Industria marítima auxiliar, operación de $ 2 mil millones

José Digerónimo, director ejecutivo de la Asociación de Armadores de Panamá (ARPA), responde las preguntas que se han hecho a los Armadores en los últimos días.

José Digerónimo, director ejecutivo de la Asociación de Armadores de Panamá (ARPA), responde las preguntas que se han hecho a los Armadores en los últimos días. Digerónimo, es un profesional experto en el sector, invita a debatir de manera amistosa a todos los que tengan alguna objeción sobre el proyecto de ley de cabotaje, pero que sea de frente y por supuesto con los mejores argumentos reales que se puedan discutir, dice. . «Si hay falta de información, estamos listos para debatirlo y que el público saque sus conclusiones», dijo.

¿Qué opinas de la afirmación de que la ley de cabotaje es para unos pocos?

Quien diga eso está mal informado o mal informado. Dicho esto, Panamá tiene una importante actividad comercial desde Panamá, Bocas del Toro y Darién etc., y casi en todo el país, y si no se ha desarrollado mejor es gracias a esa mentalidad colonial que algunos tendrían. El 80% de las naciones con negocios frente al mar tienen una ley de cabotaje.

¿Cómo le explicamos al desinformante que el cabotaje nacional no es lo que quiere atacar, es abastecimiento y atención a barcos, avituallamientos, servicios de embarcaciones, transporte, reparación, asistencia a derrames y también es abastecimiento de combustible, unos 38 puertos en el todo el pais. Muchos panameños dependen de él.

Pero, ¿dice el señor Carlos De La Lastra en un artículo de opinión que es una ley para una actividad que no existe?

Tienes que consultar los datos y averiguarlo, pero no lo harás si quieres desinformar. Antes de su muerte, el prestigioso economista Rubén Lachman situó el movimiento de la industria auxiliar del país en aproximadamente 2 mil millones de dólares, de ahí el conflicto real por el que se nos ataca. Este documento será presentado a la Asamblea y en foros serios donde quieran darnos una plataforma.

Ahí está el origen, de la negación de cabilderos, abogados, diplomáticos etc., todos al servicio de empresas que no quieren ver disminuidas sus ventajas frente a los panameños.

Ocurrió con el conflicto de Sacyr, los españoles a cargo de la expansión, donde algunos defendieron con uñas y dientes, demandas leoninas que eran injustificables para Panamá y los panameños. Al final, la justicia se impuso y pocos recuerdan aquella extrema defensa del extranjero por parte de los panameños. ¿Podría ser una coincidencia? Me pregunto.

Asimismo, los desinformadores o voceros de estas empresas y sindicatos colaboracionistas, remunerados o no, deben basar sus palabras en una figura de credibilidad en el medio ambiente o la sociedad, donde emiten sus juicios.

No es posible realizar observaciones periciales, donde no se cuenta con los estudios y la actualización requerida. Se habla en base a los intereses de un par de empresas y despachos de abogados con legítimo interés en sus asuntos, que deben buscar un diálogo franco y directo con los empresarios panameños del sector, no a través de cabilderos.

Ahora se niega la existencia de una industria marítima auxiliar que genera millones de dólares, según el informe económico firmado por el fallecido economista Lachman.

¿A quién debe creer hoy el que lee esta noticia? En un hombre que dedicó su vida a los números y la investigación económica y financiera o personajes que viven de decir lo que sea necesario para oponerse al progreso y los legítimos intereses de Panamá y su pujante Industria Marítima Auxiliar.

El otro argumento, más extremo y como opinión desinformada, es que se trata de legislación para un sector que no existe.

Entiendo que estos profesionales son contratados para tales fines.

Entiendo menos, que es un panameño, el que usa tal razonamiento de negación de nuestra industria que demuestra que tiene una presencia más fuerte que nunca.