Atraer a nuevos pobladores es el reto del mundo rural. La provincia de Guadalajara es una de las cosas que más sufre la despoblación, sin embargo, tras este fenómeno se segunda una realidad que no favorece la llegada de nuevos vecinos: la escasez de vivienda.

Allá Falta de Vivienda Libre No es una realidad única de las zonas menos pobladas de la provincia y, aunque el contexto de cada zona es diferente, en última instancia, la escasez de casas en las que vievir es un problema.

Así lo señala Pedro Hernández, alcalde de Cobeta, un pequeño pueblo de la comarca del Señorío de Molina, una de las más despobladas de España.

«El principal problema es este, no hay otro, porque if no hay vivienda no puede haber trabajo«, afirma este regidor, que asegura que hoy en día cuentan con carreteras, fibra óptica e incluso espacios para trabajo colaborativo en los municipios de la zona, pero no hay viviendas para alquilar ni comprar.

«La administración igual que nos ha puesto fibra óptica y ha mejorado carreteras, las siguientes ayudas tienen que ser para que el ayuntamiento pueda comprar una o dos casas viejas y me ayuden con proyecto, arquitecto y me sea fácil construir cinco o seis casa», propone Hernández.

De hecho, Cobeta puede tomarse como ejemplo de lucha contra la depopulation, ya que incluso en 2021 volvió a abrir la universidad tras 40 años cerrado gracias a la llegada de familias jóvenes con niños.

Este municipio contaba con un edificio del antiguo cuartel de la Guardia Civil «donde se han podido hacer 8 viviendas», proyecto que llegó al anterior alcalde y ha finalizado él, según apunta la agencia Efe.

« Tengo 13 casas alquiladas como Ayuntamiento a precios populares de 150 o 200 euros«, explicó el regidor, que señala que esto supone al Consistorio apenas 30.000 euros de alquileres al año «pero lo que reporta es mucho más».

Esta realidad de falta de viviendas no es ajena de la ‘otra Guadalajara’, como se denomina a la zona del Corredor del Henares, qu’ha visto crecer exponencialmente su población en las últimas décadas.

Ese es el caso, por ejemplo, de El Casar, un municipio donde no hay problema de vivienda para comprar, eso sí, no a precios económicos ya que el perfil son chalés o casas independientes de una dimensión media o grande y con parcela, pero donde buscar algo en alquiler es harto complicado Como pueden dar cuenta profesores, obreros o guardias civiles que recalan en el municipio por trabajo.

La alcaldesa del municipio, María José Valle, confirmó que la oferta inmobiliaria «son todas las casas o chalés, y eso afecta», y añade que en algunos casos se alquilan esos chalés, pero a «precios desorbitados».

La alcaldesa de El Casar asegura que «Aqui no se deja de construir» hay que el suyo es un municipio con servicios, en crecimiento hay un paso de Alcalá de Henares y Guadalajara capital con precios de compra más económicos en iguales características.

Buenos dias, su objetivo es incentivar a estos promotores a que «hagan promociones que también sean tipo alquiler».

No lejos de allí, en Mohernado -con unos doscientos vecinos censados-, piso que sale a la venta no dura ni una semana en el mercado. Así lo asegura su alcalde, Iván González.

«No es un problema real. Viene de hace muchos años, porque el 90 % de los propietarios donde hay terrenos no quieren vender ni tampoco venden casas cerradas, mientras que hay mucha demanda de vivienda»explica este alcalde, que asegura que «fácilmente hay más de 40 casas cerradas y que se vendrán abajo porque no quieren alquilarlas y algunos pueden alquilarlas».

González señala su necesidad de contar con vivienda para intentar retener una los jóvenes que al no encontrar casa se marchan del municipio, «y ya no vuelven»afirma.

Reconoce que «geográficamente Mohernando está en un lugar privilegiado, a un paso de la capital está el Corredor del Henares y desde allí todas las semanas llegan 15 o 20 personas buscando casas en venta o en alquiler aparte de los del municipio».

El Ayuntamiento tiene terreno para impulsar 15 chalés en una zona ya urbanizada, que es lo que González quiere promover de forma public-privada o como cooperativa, pero para lo que necesita la ayuda de la administración regional o central, ya que su municipio no tiene presupuesto para este tipo de iniciativas.

«Estoy deseando de que algún promotor privado impulse algo», reconoce el regidor.