A pesar de la puesta en marcha del EPR en Olkiluoto, Finlandia, el pasado 16 de abril, el futuro del sector parece estar en los pequeños reactores, que deberán dedicarse a multitud de empresas innovadoras de todo el mundo. Un giro que Francia corre el riesgo de perderse, analiza Philippe Escande, columnista económico de «Le Monde».