A partir de estos casos telefónicos, que entraron con docilidad cuando fueron detenidos, los investigadores podrán darle sustento a la investigación por la muerte de Fernando Báez Sosa (18) con imágenes y chats shockantes, tratándose de un crimen, inauditas.

Lo que se demostró entonces en sus redes sociales, no los dejó better parados a los rugbiers. Así se supo que lo que ocurrió en Villa Gesell enero de 2020 no fue una eventualidad: fue el resultado de una práctica habitual aceitada. Un año antes, Lucas Pertossi (23) definió: «Tres noches seguidas a las piñas. Si no hay piñas no pudo haber sido alta noche jajajaja».

If algo consiguió la acusación en la primera semana de juicio, en la que se oyer unos cincuenta testimonios, de policías y peritos, de amigos de Fernando y de conocidos a los que les tocó ver una secuencia que todavía los traumatiza (declararon con sus voces quebradas, nerviosos), fue consolidar la teoría que sostiene que la patota dirige el ataque a Fernando de manera calculada.

Lo que no estaba muy claro, y comienza a percibirse de esas declaraciones, son los roles que en el grupo ocupaba cada uno de los imputados. Pero ahora se sabe ahora que Máximo Thomsen (23), incontenible esa madrugada en que debe ser sacado del boliche por dos patovicas, fue líder de los rugbiers cuando atacaba en modo pandilla.

El líder fue señalado por la mayoría de los testigos. Fácilmente identificable por sus bermudas, la camisa abierta y su musculatura, el muchacho fue identificado peleando en la pista de Le Brique con Fernando, lo que no funciona que los expulsaran a ambos. Luego atacando a golpes a su victima, ejecutándola con una bestial patada de puntín en la cabeza.

Pero para eso, contó la cobertura del resto de los integrantes de la banda, que despejaron el camino y alejaron, a golpes también, a quienes intentaron acercarse para defenderlo a Fernando.

El remero de Zárate que pasó cuatro días preso después de haber sido incriminado (justamente por Thomsen), Pablo Ventura (24), contó en su declaración en el segundo día del débat que se déarrolla en los Tribunales de Dolores que en su ciudad los imputados «tenían fama de atacar en grupo, siendo siempre la mayoría». Contó, sin poder precisar quién fue la víctima, que los vio pelear a la salida de un boliche.

«Siempre, eran tres, cuatro o cinco, siempre eran la mayoría (a la hora de pelear) contra una o dos personas», contó a los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.

Algunos de los imputados, entonces, eran jugadores del Club Náutico Arsenal de Zárate. Al ser expulsados ​​​​tras el asesinato en VIlla Gesell, el asesor legar del club revelo que no era la primera vez «que llega a nuestro conocimiento, no al club sino en la sociedad, que hay una golpiza a un menor o una persona por parte de cuatro o cinco personas que lo atacan, y da la casualidad o no, que algunos son los que están detenidos».

En ese momento, sólo Ciro Pertossi (22), Luciano Pertossi (21) y Blas Cinalli (21) eran socios. Thomsen se había dado por vencido antes.

Lucas Pertossi tuiteó el mensaje de la «alta noche a las piñas» después de la paliza que recibió un muchacho a la salida del Club Pineral, en Zárate. Un muchacho llamado Joaquín terminó el internado; los testigos cuentan que Thomsen y Lucas Pertossi habían estado involucrados. un periodista de Clarín recorrió Zárate entonces, donde reconoció otras historias similares con los mismos protagonistas, algunos de los imputados.

«Salen todos los fines de semana y le pegan a la gente. Esto pasa desde 2018 y los del quilombo de Pineral fueron ellos los responsables. Hay videos y todo, pero la justicia nunca hizo nada», había dicho un joven a este diario una tras el pelado en Pineral.

En el banquillo de los acusados, además de Thomsen y Lucas Pertossi, están también imputados por «homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas», Luciano Pertossi, de 21; Ciro Pertossi, 22; Ayrton Viollaz, 23; Enzo Comelli, 22; Matías Benicelli, 23, y Blas Cinalli, 21.




La única foto, por ahora, de los ocho acusados ​​del crimen de Fernando. Foto: Andrés D´Elia

Más allá de los roles, de las identificaciones que los testigos van atribuyendo a los imputados, a veces recordando a quienes señalaron en la rueda de reconocimiento en Villa Gesell, otros señalándolos con un puntero en el LCD instalado en la sala, para los abogados de Graciela Sosa y Silvino Báez, padres de la víctima, «tan buena hay diferenciación de conducta, todas estaban direccionadas con el mismo objetivo».

En este caso, explicó Fabián Amendola, integrante del equipo de Fernando Burlando, el objetivo fue «causarle la muerte a Fernando», en consecuencia, dijo, «la calificación y la pena debe ser común a todos». El delito por el que deben responder tiene pena de prisión perpetua.

La primera semana del debate transcurrió en orden y sin sobresaltos, más allá de algunas cruces menores entre los abogados que la jueza Castro encausó imponer su autoridad. Abogados del fuero local la define como una funcionaria a quien «no le va a temblar el pulso».

El cuarto intermedio se prolongará hasta la mañana del lunes, cuando comiencen a declarar médicos, quienes tuvieron intervención en los primeros momentos en la atención de Fernando, en la ambulancia y en el hospital, luego el médico que le practicó la autopsie y la patóloga forense que gravado de la pericia histopatológica. También algunos funcionarios judiciales.

Silvino y Graciela, los padres de Fernando Báez Sosa, este viernes tras la premierra semana del juicio por el crimen de su hijo.  Foto: Andrés D´Elia


Silvino y Graciela, los padres de Fernando Báez Sosa, este viernes tras la premierra semana del juicio por el crimen de su hijo. Foto: Andrés D´Elia

Será una semana de declaraciones netamente técnicas, con peritos que trabajaron en los celulares de los imputados, de quienes se ocuparon de la pericia scopométrica, la que midió la similitud entre la zapatilla marca Cyclone negra, que calzaba Máximo Thomsen, y la huella que quedó estampado en el personaje de Fernando. Serán testigos presentados por la quarella y la taxía.

Los presentados por la defensa serán oídos desde la journada número once, el 16 próximo, y entre otros se anuncian amigos de los imputados, y mamás, las de Luciano y Ciro Pertossi, María Paula Cinalli; y de Máximo Thomsen, Rosalía Zárate; de Enzo Comelli, María Guillén, y de Ayrton Viollaz, Erika Edith Pizzatti.

Las últimas dos declaraciones prévistas serán las de dos jóvenes que fueron detenidos con el resto, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, pero que fueron sobreseídos días después al no poder probarse su participación en los hechos. Están citados para el 18 de enero, fecha extremadamente triste: ese día se cumplen tres años del asesinato de Fernando.

Dolores. Enviado Especial.

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