El cambio climático pasa factura a América Latina y el Caribe

Lorena Aguilar, de Medio Ambiente y Género de la CEPAL, sugiere que a medida que se examinan las normativas en respuesta al cambio climático se deben identificar y abordar las desigualdades de género de larga data.

El cambio climático es la mayor amenaza ambiental que enfrenta la humanidad.EFE

La transición hacia una economía verde y descarbonizada como base de los esfuerzos para abordar el cambio climático no significa automáticamente que sea justa e inclusiva, sino que presenta un enfoque de igualdad de género, concluyeron los expertos que participaron en la sesión: “Gobernanza climática con perspectiva de género : creación de capacidades y arreglos institucionales ”, realizado este martes 7 de septiembre, en el marco del Encuentro Regional sobre Cambio Climático e Igualdad de Género.

«La acción contra el cambio climático puede reforzar o exacerbar las desigualdades, o apuntar intencionalmente a superarlas y acelerar el paso hacia la igualdad de género y la autonomía de las mujeres», advirtió Lorena Aguilar, especialista en Ambiente y Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien realizó una presentación sobre la igualdad de género en la respuesta al cambio climático en la región.

Durante la sesión, la representante de la CEPAL presentó el estudio «Prácticas prometedoras que promueven la igualdad de género y la autonomía de las mujeres en la respuesta al cambio climático en América Latina y el Caribe».

Aguilar cree que a medida que se examinan las estructuras normativas, físicas, económicas y socioculturales en respuesta al cambio climático, las desigualdades de género de larga data deben, a su vez, ser identificadas y abordadas.

Además, agregó que “otra cosa que es importante entender es que en esta nueva transición de esta economía verde justa e inclusiva, el verde no es automáticamente justo, y eso es muy importante que lo tengamos en cuenta en los procesos que se están llevando a cabo. va a estar dando «.

Por ejemplo, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más del 80% de los nuevos empleos creados por la agenda de descarbonización serán en sectores que hoy están dominados por hombres y solo El 20% de estos nuevos puestos de trabajo se crearán en sectores donde las mujeres son mayoría.

Esto significa que las mujeres no se beneficiarán de la creación de empleo a menos que se contemple efectivamente su participación en el mercado laboral en los sectores más relevantes para la descarbonización, como la energía, la agricultura, la construcción y la gestión. de desperdicio. Las mujeres, por ejemplo, representan el 32% de las personas que trabajan en energías renovables, 10 puntos más que en otras industrias energéticas tradicionales.

Para ello, es importante, entre otros, identificar y abordar las brechas de conocimiento en el nexo género y cambio climático; fortalecer la base de evidencia y la comprensión de los impactos diferenciados del cambio climático; generar estadísticas de género que se tengan en cuenta en la toma de decisiones y realizar investigaciones sobre las conexiones entre el género y los factores ambientales, como las emisiones de gases de efecto invernadero, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

También participaron en la sesión Johanna Arriagada, de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente de Chile y Jessica Huertas, de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Perú, quienes presentaron experiencias sobre transversalización con perspectiva de género en el clima político. de sus países. La sesión estuvo moderada por Teresa Aguilar, Técnica Especialista del Programa EUROCLIMA +.

Como parte de la sesión, además, se realizaron grupos de trabajo con representantes de gobiernos y sociedad civil de países de América Latina y el Caribe para analizar los principales aspectos a considerar para la inclusión de la perspectiva de igualdad de género en la gobernanza climática. .

Entre otras de las principales conclusiones recogidas se encuentran: la importancia de la intersectorialidad para ir más allá e integrar también una perspectiva intergeneracional e intercultural, la relevancia de institucionalizar procesos con diferentes fases y de incorporar formalmente el tema de la igualdad de género en la legislación sobre cambio climático en diferentes países.