El 26 de agosto se conmemoró la IV Conferencia Anual sobre los Derechos Humanos de las Mujeres Mayores, liderada por la experta en feminismo y estudios sobre la mujer, Gladys Miller, y las organizaciones Longiviarte, Mujeres Mayores Afrodescendientes de Panamá y la Red contra la violencia doméstica y violencia sexual (Chiriquí), así como la organización de Agenda Ciudadana.
En el encuentro de mujeres, las ponentes María Isolina Dabove, Irasema R. de Ahumada y Gladys Miller destacaron la importancia de los derechos humanos de las personas mayores en un contexto pandémico.
Uno de los puntos de mayor preocupación para las organizaciones presentadas en la conferencia es el pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que propone la vejez como enfermedad dentro de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE). Dentro del documento, en su tercer volumen, la vejez se posiciona en el apartado de “Inadaptación (adolescente) (adulto)” como un “estado patológico”.
Diversos organismos internacionales se han pronunciado en contra de esta toma de decisiones por parte de la entidad global, como la Red Transdisciplinaria sobre el Envejecimiento (RedEn) de la Universidad de Chile, que hizo un comunicado enfatizando que “corresponde a un grave retroceso en materia de discriminación desde considera como patología lo normal y esperado en la vida ”.
El rechazo a este nuevo documento, que comenzará a regir tanto los centros de salud como los centros financieros de diagnóstico y síntomas en personas en 2022, se presenta por el papel “contradictorio” del organismo (OMS), que a su vez celebra la Década. del Envejecimiento Saludable (2020-2030).
Esta conmemoración está dividida por instrucción de la entidad global en 4 áreas de acción para “promover una sociedad y un mundo para todas las edades”, donde se ofrece a diferentes organizaciones la oportunidad de trabajar juntas para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y el comunidades en las que viven.
“Creemos que como sociedad debemos desarrollar una respuesta al envejecimiento, utilizando estrategias que refuercen la recuperación y el crecimiento psicosocial. Por ello, instamos a combatir los estereotipos que actualmente definen lo que significa ser “viejo o viejo”, dijo RedEn en un comunicado oficial.
“Es necesario cambiar para señalar esta etapa como llena de deficiencias, enfermedades y dificultades, por un concepto de período, como los demás del curso de la vida, con características particulares positivas y negativas. Las personas mayores en ningún momento dejan de ser sujetos de derecho y respeto ”, destaca el documento.
En medio de la pandemia, el 60% de la población de adultos mayores fue el más afectado por el contagio de Covid-19, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“La pandemia de Covid-19 ha enfatizado las necesidades y vulnerabilidades de las personas mayores con respecto a su derecho a la salud”, dijo Carissa F. Etienne, Directora de la OPS / OMS.
“Con demasiada frecuencia, no escuchamos sus voces y perspectivas cuando se trata de su cuidado. Las personas mayores tienen el mismo derecho a recibir atención que cualquier otra persona. Ninguna vida es más valiosa que otra ”, sostuvo.
“Panamá debe avanzar hacia la ratificación de la convención ya que es la base para el desarrollo de políticas e instrumentos legales gerontológicos que sean soluciones en temas específicos que atraviesa el envejecimiento”,
MARÍA ISOLINA DABOVE,
ABOGADO
El alto número de muertos por el coronavirus, que se centró en los adultos mayores durante los primeros días de la pandemia, fue la cima del iceberg en términos de falta de acceso a la salud en América Latina. Incluso antes de la pandemia, más del 50% de las poblaciones mayores carecían de acceso a algunos servicios de salud esenciales, indicó el estudio.
Esto, sumado a la discriminación de las personas mayores y la “invisibilidad” de sus voces en la toma de decisiones públicas, es considerado un “revés en la sociedad” por los organizadores del masivo encuentro femenino panameño.
Proyectos panameños
La doctora Irasema Rosas de Ahumada, quien también es coordinadora de la Dirección de Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), destacó que el 23 de junio se incluyó un Decreto Ejecutivo que reemplaza al del 3 de enero de 1999, por el cual se dictar normas para la apertura y administración de centros de atención integral para personas mayores (corta, larga estancia o guardería). Panamá cuenta con la Ley No. 228 que crea el programa “Day House” y los “Long Stay Homes” para una población de 70 adultos mayores (35 hombres y 35 mujeres).
Perspectivas para el futuro
Por su parte, la directora del Centro de Investigaciones en Derecho del Adulto Mayor de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), María Isolina Dabove, señaló dentro de su aporte a la conferencia nacional que “las políticas en el mundo se están desarrollando de manera contradictoria”, Destacando que en 2020 la OMS aprobó cambiar la palabra “senilidad” por “vejez” para ser incluida en el catálogo de enfermedades de 2022, pero también “declaró la Década del Envejecimiento Saludable, que contradice si la vejez es una enfermedad o un período” de vida que puede ser saludable ”.
Isolina, experta en Derecho de la Vejez, abordó en su planteamiento la necesidad de definir el inicio de la vejez en 60 años, “dando un rango de 20 a 30 años de vida”, y que se entrelaza con las predicciones de esperanza de vida. vida de la OPS que indican que se estima que para el 2050 el número de personas mayores de 60 años se duplicará a nivel mundial y en la región de las Américas.
Asimismo, en 2025, las personas de 60 años (o más) representarán el 18,6% de la población total de la región. “América Latina y el Caribe es la segunda región de más rápido crecimiento en términos de número de personas mayores de 60 años, detrás de África. Sin embargo, el aumento de la esperanza de vida no se traduce en calidad de vida ”, dijo el informe oficial.
El abogado, quien también formó parte de la edición de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, señaló que Panamá debe avanzar hacia la ratificación de la convención ya que es “la base para el desarrollo de la gerontología y la instrumentos legales para ser soluciones en temas específicos que atraviesa el envejecimiento ”. Asimismo, enfatizó que la gerontoglobalización surge como un proceso que “transforma la forma en que se ve a los adultos mayores” y busca dar protagonismo a sus derechos sin perpetuar la discriminación por “vejez”.
Según el informe presentado por la OMS sobre el maltrato a los adultos mayores, en el último año aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrió algún tipo de maltrato en entornos comunitarios. “Las tasas de abuso de ancianos son altas en instituciones como hogares de ancianos y centros de atención a largo plazo: dos de cada tres trabajadores en estas instituciones informan haber infligido abuso en el último año”, afirma el documento, y agrega que durante la pandemia de Covid-19, la tasa de abuso de los ancianos ha aumentado.
Para luchar contra la discriminación por edad y la vejez, es decir, la discriminación de las personas mayores, Isolina señaló que las sociedades deben reconocer la aplicación de recursos como la igualdad, el trato preferencial (por características del envejecimiento), el enfoque diferencial y la diversidad; asimismo, la pertenencia a la comunidad, y la información accesible a los derechos de acuerdo con la convención de la OEA tales como: el derecho a la salud (artículo 19), el derecho a la accesibilidad y movilidad personal (artículo 26), y la ayuda en situaciones de riesgo y emergencias humanitarias (artículo 29) e igual reconocimiento como persona ante la ley (artículo 30).