La llorona del 25 de agosto de 2021

“Gran trabajo de los partidos políticos para elevar la cultura política de sus adherentes, así como de sus candidatos electos. Es hora de empezar, esto es lo que exige Panamá «

No cabe duda que el trabajo de los medios de comunicación y las redes sociales, en manos de intereses político / económicos, de acuerdo con su realidad política, socava o defiende, utilizando la percepción ciudadana a través de sus noticias, desarrollando un criterio general e indiscutible de cualquier estado. órgano de guarida de ladrones, corruptos y narcotraficantes. No importa si el daño se hace al Órgano Legal, Ejecutivo o Legislativo. Lo importante para ellos es sembrar y solidificar ese criterio de deshonestidad de todos los integrantes de ese organismo estatal, efecto que les permitirá recuperar el poder político, una vez que los ciudadanos, en general, desprecien y anulen a los actuales dirigentes de este o. otro organismo estatal, a través del próximo proceso electoral.

Es allí donde el partido político adquiere una importancia fundamental, de acuerdo con su ideología, el trabajo constante en la formación política de sus adherentes y el indudable sentido de pertenencia de sus diputados, alcaldes, representantes o presidente. Por tanto, el diputado, además de ser la representación política partidista, representa a los votantes de su circuito electoral, esto significa que ideológicamente son fieles cumplidores de los objetivos políticos de su partido, lo cual se verá reflejado en su participación legislativa y en su política. programa que le dio los votos para su legislación.

¿Es esta la realidad en nuestro país? ¿Cada diputado representa con dignidad los principios ideológicos de su partido? ¿Algún diputado puede criticar o responder a los ataques mediáticos de los medios o redes sociales? ¿Conservan credibilidad con sus votantes de su circuito? Además, preguntarse, ¿quién se beneficia de desacreditar al presidente y a los 71 diputados y sus respectivos partidos políticos? ¿Perder una contienda electoral implica inmediatamente desacreditar a los diputados y sus respectivos partidos políticos? ¿Son cinco años de desinformación para todos los diputados y sus partidos políticos? ¿Se fortalece la democracia con esta política de desprestigio de los diputados y sus partidos políticos? ¿Gana el país con esta mezquina y reivindicativa política de los perdedores en la contienda electoral?

Si hacemos un análisis cuantitativo, sabemos que están autorizados a votar: 2.757.823 panameños, de los cuales están afiliados a partidos 1.424.515, el PRD tiene inscritos 624.474, CD 292 010, Panameñista 291 473, Molirena 94 395 y PP 19 849; además de los registrados en Independientes, Movimiento otro Camino, PAÍS, UNI, FAD y PTR.

Es importante que cada miembro y representante de un partido político comprenda y defienda los principios fundamentales de su partido; por ejemplo, el PRD «No será suficiente para resolver el problema de la oferta suficiente de empleo, sino también los de la distribución de la renta y la riqueza nacional»; la CD «participará en la tarea política nacional, para defender los principios democráticos y garantizar las libertades públicas, los derechos políticos, económicos y sociales de la persona humana y la sociedad»; Molirena «tiene el propósito de organizar y educar al pueblo panameño con el fin de conducirlo hacia el logro de una estructura social equilibrada económica y políticamente, que garantice su justa participación en la propiedad y distribución de la riqueza nacional»; el Partido Panameñista «reconoce como fuente de su ideología, las enseñanzas del Dr. ARNULFO ARIAS MADRID»; PP, «su objetivo permanente es instaurar un régimen político de libertad y justicia social, en paz y democracia».

Tenemos cerca de millón y medio de miembros de partidos políticos que, si tuvieran formación política, entenderían que sus electores nunca deben ser corruptos, sobornos, narcotraficantes, mentirosos; Entenderían que los intereses particulares de sus representados no pueden estar por encima de los intereses del colectivo y que, si esto sucede, los miembros de cada partido están obligados a expulsarlos del partido y de las funciones para las que fueron elegidos. Esta es la responsabilidad fundamental de un verdadero partido político, elevar la cultura política del panameño, no respaldar el mecenazgo ni comprar el voto cada cinco años ni que el voto sea un trabajo.

Gran trabajo de los partidos políticos para elevar la cultura política de sus adherentes, así como de sus candidatos electos. Es hora de empezar, eso es lo que exige Panamá.

Economista