El primer vuelo chárter para impulsar el

“Leer este libro es obligatorio, para que los jóvenes vean un ejemplo de vida, sus pasiones se cumplieron, en el béisbol logró sus metas, pero también obtuvo la licenciatura en farmacéutico […]»

Cuando el texto de este libro llegó a nuestras manos, en la Fundación “El Árbol del Libro”, decidimos que debía ser editado, propuesta que fue aceptada por el autor, Eric Espino Camarano, y hoy, gracias al apoyo que recibimos , el libro Ya está en Panamá, disponible para que los panameños conozcan esta historia.

Cuando escuchamos a Jaime Penedo decir que la educación es importante en la formación de los jóvenes, coincide con el mensaje que transmite este libro, donde al final aconseja que podemos practicar cualquier deporte, pero no debemos dejar de estudiar.

La historia de nuestros deportistas transcurre entre los que llegan a lo más alto y se convierten en profesionales de una disciplina deportiva y los que se mantienen en la carretera, tras haber sido ovacionados y aclamados por la afición en sus momentos de gloria. Estos periodos son efímeros, y luego estos deportistas tienen que llevar su vida normal, porque llega el momento en que sus capacidades físicas no les permiten continuar en deportes competitivos, algunos continúan como técnicos, árbitros y otros incursionan en el periodismo radiofónico.

Esas opciones que hemos mencionado a las que puede acceder el deportista son limitadas y en algunos casos no generan ingresos suficientes para mantener a una familia, por lo que la mayoría de deportistas que no han estudiado, su futuro es incierto y permanecen en una situación deplorable. , luego de haber cosechado aplausos durante su carrera como deportistas.

El mensaje del libro es, precisamente, que no debemos abandonar los estudios, que el deportista no debe intoxicarse por esos momentos de aclamación, porque una vez que esto se acaba, la vida continúa y debemos seguir adelante y para eso, la educación es la clave. .

Esta historia es el testimonio de un niño que creció en un ambiente donde se respiraba béisbol y su mundo era que, hasta tal punto que cuando llegó la hora de ir a la escuela, se negó a hacerlo, porque se sentía feliz de estar en un campo de juego improvisado, con asas de tela, pero que en su imaginación era el mejor estadio.

Cuando sus padres lo convencieron de que debía estudiar, surge la pasión por estudiar y jugar béisbol, que han sido inseparables, y al final se convierte en un profesional y un atleta que logró todas las hazañas a las que un jugador puede aspirar.

El libro describe, en un lenguaje ameno y conversacional, cómo fue capaz de lograr sus metas, que, por supuesto, tuvo sus adversidades y que superó algunas dificultades. Sus padres se mudaron de un lugar a otro, en virtud de las oportunidades que se le presentaban para trabajar y mantener a la familia, así emigró de su pueblo natal, Las Tablas, a Juan Díaz y luego a La Chorrera, donde descubrieron sus capacidades como jugador y pasa a formar parte de la primera selección donde participa, Panamá Oeste, en los Campeonatos Nacionales de Béisbol.

Como equipo provincial, participa primero vistiendo la camiseta de Panamá Oeste y luego la de Veraguas, siendo parte del equipo que logró el único campeonato que ha tenido Veraguas. También participó como equipo nacional, representando a Panamá en competencias internacionales.

La lectura de este libro es obligatoria, para que los jóvenes vean un ejemplo de vida, sus pasiones se cumplieron, en el béisbol logró sus metas, pero también obtiene el título de farmacéutico, hoy es comentarista deportivo de radio y televisión, pero como profesional, preside una cadena de farmacias en Santiago de Veraguas.

Al final, reconoce que le debe todo a la educación, como comentarista no podría iniciar una conversación con las grandes figuras del deporte a nivel internacional, si no contara con una formación integral que le permita entablar un diálogo.

Presidente de la Fundación «El Árbol del Libro».