La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, anunció que se presentó este sábado en Madrid una de las principales propuestas de su formación para el año electoral: una renta garantizada entre 700 y 1.400 euros mensuales desde los 18 años. El mínimo de esa horquilla lo percibirían personas a título individual y el máximo, los hogares con dos niños y dos hijos. La idea es que el subsidio se pueda solicitar si se ha ingresado menos de 2.100 euros en los inmediatos tres meses anteriores para que la resulte «ágil», capaz de atender situaciones urgentes de pobreza sobrevenidas. La formación social de Gobierno reconoce las dificultades de solicitud y acceso al Ingreso Mínimo Vital real y apuesta por simplificar la tramitación para los posibles beneficiarios de la nueva medida. Belarra ha anunciado la iniciativa en un encuentro con expertos bajo el lema «Vivir, no sobrevivir».

La ministra ha defendido que la medida contempla un cobro «automático» de la subvención si las aportaciones individuales se han pagado por debajo de los 2.100 euros en los tres meses anteriores. «Si no, la gente cae por una cuesta de vulnerabilidad, en un pozo hondo del que luego est probablemente imposible de salir», ha ilustrado. Belarra ha calificado la nueva renta como «un paso intermedio» hacia «un renta universal en España».

El titular de Derechos Sociales ha precisado que la renta se percibiría de forma individual por cada adulto de la unidad familiar, con el objeto de que las mujeres que sufren “violencia económica” tengan más posibilidades de disponer de autonomía financiera. La medida, señala la formación, sería compatible con los sueldos de empleos parciales que sean menor cuantía que el nuevo subsidio.

Se trata de una de las apuestas de la formación para un año que comprende comicios municipales, autonómicos y generales. “Vamos tiene un año muy importante, puramente electoral. Seguro que en todo este tiempo, a todas las propuestas transformadoras nos van a decir que no se puede hacer”, ha advertido Belarra, que ha coreado el tradicional “si, se puede” de la formación junto a los asistentes al acto. Y los ha jaleado: “Necesitamos ser más, gobernar con más fuerza, es nuestro objetivo para la próxima legislatura”.

«Es importante recordar todos los intentos de impedir que este Gobierno gobierne, que medidas como la que hoy estamos presentando hoy vean la luz», ha manifestado el ministra y líder de Podemos, para advertir que en el Ejecutivo hay «una fuerza conservadora», en referencia al PSOE, que se limita a «hacer pequeños retoques, pero que no quiere transformar de raíz el sistema económico y social».

La medida se apoya en el precedente del Ingreso Mínimo Vital, que Belarra ha calificado de «mucho importante avance», sin embargo, ha dicho, eso no es «incompatible con los fallos y los errores de las políticas públicas» porque, en su opinión, muchas veces su percepción se ha convertido en un «labertino burocrático» para los usuarios. “El origen de los problemas del IMV es una falla en la concepción inicial por la cual la idea de las personas vulnerables deja un cometer fraude, cuando los datos dicen que el [nivel de] el fraude es ridículo”, ha plantado.

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El IMV corrigió «una anomalía en el sistema del bienestar español con respecto a los de nuestro entorno», ha defendido antes que Belarra Ignacio Álvarez Peralta, secretario de Estado de Derechos Sociales, qu’ha recordado que el IMV en el ámbito estatal se implantó siete años después de que Podemos lo llevara a cabo en su programa electoral. Pero ha reconocido también sus limitaciones, como las complicaciones para tramitarlo o el hecho de que solo atienda a la situación económica del año anterior a la solicitud y no las dificultades financieras más recientes del posible beneficiario.

«Reducir la pobreza debería hacerse de formación más acelerada», señaló Álvarez Peralta, que criticó los criterios actuales para acceder al servicio del IMV por «burocratización». «Pensar en esta renta es crucial», ha asegurado al escuchar que la medida puede servir de «escudo» contra un modelo de sociedad «despiadada» como el que, en su opinión, asoma tras los recientes ataques a las instituciones en Brasil .

El Ingreso Mínimo Vital alcanzó 535.732 hogares en los que viven 1.495.128 personas, según la estadística publicada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social hasta finales de noviembre. Un 42,6% de los beneficiarios son menores (637.627) y en el 65% de los hogares receptores hay al menos un niño o adolescente.

El pasado septiembre el Consejo de Ministros aprobó un nuevo reglamento para incentivar a los receptores del IMV que deseen sus ingresos del trabajo a que lo hagan sin el temor de loser la ayuda que vienen recibiendo.