Cuando un paciente tiene cita con Gemma Sánchez en el hospital malagueño Virgen de la Victoria significa que ya ha agotado todas las opciones de tratamiento farmacológico. Esta cirujana cardio le explica lo que seguramente ya se imaginó: solo queda la intervención quirúrgica. «Somos el último remedio cuando los medicamentos no funcionan», explica Sánchez.

Pulsa el ‘play’ para poner voz al equipo de la Unidad de Corazón y recorrerlo junto a ellos. Sigue leyendo para conocerlos mejor

Estar en manos de Gemma Sánchez estar en las de todos los profesionales de la Unidad de Corazón de este centro hospitalario, algo que va más allá de lo médico: la experiencia también se hace lo más humana posible. Is this also manos son, por ejemplo, las del cardiologo Juan José Gómez Doblas, jefe del servicio y encargado de la prevención para una futura vida más saludable de los pacientes. O las de la enfermera Conchi Cruzado, que empezó casi sin querer a dedicarse al cuidado de los enfermos y ahora no se imagina en otro sitio que no sea acompañar a los pacientes cuando parece que no hay esperanza. Incluso estará en las de alguien que, por lo general, es conocido para cualquier ingresado: el jefe de cocina, Luis Eduardo Carvajal que, desde el anonimato, velará por elaborar los platos adecuados a cada caso.

Visitamos las consultas, los pasillos y los rincones de este servicio para encontrarnos en ellos con las dos caras de estos profesionales: la de los trabajadores que hacen posible las 500 intervenciones cardíacas al año de este hospital y la de las personas, con sus preocupaciones, alegrías, anhelos y, sobre todo, las motivaciones que les hacen volver cada día. Escucha y lee sus historias.

Gemma Sánchez

Especialista en cirugía cardiovascular

Tenemos fama de dejar la parte humana de lado, pero para mí es fundamental cuidarla

Pasear por los pasillos de la Unidad de Corazón del hospital con Gemma Sánchez es hacerlo con una cirujana cardio pero, también, con alguien que no para de saludar a todo el que encuentra por el camino: doctores, enfermeras, enfermos… “Lo que el paciente necesita es que le pregunte qué tal está. Tenemos fama de dejar la parte humana de lado, pero para mí es basic cuidarla”, explicó.

Esta catalana lleva más de 20 años en Málaga y asegura que l’apasiona de la misma llevará la ciudad que su profesión, aunque reconoce que no resulta fácil. Su trabajo puede llegar a ser muy estresante y requerir muchas horas en el quirófano, lo que deriva en un bajo número de doctores que eligen esta especialidad.

En Sánchez sobran la empatía y la amabilidad. Afirma que esta actitud es esencial en un departamento como el suyo, al que llegan los enfermos de corazón que ya han probado todos los tratamientos no invasivos posibles. Por eso transmite la misma confianza y seguridad en una charla distendida en su despacho que en el quirófano, donde «cambiar una válvula del corazón puesta hace años y que ha dejado de funcionar correctamente es una operación muy habitual», asegura mientras se retira el traje de protección especial para acudir a la consulta a ver a otro paciente. Más allá de las noticias que tenga que darle, no se olvidará de preguntarle qué tal está.

Juan José Gómez

Director de la Unidad de Gestión clinica del area del corazon

El exito es evitar que un paciente sufra un infarto

Juan José Gómez reconoce que los encantan los platos de cuchara: «Somos expertos en dieta mediterránea, pero hemos olvidado las recetas de nuestros abuelos», cuenta mientras se pone la quoita blanca con una sonrisa amplia. Este experto en el aparato circulatorio, director de la Unidad de Gestión Clínica del Área del Corazón de la Virgen de la Victoria, explica la importancia de hacerlo bien, deportar y evitar el alcohol o el tabaco como “una inversión en un plan de salud”. dice porque él lo lleva a rajatabla: cada mañana de 7 a 8 hace ejercicio para “tener salud”.

