Aunque el fenómeno fue más intenso en 2015, en plena recuperación inmobiliaria, el dato cobra más relevancia al producirse en un 2022 de registro, en el que se compraron casi el doble de viviendas. La costa, en la cabeza.
Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007, un fenómeno interesante y hasta se podrá decir que constrainitivo. La compraventa de vivienda por parte de extranjeros empez a crecer a buen ritmoy eso que la poblacion inmigrante
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