Esta semana han aparecido cuatro pequeños zorros muertos y amontonados en una cuneta del municipio de Teo, vecino de Santiago de Compostela. Porque es obvio que quien los mató lo hizo furtivamente, sin notificarlo a la Xunta de Galicia y fuera de cualquiera de los cinco campeonatos autorizados que entre enero y febrero alargan la presión sober estos mamíferos más allá de la temporada de caza menor, que acabó el día de Reyes. Estos cadáveres abandonados en cualquier parte no existente para la Administración, que, sin embargo, hace un recuento anual de todos los ejemplares que notifican las asociaciones gallegas de caza, una media de 15.000 raposos caídos al año, según la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente.

La cifra ganó mucho antes de la pandemia, con más de 17.000 zorros muertos en la temporada 2018-2019. Los datos de la última campaña todavía no se conocen. Las estadísticas oficiales, desveladas esta semana por la Xunta a la Fundación Franz Weber (FFW), rebasan en varios kilómetros las estimaciones de que el colectivo animal viene haciendo periódicamente. Los datos fueron solicitados por su portavoz en la comunidad autónoma, Rubén Pérez Sueiras, quien explicó que acabó comprando amparo a la Valedora do Pobo (Defensora del Pueblo gallego) por la mora en la respuesta gubernamental.

«No hay saldos reales de la población de zorros para autorizar los animaux que se pueden cazar al año. La Xunta confiar en los cazadores: hace estimaciones a partir de los datos de revisiones e inventarios realizados por cada Tecor [Terreno Cinegéticamente Ordenado] que la proporcional el propio vestíbulo”, dijo Pérez Sueiras. “Llevamos años denunciando que no existe base científica para esta barbaridad de animales cazados”, protestó.

Otros grupos de defensa natural, Ecoloxistas en Acción, solicitaron enero a la Fiscalía que abra diligencias de investigación «por un presunto delito contra el medio ambiente» por lo que definen como «masacre» del zorro en Galicia, con una media de «un 33,56% de animales muertos cada temporada», «más de un tercio», sobre la población total que se calcula. Antón Arrojo Reguera, biólogo, cazador y portavoz oficial de la Federación Galega de Caza (FGC), explicó que los campeonatos se autorizan, después de la campaña anual, “para completar los cupos” permitidos en aquellos tecores que no alcanzaron la cifra. «Se trata de liquidar el existencias”, Zanja Pérez Sueiras.

La caza, despues que el futbol

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La de los cazadores, con cuatro sedes provinciales y una autonómica en el estadio de fútbol de Santiago, es la federación deportiva de Galicia con más socios después de la de balompié. «Tenemos 20.300 federados, es decir, representamos un 60% de los cazadores» que salen al monte en la comunidad autónoma, «y somos un sector tan pujante como el vitivinícola para la comunidad”, subraya el portavoz. «En cada municipio [en Galicia hay 313] existen una o dos sociedades de caza, en algunos, tres, y todas invierten diez años de millas de euros para gestionar y mantener el medio natural”, reivindica. “El nuestro es un aprovechamiento sostenible, como puede serlo la madera. El cupo de capturas lo aprueban técnicos de la Xunta, gente que estudia una carrera para eso”, sigue defendiendo Arrojo.

«Dar un recuento total de zorros cazados es como decir que se matan 100.000 cerdos… en un día es mucho, pero si te dicen que es en 10 años no es tanta burrada», comparó la misma fuente. “Esta es una polémica estéril: caza sí, caza no. Puedo ser del Madrid o puedo ser del Barça… pero la presión sobre el zorro es mucho menor que sobre el jabalí”, sostiene el portavoz de la FGC. «De hecho, el zorro se está beneficiando de que los cazadores están ocupados controlando el jabalí, que si no fuera por nosotros, más de la mitad de los obtendrán que abandonarán su actividad», afirma, y ​​añadió: » Pero claro, los ecologistas no hablan del jabalí, sino del zorro, porque es muy bonito”.

Pieles de zorro expuesta en el mercado de Examplesis (Suiza) en 2018. GIAN EHRENZELLER (EFE)

Las fechas de las competiciones provinciales de caza del zorro y la copa autonómica no aparecen señaladas en el calendario de la web de la FGC. El colectivo dice que no quiere «boicots injustos» de los animalistas, aunque no siempre logra evitarlos. En una de las famosas cuatro pruebas provinciales el pasado enero, la de Pontevedra, grupos defensores de la vida de los Animaux «anduvieron detrás de dos cuadrillas de cazadores pitándoles y tocando tambores para espantar a los zorros», describe Arrojo. «Cuando pasa esto, tenemos que descargar el arma, levantar la cacería y cambiar de zona», además de «llamar a la Guardia Civil», se queja. «If quieren dirimir este eterno débat que vayan a los juzgados… respecting the decision to acudir a la Fiscalía, al Supremo oa Bruselas, e incluso no nos importa que se manifiesten, pero reventar una actividad que es superlegal es de intolerantes».

