“Cuando estés lloviendo, busca un arcoíris. Cuando esté oscuro, mira las estrellas”, este fue el verso elegido impreso en el recordatorio de que la empresa funeraria del tanatorio de Sallent entró en la mañana de este domingo a los 200 asistentes al funeral de la menor muerta el pasado martes. Iván-Alana (tal y como aparecía reflejado en el mismo recordatorio) era la gemela de 12 años -que se identificaba como chico- y que pasaría tras lanzarse junto a su hermana desde el balcón del piso en el que vivian con su familia en el municipio. La otra menor sigue ingresada en el hospital, mejorando día a día, tras sobrevivir al impacto.

A las 11.00 horas de la mañana de este domingo se celebró, en el pequeño tanatorio del municipio, el funeral por la víctima fallecida. Varios compañeros de clase, jóvenes, familias y vecinos entraron a la instalación fúnebre para darle el último adiós. Los asistentes al funeral calificaron la celebración de laica. Un acto que llegó con himno de Argentina, país de origen de la familia, y desde donde llegaron a Cataluña en 2019. “El padre ha referido a Iván-Alana. Ha sido bonito porque ha venido a decir que da igual el nom que siempre le iba a amar”, ha destacado uno de los asistentes. «Recordaremos que bronca contra la injusticia y tus ganas de cambiar el mundo», aseguran que ha dicho la madre. “Alana lo elegí yo e Iván tú. Ahora, para mí, eres un ángel”, ha concluido su progenitora.

Según los asistentes, la familia no se ha referido en ningún momento al intimidación que supuestamente sufría (una tesis que ha ido ganando enteros) ni a las informaciones que han ido apareciendo. Fuera del entorno familiar, solo ha tomado la palabra una persona que ha asegurado haber conocido a la familia a raíz del suicidio y que ha pedido a los asistentes que no hablansen con los medios de comunicación. «Ha dicho que la verdad solo la sabe la policía», explican asistentes al sepelio. En el funeral se han escuchado algunas canciones de reggae del cantante argentino Dread Mar-I, que era uno de los preferidos de la víctima.

Tras el funeral, los vecinos de Sallent siguieron colocando velas y flores en el punto de la calle de Estació desde donde saltaron al vacío. «Queremos justicia por Leila y Alana», se podía leer en una pintada a escasos metros del autel improvisado de ramos que ha hecho los vecinos. En la mayoría de cartulinas colocadas, en ese punto, se repetía el mismo mensaje: dejar de intimidar.

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