Abimael Guzmán, el mayor asesino de la historia del Perú, principal responsable de la muerte de más de 69.000 personas como fundador y líder de la banda terrorista Sendero Luminoso, falleció ayer sábado a los 86 años en el penal de la Base Naval del Callao. donde había estado detenido desde 1992.
La muerte de Guzmán se produjo en la mañana del sábado, luego de varias semanas de deterioro en su salud, afectado por psoriasis e hipertensión, lo que lo llevó a ser atendido por médicos hasta ayer, según el centro de detención.
El presidente peruano, Pedro Castillo, dijo que Guzmán era «responsable de la pérdida de innumerables vidas de nuestros compatriotas», a través de un mensaje en Twitter.
“Nuestra posición de condena al terrorismo es firme e inquebrantable. Solo en democracia construiremos un Perú de justicia y desarrollo para nuestro pueblo ”, agregó.
Cabecilla terrorista
Guzmán fue uno de los primeros internos en esta prisión construida especialmente para líderes terroristas, durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), y que estuvo bajo el control de la Marina.
Cumplía cadena perpetua por terrorismo y su estado de salud se deterioró en los últimos diez años desde que su esposa Elena Iparraguirre fue trasladada a otra prisión, considerada Sendero número dos y actualmente el único familiar conocido del líder terrorista en Lima.
Toda una vida en subversión
Nacido el 3 de diciembre de 1934 en el sureste de Arequipa, Guzmán fundó Sendero Luminoso en 1979 bajo los cimientos del marxismo-leninismo-maoísmo, luego de haber realizado actividades subversivas en su época de estudiante y de promover el Partido Comunista del Perú cuando era profesor. de la filosofía en la ciudad de Ayacucho.
Buscó entrenamiento militar y financiamiento en China y la Unión Soviética, y luego de la creación de Sendero Luminoso, adoptó el alias de «Camarada Gonzalo» para pasar a la clandestinidad y lanzar su primera acción armada en las elecciones generales de 1980, a la vuelta. de Peru. a la democracia después de los años de gobierno militar.
Las masacres de comunidades campesinas enteras, ataques a instalaciones públicas y asesinatos selectivos de autoridades y fuerzas militares fueron registrados en detalle por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), creada para reparar a las víctimas y esclarecer responsabilidades de los años de violencia. terrorista.
Así, Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fueron identificados como los principales responsables de las más de 69.000 víctimas entre 1980 y 2000 en el país.
Cerca de 30 años de prisión
Hoy, 12 de septiembre, se cumplen 29 años de la captura de Guzmán en Lima por un grupo especial de inteligencia de la Policía Nacional, que siguió sus pasos junto a toda la cúpula de su organización, que también fue capturada y sentenciada.
Años después de la captura de Guzmán y la firma de un acuerdo de paz con el entonces gobierno de Fujimori, los remanentes de la organización se trasladaron al Valle selvático de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) encabezado por los hermanos Quispe Palomino. , para convertirse en aliado de las mafias del narcotráfico.
Desde su arresto, Guzmán sostuvo que sus ideas le sobrevivirían en la mente de los demás, por lo que varias voces vinculadas a Fujimori y otros sectores políticos pidieron este sábado que no se permita la construcción de una tumba con sus restos, que se pueda convertir en un lugar de peregrinaje.
La legisladora de Fuerza Popular, Martha Moyano, hermana de la líder popular María Elena Moyano, asesinada por Sendero, dijo que necesitaba estar segura de la muerte de Guzmán.
«Necesitamos, al menos, que se muestre el cuerpo, (…) lo que no me gustaría es que tenga un mausoleo», dijo Moyano.
Moyano se hizo así eco de una tesis difundida por sectores de la derecha y extrema derecha peruanas en las horas inmediatas a la muerte de Guzmán, que argumenta que el líder terrorista aún puede estar vivo y que el anuncio de su muerte puede ser una estratagema para destituirlo. desde la cárcel.
A su vez, el exministro Fernando Rospigliosi dijo que «los restos del genocidio, el mayor criminal de la historia peruana, deben ser incinerados y las cenizas arrojadas al mar».
Evite las disculpas por el terrorismo
Sin embargo, el expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y excanciller Diego García Sayán dijo que era innecesario abrir una discusión sobre si había fallecido o no, ya que será el médico forense quien tenga la palabra.
Sayán agregó que es necesario «evitar que se convierta en un lugar de peregrinaje y hacer un uso favorable de las hostias que lo siguen».
El ministro de Justicia, Aníbal Torres, se declaró a favor de la cremación de los restos de Guzmán porque cualquier acto de homenaje sería una apología del terrorismo.
«Es absurdo decir que Abimael no ha muerto, estamos informando todo como ha pasado», dijo Torres a TVPerú Noticias.
Agregó que era factible que la Fiscalía ordenara el traslado del cuerpo a la morgue.