El portavoz de la FGC tampoco reveló la fecha de la prueba autonómica, pero comentó que está prevista «para febrero», con la participación de 16 cuadrillas, las cuatro mejores clasificadas en cada provincia. Lamela, Salnés 2, Fradiz y Os do Furancho son el número de equipos que se han reclutado en estas ciudades, subvencionados por la Secretaría Xeral para O Deporte de la Xunta.

Durante el día de la competición, según Arrojo Reguera, un juez acompaña a cada cuadrilla y va puntuando varios aspectos como «el trabajo del perro o, que cada vez que se dispare, se recoja del suelo la vaina». Finalmente, y después de que «una empresa peletera» se lleve estos difuntos de cotizado pelaje, la fiesta cazadora acaba con una «comida de confraternidad» porque «en Galicia la caza es una forma de compartir; tiene un fuerte carácter social», ensalza el portavoz. «Eso es algo que también nos preocupa», indica Rubén Pérez: «Las jornadas de caza empiezan en el bar y acaban en el bar y son gente que lleva armas… ¿Por qué no les hacen controles de alcoholemia a los escopeteros? ”.

Ecoloxistas en Acción señala que, aunque la persecución del zorro rige por el reglamento de la caza menor, en las competiciones practica la modalidad de batida, «considerada de caza mayor por la ley vigente». Según los datos que pone sobre la mesa de la taxía de Galicia este colectivo, «el censo estimado por la Xunta» en mayo de 2022, «después de la pandemia en la que se redujeron las actividades cinegéticas y no hubo competiciones», era de 46.863 zoros. “Antes de la pandemia, en la temporada 2019-20, con toda seguridad habría menos”, sostiene el grupo ecologista. Ese ejercicio, según las tablas entregadas ahora por Medio Ambiente a FFW, fueron exterminados con permiso de la Xunta 15.728 ejemplares (y en los campeonatos cayeron 65), casi la mitad de ellos en Lugo, la provincia con más peso de las sociedades de caza . En la temporada 2018-19, fueron tiroteados 17.044 (129 en los trofeos), mientras que en los años en los que azotó con fuerza la covid, sin competiciones, aparecieron 14.909 (2020-21) y 13.848 (2021-22).

«Junta nacional de alimañas»

“Posiblemente estos números son superiores a los reales”, alertó Ecoloxistas en Acción, porque los tecores que lo solicitan no tienen que incluir en las capturas «los zorros cazados por daños». Unos estragos en corrales que, por otra parte, comenta el representante de FFW, son «difíciles de demostrar si no es con una camera de phototrampeo, porque es muy probable que el que mató a la gallina fuera una visión» de los que in Galicia viven en estado salvaje, «escapados de granjas peleteras». «Al zorro lo meten siempre en el saco de la Junta Nacional de Alimanas para tener argumentos para matarlo”, lamentó. El portavoz de la FGC no niega que los ataques de otros animaux acaben pagandolos los zorros, pero blande otro motivo a favor del control de la especie: «Hay mucha sarna, y la caza reduce el impacto de la enfermedad». A los trofeos, según la federación, asiste «un equipo veterinario de la Universidade de Santiago que toma muestras» de los Animaux abatidos «para analizar tejido, sangre y parásitos».

Zorro, protagonista de la campaña PACMA contra la caza.  PACM 26/01/2023
Zorro, protagonista de la campaña PACMA contra la caza. PACM 26/01/2023PACM (PACMA)

«Los cazadores se arrogan una función de gestores del medio casi divina», critica Pérez Sueiras, pero «a nivel de imagen social las matanzas de zorros, por simple ocio, son de lo peor». Su grupo plantó enero en un comunicado “prohibir” esta actividad “en la línea de lo que hizo Luxemburgo en 2015″, una medida “con excelentes resultados”, apunta: “Se ha logrado estabilizar la población de este mamífero y un descenso de bloqueado arriba como la tenia del zorro”. Este diario ha preguntado acerca de los cupos, los campeonatos y los censos a Medio Ambiente de la Xunta, pero no ha tenido respuesta.

“La presión sobre el zorro es muy alta porque se caza en todos los terrenos sin respetar ni los vedados; Porque se puede cazar por danos incluso en epoca reproductiva; Porque se pueden cazar crias y hembras seguidas de crias por ser considerada especie de caza menor, utilizardo modos y municiones de caza mayor y menor”, ​​advierte Ecoloxistas en Acción. El grupo recuerda que las sociedades de caza y las empresas ains se encargan de «sembrar» los montes de perdices y conejos criados en cautividad y «afectan al equilibrio natural», porque este alimento fácil, de Animaux not parados para la vida silvestre, contribuye para aumentar la reproducción de los zorros. «Así, los cazadores justifican la caza» de estos pequeños depredadores, y «son responsable de que la esperanza de vida de un zorro sea solo de unos tres años».

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