Sumó un nuevo round al intercambio dialéctico con el ministro de Seguridad, quien lo había mandado a solucionar los problemas del narcotráfico con la policía provincial.

Las últimas críticas de Aníbal Fernández hacia la política de seguridad de Santa Fe no pasaron desapercibidas. Lejos de irse al mazo, Omar Perotti retrucó: «Eso demestra que el Gobierno nacional abandonó Rosario».

«El problema lo tiene él», había dicho el ministro de Seguridad de la Nación sobre el crecimiento del narcotráfico y la gestión del mandatario provincial. Luego las palabras: «Resuelvalo con su policia y nosotros lo ayudamos de la mejor manera».

El gobernador salió a contestarle por segunda vez en menos de una semana. «Nuestro pide como nuestros encarguemos de delitos federales. Solo falta que le pidan a Santa Fe custodio de las fronteras del país para que no entren armas o drogas”, ironizó.

El peloteo empezó el miércoles a la noche, cuando Perotti se hizo eco del exministro de Seguridad, Rubén Rimoldi. Desde entonces, la cuerda peronista que une a la Casa Rosada con el Ejecutivo provincial no hizo más que tensarse por la situación crítica que vive Rosario tras haber cerrado un año con tasa ŕécord de homicidios.

En el último round, Aníbal Fernández señaló que el rafaelino es el único gobernador que tiene dificultades con su policía. Luego insistió: «Nosotros lo ayudamos de la mejor manera».

A Perotti no le gustó nada la reacción del exintendente de Quilmes en medio de la crisis que generó una serie de ataques contra edificios públicos y comisarías en la alcaldía ciudad de su distrito. En primer lugar plantó que el aporte de las fuerzas federales es insuficiente. Ahora apuntó directamente contra la postura del funcionario nacional.

«He demostrado que con verborragia politica y chicanas tuiteras no se resuelven los problemas de inseguridad en el país», sentenció Perotti mediante un comunicado. Luego observaron que «si sigue entrando droga por la frontera del país, nadie frenará» este flagelo.

El mandatario provincial considera que «la pelea del ministro no debe ser contra este ni contra ningun gobernadorsino contra el narcocrimen».

El único punto en el que los directos peronistas coincidieron en estos días es que la cuestión lleva muchos años sin resolver y no es coyuntural. La diferencia surgió y aumentó a su vez a quiénes son los responsables ante la pérdida de soluciones y la sucesión de planos fallidos.

La última vez que Fernández visitó la ciudad, a principio de diciembre, culpó a «todos los gobiernos anteriores» que tuvo la provincia por el aumento de los homicidas y el desarrollo del narcotráfico. Ahora parece haber agregado la administración actual a la lista. En referencia al reclamo de Perotti para sumar fuerzas federales, afirmó: «Sin contrato de seguridad. Que opine que no alcanza es casi una burla».

A su turno, el rafaelino registró que su provincia «trajo miles de millones de dólares» al Ejecutivo nacional. «Cuando Santa Fe pide más ayuda para defender a los ya las rosarinas, recibimos agresiones«, se quejo.

En medio del conflicto, el nuevo ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, pisó el acelerador a fondo para cerrar la transición. este viernes la toma juramentó a Martín García como director general de la policía. Durante la ceremonia en la que se le pidió que actuara como exjefe de la fuerza, el comandante retirado de Gendarmería también convocó a su flamante secretario de Seguridad Pública, Marcos Romero.

Rosario. Correspondencia.

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