Los votantes han apostatado por el cambio que representó el proyecto impulsado por Luís Montenegro, candidato de la coalición Alianza Democrática (AD), en las elecciones anticipadas de este domingo. Después de un nuevo año, la derecha puede recuperar el poder perdido en 2015, cuando el socialista António Costa se alió con otras fuerzas de izquierda para presentar una moción de censura contra el conservador Pedro Passos Coelho. Costa abrió y probó su ciclo, ya que fue también su renuncia como primer ministro en noviembre, en la legislatura de Ecuador, la que obligó a la convocatoria electoral, transversal envuelta en una investigación judicial sobre irregularidades en proyectos de la empresa.

Con más del 93% de los votos, Montenegro logró una victoria con el 29,72% de los votos, por delante del 28,70% de su rival, el socialista Pedro Nuno Santos. El otro gran triunfador de la noche fue André Ventura, líder del partido ultra Chega, que consolidó su espacio como tercera fuerza parlamentaria y obtuvo el 20% de los votos, el triple del apoyo recibido en 2022. Ventura, exultante, afirmó se acercaba a la sede donde celebraba su triunfo de que los portugueses desean un Gobierno de AD y su partido. «Es un resultado histórico para Chega y es el día que significa el fin del bipartidismo», dijo.

Según el escrutinio adelantado este domingo, la distancia entre ambas partes se ha acortado. El ministro de Economía, Fernando Medina, alertó a los grupos que podrían darse cuando entraran los datos del control de Lisboa.

El resultado del domingo confirma a Chega como un partido político con un crecimiento vertiginoso en sólo cinco años. Desde las filas socialistas se quejaron de que el avance de la ultraderecha se producía cuando se celebraba el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles, ocurrida con la dictadura en Portugal en 1974. La oposición y prepararse para afrontar lo que se avecina, que Se espera que no sea bueno para los portugueses”, afirmó la ministra Ana Catarina Mendes antes del escrutinio. «Son los socialistas los que deben estar atentos y no abandonar la democracia», añadió.

Si la victoria de Montenegro parece clara tras las reuniones y el examen, la gobernanza parece más complicada, teniendo en cuenta que Montenegro, líder del Partido Socialdemócrata (PSD), ha reiterado que no abrirá la puerta a Chega, el partido de ultraderecha. Con datos provisionales, la coalición montenegrina no alcanzó la alcaldía absoluta entre sus representantes y los de Iniciativa Liberal (IL), un pacto que se ha mostrado disponible con formaciones anteriores también en campaña. Montenegro y el líder del IL, Rui Rocha, esperan desde hace un mes para expresar su deseo de participar en las elecciones electorales.

La gran incógnita es si el líder del PSD rectificará su negativa en el pacto con la ultraderecha. De mantener su compromiso, habría convertido en agridulce el triunfo de Ventura, quien aspiraba a ingresar al gobierno y cambiar la política en materia de justicia y seguridad de la ciudad. Sus votos provienen de votantes decepcionados de otros partidos, desde la derecha hasta la izquierda, y también de nuevos votantes. En las enemistades históricas de la izquierda, como Beja, lograron adelantar al Partido Comunista Portugués.

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En la izquierda parece confirmar la recuperación de una pequeña parte del terreno que había perdido en 2022 el Bloque Esquerda, que acudió a las urnas con la nueva candidatura de la economista Mariana Mortágua. La proyección os da entre cinco y sois diputados. Hace dos años había cinco cebos. El gran triunfo de la isla lo tiene el líder del Libro, Rui Tavares, que podría crear entre cuatro y seis parlamentarios, lo que le permitirá formar un grupo parlamentario. El Partido Comunista Portugués, que apareció por primera vez con Paulo Raimundo, sigue avanzando hacia la marginalidad y la causa de los seis acontecimientos actuales en el mundo.

En las elecciones anticipadas de 2022, los socialistas obtuvieron más de 700.000 votos sobre el PSD y tuvieron un alcalde absoluto que no esperaban. En aquella ocasión, el PSD se benefició de las nuevas fuerzas que tenía en su derecha como Chega e Iniciativa Liberal, que tras tener solo un diputado en 2019 se convirtieron en tercera y cuatro fuerzas parlamentarias. En esta ciudad, Montenegro decidió recuperar una coalición histórica, la Alianza Democrática, con el hecho de que su partido ganó unas elecciones por primera vez entre el fin de la dictadura.

Junto al PSD, la coalición integra el Centro Democrático y Partido Social Popular (CDS-PP, derecha conservadora) y el Partido Popular Monárquico (PPM), dos formaciones que no tienen presencia en la Asamblea de la República. Los monjes son una fuerza anecdótica, aunque el CDS-PP es un partido histórico que participó en la redacción de la Constitución portuguesa.

En la Asamblea de la República se eligen 230 diputados, lo que sitúa el alcalde absoluto en 116. Sin las elecciones Chega, Montenegro no tiene un alcalde permanente que le obligue a negociar presupuestos y leyes con la oposición. Durante el debate electoral, Santos anunció que no tenía previsto presentar una moción de censura contra su rival si Montenegro obtuviera más votos, aunque eso no significa que la gobernabilidad esté garantizada. Los resultados de Domingo podrían conducir a una situación de inestabilidad política que obligue a anticipar nuevos humoristas, el escenario que más preocupa al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, que ha advertido del riesgo de que el país entre en un ciclo de inestabilidad con frecuentes convocatorias electorales.

En las 16 ocasiones anteriores en las que se han celebrado elecciones legislativas en Portugal desde la liga de la democracia, el bloque de Izquierda ha dominado más en la Asamblea de la República que el de la derecha. En estas legislaturas hay hegemonía de la policía sobre las seis derechas. Desde 2015, cuando el socialista António Costa se salió con la suya con una moción para censurar al Primer Ministro conservador Pedro Passos Coelho, que había ganado las elecciones sin un alcalde absoluto, el Partido Socialdemócrata ha experimentado importantes descensos, que coinciden con el liderazgo de Rui Rio. El declive de la formación se produjo cuando surgieron nuevas fuerzas que supieron competir con su electorado con discursos más radicales, como el ultraderechista Chega o la Iniciativa Liberal.

Con el resultado de este Domingo, la izquierda pierde más terreno en Europa, donde Portugal era visto como un bastión socialista. La inesperada crisis política de noviembre, sin embargo, la planteó Delante, el alcalde absoluto que había conquistado Costa en 2022 y cerró el ciclo que él mismo había abierto en 2015.

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