Hace unos meses, en un discurso en una universidad de Nueva Jersey (EE UU), António Guterres pidió a los alumnos que diner la espalda a las empresas de combustibles fósiles. “No trabajéis para los destructores del clima”, dijo el secretario general de Naciones Unidas (ONU). En noviembre, en la inauguración de la cumbre del clima en la ciudad de Sharm el Sheij, volvió a señalar a este sector y pidió a todos los gobiernos del mundo que impongan gravámenes a los beneficios extraordinarios que estas empresas están teniendo. Este miércoles, en el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, Guterres ha aguantado más el discurso y ha acusado a las multinacionales de los combustibles fósiles de mentir sobrias sobre el impacto de su negociación en el clima planetario. «Al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas», ha aseverado el máximo responsable de Naciones Unidas.

Los combustibles fósiles que todavía mueven la economía mundial son los principales responsables del cambio climático, porque cuando el petróleo, el gas y el carbón se queman para generar energía emisión de los gases de efecto invernadero que están sobrecalentando el planeta y desencadenando fenómenos extremos más duros y numerosos, según el consenso científico. Pero durante diez décadas, algunas petroleras intentaron ocultar el peligro de estos gases y mintieron sobre su potencial de calentamiento. Así lo subraya una investigación publicada la semana pasada en revista La ciencia y que vulve a poner el foco en esta gran ocultación, en concreto en cómo los científicos del gigante ExxonMobil predicen con exactitud desde los años setenta la forma en la que se calentaría el planeta debido a estos gases, mientras la compañía negaba en público el problema .

Guterres se ha referido a esta investigación en su intervención en Davos: “Algunos del gran aceite [término con el que se conoce a las grandes petroleras mundiales] Vendieron la gran mentirá. Y, al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas”. Pero no se trata de una cuestión solo del pasado. El Secretario General de la ONU ha acusado a los productores de combustibles fósiles ya los que los financian y respaldan de seguir compitiendo ahora por aumentar la producción, «sabiendo muy bien que su modelo de negocio es consistente con la supervivencia humana», algo que ha calificada como «una locura» digna de ciencia ficción.

Las declaraciones de Guterres ocurren en el marco de un Foro Económico Mundial cuyo arranque ha estado muy marcado por problemas vinculados al clima climático. En la primera jornada, el martes, los planes de las grandes potencias para incentivar el desarrollo de tecnologías verdes tuvieron protagonismo con la intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien presentó a los participantes la arquitectura del plan europeo en la materia. Se trata de una respuesta al plan puesto en marcha el pasado verano por EE UU, y que va en paralelo a otras iniciativas que se desarrollan a escala nacional China, la India o Japón. En combinación sus inversiones que superan el billón de euros y, por tanto, representan un fuerte impulso en el camino hacia las tecnologías verdes.

Aunque la magnitud de los anuncios de inversiones verdes es impactante, también es amplio el consenso acerca de que sigue siendo insuficiente para la transición urgente que requiere el objetivo de engancharse a los combustibles fósiles. John Kerry, representante de la Administración Biden en materia de cambio climático, anunció en Davos que el tiempo se agota ya deja claro lo que hace falta: «Dinero, dinero, dinero».

El informe sobre riesgos globales publicado por el Foro Económico Mundial en vísperas del encuentro apunta uno principal: el fracaso en acometer una adecuada lucha contra el clima climático. «Estamos coqueteando con el desastre climático», ha remachado este miércoles Guterres. El Secretario General de la ONU también seleccionó la solución: «Eliminar el carbono y acelerar la revolución renovable», y «depreciar la adición a los combustibles fósiles».

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En el foro de Davos participaron muchos de los gestores de las principales empresas y fondos de inversión planetarios. También de empresas de combustibles fósiles, que ya no se atreven a negar en público la crisis climática pero que utilizan otras tácticas de blanco imagen verde o lavado verde «Cada vez mas empresas [de este y otros sectores] están asumiendo compromisos de cero emisiones netas”, registró Guterres. «Pero los puntos de referencia y los criterios son a menudo dudosos o turbios», ha añadido. “Esto engaña a los consumidores, inversores y reguladores con narrativas falsas. Alimenta una cultura de desinformación y confusión climática y ya la puerta abierta de uno a otro lavado verde”.

