Nuestro sitio web utiliza cookies. Una cookie es un pequeño archivo de texto que se almacena en tu ordenador o dispositivo móvil cuando visitas nuestro sitio. Las cookies nos permiten recordar tus preferencias y ofrecerte una experiencia personalizada.

Niños inteligentes pero invisibles en Panamá

Niños inteligentes pero invisibles en Panamá

«Pero tenemos un desafío: hacer visible la precocidad cognitiva (Altas Capacidades) en nuestras aulas y reconocerla, como lo hacemos con los talentos deportivos, artísticos, musicales y literarios prometedores»

Por inverosímil que parezca, la disincronía intelectual o discrepancia entre la edad mental y la edad cronológica indicada en el extremo derecho de la campana gaussiana, tiende a pasar desapercibida en nuestra sociedad y, por extensión, en nuestro sistema educativo panameño.

A ese lado pertenece un niño o niña que desde temprana edad muestra una clara capacidad de asimilación de contenidos de alto nivel simbólico, que aprende muy rápido y establece conexiones inusuales con la realidad del entorno.

“Hablan como viejos”, nos dicen algunos, y no pocos argumentan que son muy curiosos e inteligentes. Antes de poner un pie en la escuela formal, por lo general ya saben leer (aprendieron por sí mismos), manejan dos o tres operaciones matemáticas básicas, y la complejidad de su pensamiento y desarrollo cognitivo aumenta a medida que crecen y se desarrollan siempre antes de su tiempo. . grupo de edad.

En este contexto, la escuela formal (salvo contadas excepciones) no los ve con la misma mirada y no los aprecia en su justa dimensión. Por lo general, no se toman medidas inmediatas y oportunas para adaptar, promover y reconocer su talento académico.

Bastaría simplemente con permitirles demostrar no solo lo que saben, sino lo que entienden en una evaluación rápida pero justa de sus competencias curriculares y con base en esa evidencia ubicarlos en el grado escolar que les corresponda.

La convalidación legal de este procedimiento se encuentra en la Resolución 709 de 25 de febrero de 2016 de Meduca, que admite, en su artículo 7, cuatro elecciones a realizar para este colectivo. Si optamos por no visibilizar a estos niños, no debería sorprendernos que se aburran en el aula (virtual o presencial), por la simple y sencilla razón de que conocen y comprenden todo el currículo que les corresponde. e incluso la de dos grados superiores a su edad cronológica.

Tú y yo, querido lector, seríamos lo mismo, si en un país extranjero algún despistado intentara enseñarnos español o matemáticas básicas. Se desconoce, en un amplio sector de nuestra comunidad educativa panameña, que puedan ser admitidos al primer grado sin contar con la edad cronológica requerida, que se puedan realizar diversas adaptaciones curriculares como la compactación del currículo con ellos, parciales o aceleración total de los mismos y la promoción de grado (entre otros), en cualquier nivel de educación en el que se encuentren.

Somos conscientes de que existen una serie de prejuicios, mitos o sesgos cognitivos incrustados en la cultura y las prácticas pedagógicas, que nos impiden hacer lo anterior. No es solo un problema local o regional y las percepciones y actitudes al respecto ocurren incluso en países del primer mundo o en aquellos que pretenden serlo.

Pero tenemos un desafío: hacer visible la precocidad cognitiva (Altas Capacidades) en nuestras aulas y reconocerla, como lo hacemos con los talentos deportivos, artísticos, musicales y literarios prometedores. No se trata de igualdad, sino de justicia. No es solo un deber moral, sino una visión pragmática que se articula en el respeto del principal derecho humano del niño: ser feliz mientras aprende.

Psicólogo

By Samuel Suarez

Relacionados