Las previsiones de la Reserva Federal (Fed) apuntan a un crecimiento económico en el país del 7%, que sería la tasa anual más alta desde 1980
Estados Unidos celebra este lunes el Día del Trabajo en medio de una situación económica inesperada en la que convergen la escasez de trabajadores y las dudas sobre el regreso a la oficina debido a la persistente amenaza de la pandemia de coronavirus.
A pesar de la progresiva reactivación de la economía a medida que avanza la vacunación en el país, con más del 63% de la población adulta en Estados Unidos en el calendario completo, los economistas se sorprenden de que no vaya acompañado de un repunte en la creación de empleo.
“Quizás el dato más importante es la disminución en el número de personas en la fuerza laboral que quieren un trabajo, que ha bajado de 6,5 millones en julio a 5,7 millones en agosto”, dijo Betsy Stevenson, profesora de Economía y Política. Público de la Universidad de Michigan, en su cuenta de Twitter el pasado viernes.
Los pronósticos de la Reserva Federal (Fed) apuntan a un crecimiento económico en el país del 7%, que sería la tasa anual más alta desde la década de 1980.
Sin embargo, indicadores económicos como el empleo muestran un escenario más complejo.
EL MERCADO LABORAL, LEJOS DE LA NORMALIDAD
La semana pasada se dio a conocer el dato de paro de agosto, que mostró una bajada de la tasa hasta el 5,2%, frente al 5,4% de julio, pero con una aún débil creación de nuevos puestos de trabajo.
En agosto, la economía agregó 235.000 empleos, frente al millón de empleos agregados en julio, el nivel más bajo en siete meses.
Parte de la responsabilidad de esta desaceleración corresponde a la expansión de la variante delta del covid-19, pero también hay factores más profundos que están provocando que los empleados reconsideren el regreso a la antigua normalidad.
EL DILEMA DE VOLVER A LA OFICINA
Una encuesta del grupo de investigación The Conference Board sobre satisfacción laboral publicada la semana pasada indicó que el 42% de los consultados en agosto expresó su preocupación por regresar a la oficina por el peligro de infectarse, frente al 24% del mes pasado.
Asimismo, el 80% de quienes manifestaron estar buscando trabajo consideraban que la política de flexibilidad en las condiciones laborales era muy o moderadamente importante a la hora de decidir una oferta de trabajo.
Las grandes corporaciones están divididas ante este panorama incierto.
Numerosas empresas, como Google o Apple, han pospuesto sus planes de volver a la oficina; mientras que otros, como los bancos de inversión Morgan Stanley o JP Morgan, han exigido que sus trabajadores regresen a sus puestos de trabajo.
“Que no haya dudas al respecto. Hacemos nuestro trabajo en las oficinas de Morgan Stanley, ahí es donde enseñamos, ahí es donde aprenden nuestros compañeros, así es como hacemos que las personas se desarrollen”, dijo su presidente, James Gorman, a principios del verano.
Otros, como la cadena de comida rápida Chipotle, han reconocido que se han visto obligados a subir los salarios para atraer empleados.
LA FED, ESPERANDO
Los datos del mercado laboral podrían afectar las decisiones del banco central estadounidense, que, luego de los enormes estímulos aprobados para paliar la pandemia, ha reconocido que ahora está considerando un cambio de rumbo en su política monetaria.
La Fed ha mantenido las tasas de interés en el rango de 0% a 0.25% desde marzo de 2020 y las compras mensuales de bonos en $ 120 mil millones en respuesta al impacto económico de la pandemia de COVID-19. 19.
Su presidente, Jerome Powell, destacó el 27 de agosto que “si la economía evoluciona como se anticipó, sería apropiado comenzar a reducir el ritmo de compra de activos este año”.
Sin embargo, las dudas de una economía que no progresa como se anticipó pueden obligar a la Fed a optar por la prudencia y esperar señales más claras para iniciar la retirada del apoyo monetario.