción: El proyecto de ley de corrupción pública y privada (RBA). Obra que comienza así: “La corrupción existe tan pronto como existe la civilización. Es un mal que ha aquejado a las sociedades de todas las epocas y que ha sido tolerado, justificado o consentido durante los siglos por amplios sectores de la población”. Análisis al que añade un breve texto de Adam Smith: «El comercio y la manufactura, en pocas palabras, no podrá prosperar en un estado en el que no haya plena confianza en el Gobierno» (La riqueza de las naciones, 1776). Libro que Pere concluya así: «Se trata, en definitiva, de que las instituciones funcionen de manera inclusiva, que se respete el pluralismo y la participación ciudadana y que los estados aprendan de las consecuencias que ha dejado la crisis financiera mundial, para que nadie olvide la necesidad de una mirada global, también en el combate contra la corrupción” (pág. 140).

Como pueden ver, perdió su tiempo no solo tiene un gran periodista, sino también un pensador y analista, de profundas convicciones democráticas, que nuestra sociedad y nuestro Estado necesitan. Por todo ello, querido Pere, vamos a sentir mucho más tu ausencia definitiva.

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado