“[…] Dhafer Youssef, intérprete de laúd […]. Su trabajo fue elegido para la presentación de agosto del programa virtual Entre amigos, […]”
Las referencias más antiguas a la música tunecina proceden del siglo XVII. Todos se refieren a costumbres vinculadas a la cultura religiosa y hermandades que se congregaban para cantar canciones en dialectos árabes. Los referentes fueron la idolatría y la sumisión a la palabra divina; alabanza al profeta, desconcierto místico, entre otros. Se caracterizaron por el énfasis coral y múltiples variaciones tonales lentas o rápidas.
Estos formatos no variaron a partir de entonces y se pasaron del boca a boca a los tiempos modernos. El surgimiento de los medios de comunicación de masas estimuló su popularidad y constituyó la gran base de las manifestaciones que desarrollaron compositores y artistas, tanto en el canto como en la interpretación instrumental. Uno de ellos fue Dhafer Youssef, un intérprete de laúd y voz que recoge estas enseñanzas de las experiencias en el templo.
Su trabajo fue elegido para la presentación en agosto del programa virtual Entre amigos, promovido por World Music Panamá con Óscar Oviedo, con periodicidad mensual. En esta ocasión hubo un diálogo entre Karina Núñez, violonchelista de la Orquesta Sinfónica de Panamá; Carlos Camacho, profesor de percusión y director de la Escuela de Música de la Universidad de Panamá y el propio promotor.
El personaje seleccionado nació en Teboulba, una pequeña comunidad en la costa tunecina. Allí se formó en el canto coral y, desde muy joven, pudo sentirse atraído por el jazz, que empezó a escuchar a escondidas para no ser acusado de violar las ordenanzas del Corán. Para involucrarse en los ritmos de la moda y conocerlos mejor, Youssef se mudó a París y de allí, y en Viena, mostró un arte lleno de fusiones que no olvidan su origen.
El producto melódico del tunecino se transforma en evocaciones de su tierra. Combina el laúd con el piano, tabla, guitarra o trompeta, con colegas suizos, noruegos, franceses, produciendo un sonido nuevo para quienes lo escuchan. También matiza rítmicamente con su propia voz, que recuerda todo el ambiente vocal en el que creció, y que le permite lograr modulaciones que van desde tonos muy bajos hasta niveles de agudeza casi mítica.
El trabajo de Youssef está plasmado en nueve álbumes que grabó entre 1999 y 2018, con títulos como Divine Shadows, Malak, Electric Sufi, Digital Prophecy, Birds Requiem, Abu Nawas rhapsody y Sounds of Mirrors. Ha conseguido importantes nominaciones y es conocido en toda Europa. Desde 2015 inició el proyecto Sligo Jazz con un cuarteto en Irlanda y, en los últimos años, se ha destacado por sus colaboraciones con importantes figuras.
Los participantes del encuentro Entre amigos hablaron sobre el proyecto de Youssef y destacaron las capacidades que ha alcanzado al transmitir el espíritu tanto de su país como acercamientos al clima social de la India. A través de sus ideas, es posible un enfrentamiento entre modelos tan diferenciados como los ritmos complejos del jazz, el rock y los que identifican el norte del continente africano, en la variante árabe.
El próximo intercambio de amigos tendrá lugar el 9 de septiembre, para escuchar al grupo San Telmo Lounge, de Argentina, que desarrolla el electrotango o technotango. Es una banda formada hacia 2003 por músicos rosarinos y de varios países. Es un colectivo de “transformación constante”, como ha dicho su líder y que ha revolucionado los escenarios al integrar sonidos muy típicos argentinos con influencias electrónicas.
Primero, con los conciertos instrumentales, después decidieron incluir textos y ahora han logrado una aceptación de su público con materiales comunes a quienes escuchan, pero que contienen un trasfondo que recuerda a las grandes figuras mundiales solas o en forma de grupos. Esperamos con ansias esta presentación del grupo sureño en unos días y el diálogo de los invitados de World Music Panamá.
El periodista