El país se enfrenta al dúo de políticos y empresarios corruptos que, atrincherados en el ámbito gubernamental, con mayor recurrencia y agresividad amenazan los recursos públicos. La cúpula empresarial panameña no se conforma con nada, acapara lo poco que se produce y controla o comparte con capital extranjero toda la actividad terciaria y extractivista. Además, ha encontrado en la clase política un gran aliado, que no solo acaba cediendo a los reclamos ilimitados de los empresarios que realmente controlan este país, sino que también ha hecho de la esfera pública una fuente importante para incrementar sus arcas (negociado, entrega de recursos nacionales; es decir, la venta de la patria). Una lista ligera de los últimos escándalos de corrupción da cuenta de esto.
La Fiscalía abre un proceso contra Lau y tres directores (Edwards, Bachanan y Alba) de la CSS por el viaje a México (pago del viaje por empresa que negoció con la CSS), en lo que es, sin duda, más de un conflicto de intereses .
Caso de nepotismo: nombramiento de la hermana de la viceministra de Miviot en la Defensoría del Pueblo (Clarisa Martínez López).
Las quejas sobre el contrato de los puertos de Panamá y otros puertos, el acuerdo previo informado con Minera Panamá-First Quantum Minerals (FQM).
Los centros clandestinos o disfrazados de legalidad de vacunación y hisopos (incluido el de Tocumen y el que involucra a altos funcionarios del Minsa en viajes a las islas de Taboga y Contadora).
Recargos en compras y obras en caso de pandemia, la contratación de empresas involucradas en casos de corrupción, como Louis Berger Group, la Ciudad de la Salud y las negociadas en la Caja de Seguridad Social.
Secreto con los contratos de vacunas.
Las habituales botellas de brujas y hojas de cálculo.
Violación de las normas de bioseguridad por parte de autoridades y funcionarios de alto nivel (partidos).
El escándalo en la Lotería Nacional de Caridad y Senniaf.
Especulación con los precios de los alimentos y necesidades básicas.
La negociación de bonos y bolsas de alimentos del Programa Panamá Solidario.
Por si fuera poco, los escándalos presupuestarios, nóminas y negociaciones de la Asamblea Nacional, sumados a los “espectáculos” de los diputados, que ven el local de la Asamblea como un cobertizo.
La gente sabe que las llamadas “investigaciones hasta las últimas consecuencias”, como tantas otras en diversas administraciones gubernamentales, van a ir a la nada.
Ante tanto escándalo de corrupción, el Ejecutivo busca escudarse y garantizar la impunidad a partir de ahora. La aprobación de la Resolución 71 de 4 de agosto de 2021 del Ministerio de la Presidencia, que revoca la Ley 6 de 2002, en materia de “transparencia” y acceso a la información pública “, declara como de acceso restringido la información, las actas, notas, archivos y demás registros. o evidencia de las discusiones o actividades del Consejo de Gabinete, el presidente o vicepresidentes (sic) de la República y el secretario del Consejo de Gabinete ”. Como denuncia Frenadeso,“ Restringe la información a 10 años, precisamente el período en que prescriben la mayoría de los delitos de malversación, tráfico de influencias, corrupción de servidores públicos, enriquecimiento injustificado, delitos contra la propiedad y otros contra la administración pública. de delitos punibles con penas no privativas de la libertad, sólo tres 3 años ”.
Este cuadro de la situación revela lo que los sectores populares viven año tras año frente a las políticas de gobiernos proempresariales, que ven en la esfera pública una fuente para seguir hinchando sus arcas personales, sin que se juzgue a personas corruptas o corruptoras. fecha. Prevalece una mafiocracia que agudiza la crisis institucional.
Los panameños honestos tenemos la obligación de romper con las prácticas gánsteres a las que los grupos de poder económico y sus partidos políticos tradicionales y de reciente aparición, todos neoliberales, antipopulares y sumisos, intentan arrastrarnos.
La única salida real de este estado de descomposición institucional, para lograr una sociedad verdaderamente justa, es organizarnos, construir el poder popular y crear las condiciones para la autoconvocatoria del pueblo de una Asamblea Constituyente Originaria, con plenos poderes, capaz de fundar uno nuevo. república.
Secretario General de Conusi-Frenadeso.