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Ante la preocupación de que el presidente Biden no sea el mejor candidato en las próximas elecciones, varios donantes importantes del Partido Demócrata están tomando medidas para presionarlo para que no busque la reelección. Utilizando su influencia financiera, estos donantes lanzan una serie de iniciativas a sugerencia de un candidato alternativo.
Esos esfuerzos, algunos coordinados y otros más fragmentados, ponen de relieve una creciente brecha entre la base de donantes del partido y Biden, que podría tener ramificaciones en las elecciones locales, independientemente de si logran ganárselo o no.
Aunque Biden ha confirmado su intención de permanecer en la carrera, las críticas a su actuación en el último debate son motivo de preocupación. En respuesta, un grupo de donantes está intentando recaudar 100 millones de dólares para un fondo llamado Next Generation PAC para apoyar a un candidato sustituto. Si Biden no se retira, estos fondos podrán utilizarse para apoyar a otros candidatos demócratas.
Algunos donantes promocionan a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora preferida, y otros amenazan con retener las contribuciones a Biden y otros grupos demócratas a menos que dé marcha atrás. Otros esfuerzos apuntan a financiar candidatos en las elecciones locales y estatales, y alentar a los funcionarios electos a presionar públicamente a Biden para que renuncie.
Gideon Stein, un donante influyente, anunció que retendría 3,5 millones de dólares en donaciones previstas hasta que Biden deje el cargo. Abigail E. Disney también ha dejado claro que no hará más donaciones hasta que Biden sea reemplazado.
Si Biden mantiene la candidatura, enfrentará una brecha financiera significativa con sus mayores donantes en un momento crucial. Aunque las donaciones en línea han aumentado desde el debate, los grandes donantes siguen preocupados y algunos continúan apoyando, aunque con reservas.
El PAC Next Generation, liderado por figuras como el multimillonario de criptomonedas Mike Novogratz y el director de Hollywood Andrew Jarecki, planea recaudar entre 50 y 100 millones de dólares. Este grupo retendrá los fondos hasta que Biden renuncie o hasta la Convención Nacional Demócrata, cuando decidan cómo utilizar el dinero, ya sea para apoyar a un nuevo candidato u otros demócratas.
Los esfuerzos de los donantes también benefician a Harris, quien ha comenzado a generar apoyo de donantes adinerados y sus conexiones. Si Biden se retira y Harris lo reemplaza, podría heredar una cantidad significativa de fondos de campaña. Sin embargo, si otro candidato ocupa su lugar, el proceso de transferencia puede complicarse.
Algunos donantes han expresado abiertamente su deseo de cambiar de candidato, mientras que otros se preguntan qué pasará con su dinero si Biden da marcha atrás. A pesar de las dudas, algunos partidarios de Harris están dispuestos a apoyarlo públicamente, citando su capacidad para unir al país.
En resumen, los donantes demócratas se están movilizando intensamente para influir en la decisión de Biden y conseguir un candidato que consideren más viable en las próximas elecciones presidenciales.
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