La Corte Suprema de El Salvador habilita la reelección presidencial inmediata

La Constitución salvadoreña indica que nadie puede ser candidato a la Presidencia que haya ocupado el cargo «por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediatamente anterior».

Presidente de El Salvador, Nayib BukeleEFE

La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador emitió este viernes un fallo en el que habilita al presidente en ejercicio a competir por la reelección inmediata, con la que Nayib Bukele podría buscar un segundo mandato en 2024.

En el fallo, los magistrados ordenan al Tribunal Supremo Electoral (TSE) permitir que «una persona que ejerza la Presidencia de la República y no haya sido presidente en el período inmediatamente anterior participe en la contienda electoral por segunda vez».

En otras palabras, si Bukele se hubiera desempeñado como presidente en el período 2014-2019, no podría buscar la reelección para el período de cinco años 2024-2029.

Los magistrados, nombrados el 1 de mayo después de que el Congreso destituyó a los magistrados constitucionales en un proceso ampliamente criticado, revirtieron así un fallo de 2014 que prohibía la reelección presidencial en los próximos 10 años después de dejar el cargo.

La Constitución salvadoreña indica que un candidato a la presidencia no puede ser candidato a la presidencia «por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediatamente anterior».

Los jueces sostuvieron que la interpretación de 2014 es «errónea» y señalaron que, en su opinión, la Constitución permite que un ciudadano sea presidente por un máximo de 10 años.

«Es el mismo artículo ordinal 152 1 que permite a un máximo de una persona ejercer la Presidencia durante 10 años y de hecho, la Asamblea Constituyente de 1983 exige que esos 10 años se ejerzan, si el pueblo así lo decide, de forma consecutiva», sentencia. lee.

Y añade: «Sería ilegítimo promover la continuidad del presidente o una reelección más allá de los 10 años, es decir, más allá de los dos mandatos».

Los magistrados también señalan una calificación para la reelección inmediata y señalan que «el presidente que se haya postulado como candidato presidencial para un segundo período debe estar obligado a solicitar una licencia durante los seis meses anteriores» al inicio del próximo período.

Es decir, si Bukele se inscribe para buscar la presidencia en 2024, deberá solicitar una licencia en diciembre de 2023 para respetar la «prohibición de aprovechar el cargo para realizar propaganda electoral».

Este cambio de criterio de los jueces se enmarca en un fallo que atiende a una solicitud para retirar los derechos de ciudadanía a una mujer salvadoreña que impulsó la reelección de Bukele.

La Sala anterior admitió el reclamo bajo el criterio de que el artículo 75 de la Constitución establece que «quienes apoyen» la «reelección o continuación del Presidente de la República, o empleen medios directos dirigidos a tal fin», pierden los derechos de los ciudadanos.

Los magistrados, cuya legitimidad es cuestionada por las organizaciones sociales y la oposición por la forma en que fueron elegidos, señalaron que dicho artículo se refiere a ciudadanos que apoyan una reelección presidencial más allá de dos mandatos consecutivos.

Entre los magistrados se encuentra un exasesor del Ejecutivo de Bukele, abogado del actual director de la Policía y excomisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública, quien fue elegido por Bukele en un proceso cuestionado.

El mandatario de 40 años ganó las elecciones presidenciales de 2019 en primera vuelta y con amplia ventaja.

Además, su popularidad impulsó al partido Nuevas Ideas (NI), liderado por uno de sus primos, a conseguir 56 de los 84 diputados del Congreso.

Bukele no ha comentado en las redes sociales, pero algunos de sus funcionarios y diputados de NI aplaudieron el fallo y alentaron su reelección.

El mandatario dijo el 1 de junio, cuando cumplió 2 años de gobierno, que no permitirá que el país retroceda al sistema que «nos sumergió en el crimen, la corrupción, la desigualdad y la pobreza» mientras «Dios dé fuerzas».