Estudian el deterioro cognitivo asociado al VIH

Investigadores del Gorgas Memorial Institute for Health Studies (Icges) y el Centro de Neurociencias del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP) están colaborando en un nuevo estudio con el que buscan conocer más sobre el efecto que algunos virus en el cerebro.

Los científicos reclutarán a 181 voluntarios que viven con el VIH y otros 181 que son VIH negativos. Mediante pruebas neuropsicológicas se determinará el nivel de deterioro cognitivo que tiene el participante y, a su vez, se evaluará la utilidad de tres biomarcadores, estén o no asociados al nivel de deterioro cognitivo identificado por las pruebas neuropsicológicas.

El objetivo de los investigadores es desarrollar métodos de detección temprana en personas que son más susceptibles a ser afectadas en el cerebro por una infección viral. Todo esto sin costo para el participante.

Los procesos mentales que permiten a una persona recibir, seleccionar, almacenar, transformar y recuperar información de su entorno se conocen como funciones cognitivas. Diferentes circuitos y sistemas neuronales subyacen en funciones cognitivas como la atención, la planificación, la organización, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje, la capacidad perceptivo-motora y la cognición social.

Las lesiones cerebrales y las enfermedades vasculares, el Alzheimer, el Parkinson, el uso de sustancias y drogas pueden causar trastornos neurocognitivos leves o importantes, que pueden afectar la capacidad de una persona para realizar actividades diarias simples o complejas.

Algunos signos de deterioro cognitivo son: dificultad para procesar el pensamiento, incapacidad para tomar decisiones, concentrarse en una tarea e intentar aprender algo nuevo. Otro nivel de deterioro se caracteriza por una disminución en la capacidad para realizar las tareas diarias, como abrir una puerta con la llave o recordar comer y tomar sus medicamentos.

Existen los denominados virus neurotrópicos como el chikungunya, el Zika y el VIH que modifican la dinámica de las células del cerebro y alteran la estructura y función del sistema nervioso central. La infección por VIH puede afectar los dominios cognitivos y esto a veces influye en la persona que no cumple con su tratamiento.

La Dra. Yaxelis Mendoza, investigadora senior del Gorgas Memorial Institute for Health Studies (Icges) que lidera este nuevo proyecto, explica que estudios previos han encontrado que algunas personas pueden responder muy bien al tratamiento del VIH durante mucho tiempo, y en otras, la la respuesta puede variar. «El virus que está presente en estas personas tiene mucho que ver con él, especialmente si está latente en los órganos, y el cerebro, que tiene características celulares diferentes al resto del cuerpo, es un gran reservorio de virus».

No se sabe con certeza cómo penetran los virus en el cerebro. En el caso del VIH, la hipótesis más aceptada es que el virus infecta las células del sistema inmunológico y estas pueden llegar al cerebro como “caballos de Troya” que el sistema inmunológico no detecta y continúan infectando otras células, aumentando la cantidad de virus. Esto desencadena procesos inflamatorios en el cerebro. “Algunos de los marcadores que vamos a utilizar son para intentar cuantificar el nivel de inflamación en función de la carga viral”, añade la investigadora.

DATOS DE INTERÉS
Estudios integrales
Investigadores de la Indicasat AIT trabajan desde 2011 en la ‘Iniciativa de Investigación de Adultos Mayores’ en Panamá para evaluar el deterioro cognitivo.
Según datos de ONUSIDA (2020), en Panamá hay 31 mil personas viviendo con VIH y una incidencia de 0,44 personas viviendo con VIH por cada 1.000 habitantes.

Reclutamiento

Este estudio fue aprobado por el Comité de Bioética de Investigación de Icges y la participación es confidencial. Al finalizar su participación en el estudio, los individuos recibirán un informe con los resultados de la evaluación neuropsicológica. Hasta el mes de noviembre de 2021 se contratará a personas de 20 a 39 años y a partir de 50 años, buscando el mismo número de personas de ambos sexos y por rango de edad.

Las personas que viven con el VIH deben tener un diagnóstico de VIH positivo durante más de un año y estar en tratamiento antirretroviral.

Si usted es una persona VIH negativa, debe tener su diagnóstico respectivo que no tenga más de un mes o aceptar una prueba rápida del VIH sin costo alguno. Tampoco debe tener otro virus neurotrópico de forma activa en el momento de las evaluaciones. Este es un grupo especial para tener parámetros de línea de base que permiten estimaciones y comparaciones.

No se aceptarán personas que tengan retraso congénito, que consuman drogas psicoactivas o que hayan sufrido daño cerebral traumático, como un accidente vascular, mujeres embarazadas, personas que no puedan leer ni escribir, personas con hemofilia, personas con discapacidad visual o auditiva significativa. . con enfermedades neurodegenerativas, porque estas condiciones afectan los parámetros basales.

Los interesados ​​en participar en esta investigación pueden enviar un correo electrónico a: cognicionviral@gorgas.gob.pa o llamar al 527-4739.

Impacto

Los resultados que se obtengan de las evaluaciones cognitivas serán importantes para los participantes del estudio porque, si tienen un deterioro cognitivo severo que les haga olvidar su terapia y no se adhieren a los medicamentos, su carga viral aumentará, afectando su sistema inmunológico y su generalidad. salud. Conociendo su condición, pueden tomar precauciones, acudir al médico para una estrategia que les ayude y evitar, por ejemplo, que esta condición afecte su vida laboral.

“Se puede realizar una intervención temprana conociendo el deterioro cognitivo y, eventualmente, según el grado (leve, moderado o severo), se puede prever cualquier problema. Es nuestro interés que puedan seguir adherentes al tratamiento, para que tengan una carga viral baja, lo que redundaría en una disminución de la transmisibilidad del virus, traduciéndose en menos personas infectadas y podría mejorar su calidad de vida y la de sus familias «, dice. Dr. Mendoza.

En el futuro, en una segunda fase, los científicos podrían hacer otras evaluaciones, extrapolar el mismo tipo de pruebas u otras, para diferentes virus que infectan el cerebro.