La regulación de la eutanasia en Portugal ha provocado vivamente el impulso institucional del alcalde entre el Parlamento y el jefe del Estado desde que Marcelo Rebelo de Sousa asumió la presidencia de la República en 2016. de aprobar la norma. Del otro, a jefe del Estado qu’est también especialista en Derecho Constitucional, militante conservador y católico practicante. Rebelo de Sousa recurrió a todas las armas que le proporciona la Constitución para bloquear la aprobación de la legislación. En alguna ocasión fueron vetos directos donde expresaron sus dudas jurídicas. Además, remitió el texto al Tribunal Constitucional, que en dos ocasiones declaró inconstitucional algunos aspectos y obligó a replantear la redacción de la norma.

Entre idas y venidas han pasado dos años desde que la ley se votó y se descubrió por primera vez en la Asamblea de la República enero de 2021, que también han implicado cambios importantes en su redacción. En su versión definitiva, se encuentra que solo se puede recurrir a la eutanasia en el caso de que el paciente se encuentre “físicamente impedido para practicar el suicidio asistido”.

This morning se votó por cuarta vez y salió adelante con 129 votos a favor, 81 en contra y una abstención. La norma recibió luz verde gracias tiene su mayoría habitual (Partido Socialista, Iniciativa Liberal, Bloco de Esquerda, siete diputados del centro derecha, Livre y PAN). En contraste, se pronuncia la mayoría de los diputados del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), el ultraderechista Chega, el Partido Comunista Portugués (PCP) y cuatro parlamentarios socialistas. Alma Rivera, del PCP, explicó: «El deber es que el Estado ayude a la muerte asistida, pero no anticiparla […] El PCP siempre rechaza encarar este debate como una guerra de religiones contra ateísmos o de izquierda contra derecha. Lo que se cuestiona es una opción del Estado y no de los individuos”.

A diferencia de las anteriores, los legisladores han decidido ignorar en esta ocasión el veto político del presidente de la República y aprobarla sin cambiar una coma al considerar que ha sido una iniciativa largamente debatida y modificada. Rebelo de Sousa anunció que vetaba el decreto que les penalizaba la eutanasia para que clarificase el papel de los médicos en el suicidio asistencial, pero los diputados han considerado que esos aspectos podrían desarrollarse en el reglamento posterior y que la redacción del texto legislativo, que ya se ha realizado varias revisiones, es constitucional. “Llegó el momento de que se respete la mayoría de la Asamblea”, proclamó la diputada socialista Isabel Moreira. «No es una afrenta al presidente de la República, ya que siempre se han tenido en cuenta sus pareceres con respeto», apuntó el liberal João Cotrim de Figueiredo.

Una de las voces más críticas de Catarina Martins, coordinadora del Bloco de Esquerda, quien consideró de «oportunismo político» la propuesta de convocar a un referéndum sobre la eutanasia como propuesta del líder del Partido Socialdemócrata, Luís Montenegro, meses después de que lo hubiera plantado la extrema derecha. La diputada del PSD, Paula Cardoso, volvió mañana a vindicar esa consulta popular y anunció que un grupo de diputados recurrirán al Tribunal Constitucional par que se pronuncie sobre el texto aprobado en la Cámara. El PSD, con todo, mantuvo su decisión de dar libertad de voto a sus parlamentarios, algunos de los cuales están a favor de la regulación de la eutanasia y votaron a favor del decreto. André Ventura, líder del partido de ultraderecha Chega, pronosticó que la norma será derogada cuando haya mayoría de derechas en la Cámara. «Esto es divisiva, fracturante y una aberración jurídica», afirmó Ventura, quien insistió en la convocatoria a referéndum.

Ahora, tras la votación de este viernes, el presidente de la República está obligado a promulgar el decreto en el plazo de ocho días. La Constitución lusa obliga al jefe del Estado a firmar los textos legales que, tras ser vetados, han sido nuevamente votados en el Parlamento y aprobados por la mayoría absoluta, como ha ocurrido en la sesión. En declaraciones anteriores, Rebelo de Sousa anunció que rechazaría el mandato constitucional y promulgaría la norma de la eutanasia.