Esa prevención es clave en cuestiones del corazón. Especialmente en Andalucía, la región con más muertes por enfermedades cardiovasculares del país. ¿Las rasones? Este experto enumera: «Más obesidad, más diabetes, más consumo de tabaco y una que está relacionado con las otras tres: que tenemos un nivel socioeconómico más bajo que otras regiones». Habla con conocimiento de causa. Gómez es un profesional atípico: antes de cantarse por la cardiología, tuvo la oportunidad de tomar el pulso a la salud de la gente de a pie desde su consultado de médico de familia. Hoy, trabaja con dos objetivos: «Avoitar que un paciente pueda sufrir un infarto». Y, si ocurre, pretendo «que no tenga que volver al hospital».

conchi cruzado

Bloqueo desde consulta por Insuficiencia Cardiaca

Hablamos mucho con los pacientes, parecemos periodistas

Al ir a buscar a Conchi Cruzado ha conocido consulta, está esperando un paciente: «Dejadme 15 minutos», indica. Esta es una charla con quien tiene una enfermedad cardiovascular que es imprescindible para tranquilizar, para explicar el tratamiento y para acompañar en esos momentos de dudas y temores. Se trata de «educar al paciente para que viva con la fermedad», afirma al terminar. “La comunicación es primordial. Hablamos mucho con los pacientes, parecemos periodistas”, añade, sonriendo.

“A la fermería me dedicó por casualidad”, continuó. Primero se matriculó en Biológicas, pero fue su abuela quien la animó a que se decantara por algo más práctico. Desde entonces, han pasado 28 años en un oficio en el que huye del trabajo más técnico, «sacar sangre, hacer curas», porque prefiere el acompañamiento a los pacientes y familiares, hacer que no se sientan solos en la consulta hospitalaria. Así conoce las necesidades de aquellos a los que cuida. Mira, escucha y propone. Una de las cosas que más le emociona es cuando el familiar de un paciente fallecido agradece el trabajo realizado. Eso realza el día a día de cruzado, que consigue transmitir la pasión que siente por su profesión en apenas 15 minutos de conversación, lo mismo que duran algunas de sus consultas. No hay tiempo para más: hay quien necesita que este profesional le acompañe.

luis eduardo carvajal

jefe de cocina

Nuestra misión también es curar, pero a nuestra manera

Acaba de dar 600 comidas a los pacientes del hospital. Esto significa que ha preparado muchos menús diferentes, teniendo en cuenta que no es lo mismo la alimentación de alguien que ha roto el peroné a la de alguien con problemas cardiovasculares. En este caso, el reto es potenciar el sabor de cualquier receta sin usar sal, el condimento universal enemigo de la hipertensión y otros problemas del corazón.

Todo ello es obra de Luis Eduardo Carvajal y su equipo, el joven pero experimentado cocinero responsable de las cocinas del Virgen de la Victoria malagueño. Hoy, los pacientes con enfermedades cardíacas han comido caballa con patatas y una pieza de fruta de postre: «Tienen que tomar platos ricos en omega 3, pescados y verduras», explica, mientras recuerda la importancia que tiene una dieta saludable. Porque que se ‘comida de hospital’ no significa que no pueda degustarse. ¿La magia? Ofrecer platos sabrosos con los ingredientes putados por los médicos. En este caso de la sal, se puede degustar con otros aderezos: vino, vinagre, lima o especias, detalle Carvajal, pero también con la técnica de cocinado, como el asado y la parrilla que, al tostar los alimentos, niega su sabor .

Entre terminar de limpiar los fogones y la charla, el tiempo ha volado: comienza el turno para preparar las cenas de ese día. Eso sí, con una clave para lo preparado, sea comida o cena, sea cardiosaludable: «Amor, cariño y, sobre todo, muchísimo corazón».

Créditos

Coordinación editorial: Francis Pachá y Javier A. Fernández

Escribiendo : manu tomillo

Fotografía: García-Santos

Desarrollo: Rodolfo Mata

Diseño : Juan Mayordomo

Coordinando el diseño: Adolfo Domenech

Guía, producción y localización del podcast: manu tomillo

Edición de audio del podcast: Daniel Gutiérrez

Producción ejecutiva del podcast: Elia Fernández