La ceremonia se llevó a cabo en un lindo salón de la Casa Blanca, con cortinas doradas y finas arañas de cristal, presidida por el secretario de Estado Antony Blinken y la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden. En el escenario, 11 mujeres de todo el mundo que fueron elegidas por haber mostrado coraje, fuerza y ​​​​liderazgo en su lucha por la paz, los derechos humanos y la igualdad de géneroVarias de ellas arriesgando su vida, recibieron el premio International Women of Courage el miércoles, el Día Internacional de la Mujer.

Entre las elegidas de Afganistán, Polonia, Ucrania, Malasia y otros países estaba argentina Alba Rueda, activista por los derechos de las personas transgenéricas y toda la comunidad LGTBQ+Representante de Orientación Sexual Especial e Identidad Genérica, quien recibió su primera emocionada, envuelta en una chalina celeste, rosa y blanca, los colores de la bandera del orgullo trans.

Estados Unidos destaco que fue impulsora del decreto sobre la cuota laboral transgénero en nuestro país y su lucha por las leyes de matrimonio igualitario, de identidad de género y de promoción del acceso al empleo formal de las personas travestis, transexuales y transgénero.

Desde hace 16 años, el Departamento de Estado ha reconocido a más de 180 mujeres de 80 países con estos premios. Rueda no es la primera argentina en recibir este galardón. La pionera nació en 2007 Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles «Marita» Verón, por su lucha contra la trata de mujeres y niñas para la prostitución y la explotación sexual.

Ya más tranquila, aunque rodeada de periodistas de todo el mundo y todavía sorprendida por el reconocimiento de Washington, Rueda recibe un Clarín en el Departamento de Estado: “Jamás me lo imaginé. Me sorprendió muchísimo”, dijo Rueda, que contó que se lo anunciaron compañeras desde la embajada de Estados Unidos. “Ellas me dijeron que era la primera embajadora trans en el mundo”.




Alba Rueda, feliz y sorprendida luego de haber sido reconocida por los Estados Unidos.

Rueda rompió el protocolo en la ceremonia y el estampado un beso a la primera dama y al secretario de Estado al recibir el premio, en un país donde solo se estrechan las manos en público. «Me salió la Argentina», sonríe divertido, y cuenta que luego charlaron con ellos y otros funcionarios, que estaban muy interesados ​​en su historia y su trabajo.

Rueda besa Jill Biden EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS


Rueda besa Jill Biden EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS

Para difamar la exclusión y la violencia

Rueda, nacida en Salta y criada en Buenos Aires, tiene 46 años y sufrió una dolorosa etapa de discriminación y violencia: «Fueron muchos años en la exclusión y sin derechos básicos. Como yo, mi comunidad, mis compañeras y mis amigas de mi generación, que muchas hoy ya no están debido a la violencia institucional. Esto involucra directamente al empleado de la policía de los años 80 y 90: la persecución a nuestra comunidad fue implacable”.

El activismo y militancia de Rueda llegó a los 23 años, cuando estudiaba Filosofía y conoció a la comunidad trans-travesti en el Hotel Gondolín, donde residían muchas de las compañeras que huían de esa violencia para buscar otras expectativas de vida. “En Buenos Aires la esquina era el destino”afirma.

«Desde entonces han sido pasos enormes en lo que es la conquista de derechos para nosotres: leyes de matrimonio igualitario, identidad de género, planteo del cupo laboral, Incluye el pedido de justicia por el travesticidio de Diana Sacayán y la ley de cupo, que era parte de l’agenda de Diana», cuenta Rueda, que mientras militaba se iba formando en el trabajo estatal y en políticas públicas con empleos en el Ministerio de Justicia, en el INADI en el 2006, uno de los primeros espacios que se le abrió a la diversidad Representante Especial para Orientación Sexual e Identidad Genérica de la Cancillería Argentinacon rango de embajadora.

En Argentina ha avanzado, asegura, pero estima que aún «falta muchísimo». “Creo que estamos en camino y me parece hermoso ver cambios importantes. Es otra argentina de la que me parió hace 46 años”.

Exterior político

Su trabajo es la política exterior. «Yo ser embajadora de nuestro país y llevar adelante una vocería del trabajo que hacemos. Lo que remos hacer es contar todas las desigualdades que hay en las personas LGTBQ+, identificar agendas comunes y tratar de dialogar, sabiendo que el sur global también tiene saberes. Y no solamente describimos las desigualdades, sino también la valentía y la generación de políticas públicas para poder a bordo de esto. Tiene que ver con buscar vínculos para el intercambio de experiencias”, cuenta.

Señala, por ejemplo, que hoy muchos países, particularmente en Asia Pacífico, trabajan en proyectos de ley de reconocimiento de identidad de género y otros países en África que descriminalizaron a la comunidad LGTBQ+. “Nosotros queremos que se emppiecen allí a trabajar en una agenda de políticas públicas y Vea nuestra experiencia«, él dice.

Rueda rescata el haber podido conocer a sus otras compañeras de galardón: una médica afgana, una teacher de la República Centroafricana, una líder indígena de Costa Rica, una periodista de Etiopía y otra de Polonia, una militar malaya que lucha por los derechos de los discapacitados y una trabajadora de la salud ucraniana que ayudaron a revelar las atrocidades rusas, entre otras.

Rueda entre las premiadas.  REUTERS/Evelyn Hockstein


Rueda entre las premiadas. REUTERS/Evelyn Hockstein

“En diversos ambitos, sostienen una lucha cotidiana. His muy valiosos» y destacaron que «una cuestión fundamental es que Estados Unidos haya reconocido a una mujer trans dentro de la plataforma de los premios al valor y al coraje de las mujeres. Me parece realmente un paso afirmativo porque habla de las intersecciones de las agendas de las mujeres y las mujeres trans siendo parte de esas intersecciones. Creo que es un mensaje afirmativo y el mensaje fuerte es si esto decanta en una política exterior en esta línea”.

MEDIO

Mira también