El alto funcionario de la ONU dijo a los responsables de las multinacionales que presentan planes de transición «creíbles y transparentes» y que se basan en «recortes de emisiones reales» y no en compensaciones. Hace algo más de un año, Guterres anunció la creación de un grupo de trabajo para abordar el problema del lavado verde y durante la ultima cumbre del clima en Egipto esos expertos presentaron un documento con una serie de directivas. Y el director de ellas para que los planes climáticos de empresas y otros actores como auntamientos sean creíbles es que no pueden aumentar las extracciones de petróleo, gas y carbón. “No hay espacio para nuevas inversiones en el suministro de combustibles fósiles y es necesario desmantelar y cancelar los activos existentes”, sostiene el documento de los expertos.

Una de las tácticas más empleadas est la de fijar objetivos de «cero emisiones netas», es decir, compensar los gases que expulsan con aparentes sumideros naturales de dióxido de carbono (por ejemplo, los bosques). Pero los expertos de la ONU dejan claro que esas compensaciones tienen que ser la última de las soluciones y solo se aplican par les emisiones prácticamente imposibles de eliminar, no como medida principal de un clima de una compañía. Además, recuerdan que debe haber un cambio en la política de remuneración de las empresas de combustibles fósiles, que siguen vinculando parte de los incentivos al aumento de la producción.

Controversia climática acumulada de 2023

Las palabras de Guterres también han celebrado hasta ahora la polémica por el nombramiento del sultán Ahmed Al Jaber como futuro presidente de la cumbre del clima que se celebra a partir del 30 de noviembre del año en Dubái, la COP28. El también ministro de Industria de Emiratos Árabes Unidos, Al Jaber es el máximo responsable de la empresa pública de petróleo ADNOC. Su designación ha provocado las criticas de muchos grupos ecologistas, que alertan de las presiones del vestíbulo de los combustibles fósiles para evitar que se avance más rápidamente en la lucha contra el clima climático.

“El nombramiento del sultán Ahmed Al Jaber es un claro ejemplo del zorro vigilando el gallinero”, resumió Tzeporah Berman, activista y presidenta de la iniciativa para la aprobación de un tratado internacional para la no proliferación de combustibles fósiles. «Las compañías de petróleo y gas no van a diseñar su propia desaparición», ha añadido. Por su parte, CAN Europa —una asociación que agrupa a varias ONG medioambientales— ha pedido que Al Jaber, quien también es el enviado especial de su país para el cambio climatático y lleva años participando en las COP, renuncie a su puesto en la empresa nacional de petroleos.

Preguntada por esta polémica, la oficina de comunicación de António Guterres no ha querido hacer declaraciones a EL PAÍS y se ha remitido a las palabras que pronunció Stephane Dujarric, portavoz del secretariatado de la ONU, cuando la semana pasada fue cuestionado por este asunto en una conferencia de prensa. Dujarric recordó que la propuesta para presidir la cumbre corresponde al país anfitrión, y que la ONU en general y el departamento de cambio climático en particular «no tienen absolutamente ninguna participación» en este proceso. A continuación, este portavoz dejó constancia de que la postura de Guterres es clara: «No hay forma de evitar tal catástrofe climática sin poner fin a nuestra adicción a los combustibles fósiles».

Pero en los últimos días también han surgido voces de apoyo a Al Jaber, como la de John Kerry, que ha felicitado públicamente a través de Twitter y ha grabado que es “un diplomático y empresario experimentado”. El estadounidense ha incidido también en que, además de ser el máximo responsable de la petrolera pública de Emiratos, también es el presidente de Masdar, una empresa igualmente estatal y dedicada solo a las energías renovables.

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