“Es hora de dar un giro y que esos verdaderos periodistas saquen su mística y empiecen a imponer la verdad contra toda esta bataola informativa que tanto daño le hace al país”.
El periodismo tiene la gran responsabilidad de fortalecer la democracia de una nación. Lo delicado es cuando la información que domina los medios se disfraza de periodismo, pero en realidad es pura politiquería. El periodismo responsable es una cosa y la información sobre militancia es otra. El periodismo responsable informa, investiga y orienta a la sociedad en la toma de decisiones. La información sobre la militancia es politiquería. Se disfraza del periodismo, pero su información está destinada a causar daño. Lo triste es que hay una gran cantidad de periodistas que, cansados de luchar por una buena información, prefieren callar antes de informar la verdad, para no ser atacados por esos rufianes disfrazados de periodistas. Y es que hoy decir la verdad es un peligro, porque la información política ganó terreno y domina. Es hora de dar un giro y que esos verdaderos periodistas saquen su mística y empiecen a imponer la verdad contra toda esta bataola informativa que tanto daño le hace al país. Panamá no se desarrolla por corrupción; no se desarrolla por falta de vergüenza y politiquería. Es como un círculo vicioso donde, con el pretexto de combatir la corrupción, luchas contra la corrupción de tu enemigo, porque “yo no soy el corrupto”. Panamá se merece más que esta plétora de drones disfrazados de periodistas que están causando graves daños al país. Esto debe revertirse, porque si continúa así, la sociedad panameña terminará colapsando. ¡Simple como eso!