Garth Ennis es uno de los artistas más controvertidos del mundo del cómic, aunque vive y es reconocido denttro del establecimiento de la industria, sus códigos creativos le acercan más al underground. Sus historias son excesivas, con un grado de violencia que va siempre dos pasos más allá que el resto, y muchas de ellas integran de una manera radical temas que directamente son obviados en el cómic ‘tradicional’: sexo duro, drogas, política, religión… Si esto no fuera suficiente para que sus trabajos generen cierta polémica hay que sumarle que siempre se ha declarado un enemigo acérrimo de los superhéroes, quienes confiesan «han hecho mucho daño al cómic».

Su trabajo anterior para DC, dentro del sello vertigo, fue Preacher (1995), una excelente obra en la que retrata de forma irreverente a la religión cristiana. Así que con este como bajo el brazo les presentó a DC su nueva idea: un grupo de Superhéroes ultraviolentos y amorales que encajan en el universo de los personajes clásicos como Superman y Batman. La idea de mezclarlos con las estrellas de la línea editorial rechazada de plano y se encontró que se publicará dentro de Wildstorm (2006), pero el guion era tan excesivo que se canceló a los 6 números. El propio Ennis dijo que pasó en una entrevista en Zona Negativa: «La razón será que los personajes superhéroes de The Boys no parecen demasiado a los personajes superhéroes que publica DC, y no puedes tener personajes que se parezcan a los que vendes en camisetas, a los que pones en menús de comidas y de los que hacen películas en un cómic como The Boys haciendo las cosas que hacen en The Boys».

Cómo la relación con Ennis era buena, DC publicado sobre derechos y la colección fue finalmente editado por Dynamite Entretiment (2007). DC tuvo también que ceder a su dibujante, Darick Robertson, con quien tenía contrato de exclusividad.

La serie, que consta de 72 números, fue un éxito de ventas y en 2008 estuvo nominada a los Premios Eisner.

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El exceso por bandera

Ennis siempre ha sido un guionista sin límites. Formado en las revistas británicas, destacados por primera vez en 2000 AD con Judge Dreed, personaje con el que encajaba de manera perfecta y al que devolvió al estrellato. Como tantos británicos autores fue Reclutado por DC para su sello Vertigo. Ahí tiene carga desde infernal (1991-1994), recogiendo el testigo de Jamie Delano. A partir de 1995, junto con Steve Dillon, formó uno de los grandes cómics de finales del siglo XX, El predicador.

Principio de un siglo aterriza en Marvel para resucitar a Punisher Que viene cuesta abajo en la rodada, firma 12 números dentro de la serie Marvel Knights y tal es el éxito que pronto tiene una serie regular y más tarde se integraría dentro de la marca MAX. Esta es de largo la mayor etapa del justiciero de la calavera.

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¿Qué podía ensuciar mal?

Así que Garth Ennis ya se convirtió en una estrella de primer nivel, alabado por sus excesos y con un odio por los superhéroes llega a la crucijada de su nueva obra: The Boys. Un proyecto personal que llevaba al extremo algunas ideas que había fijado ya Moore en Wacthmen: los superhéroes no son lo que aparentan y algunos son auténticos psicópatas que ven a los humanos como hormigas a las que aplastar. Si Moore optó por una visión más filosófica del problema, Ennis se decantó por la vía directa y lleva al extremo todo tipo de conductas.

sus siete, el grupo de superheroes de referencia dentro de la comunidad heroica, es un trasunto de La Liga de la Justicia. Superman, Batman, Wonder Woman, Flash… se han convertido en una copia extraída en un universo de superhéroes que se han convertido en un gran negocio, de hecho, en el negocio principal.

Pero sus comportamientos de cara a las cámaras no tienen nada que ver con lo que son: violadores, asesinos, adictos a las drogas y el sexo, acosadores, extortionadores… todos y cada uno de los males de la sociedad de consumo están reflejados en ellos. Y cómo controlar un grupo de superdemanded, pues con otro grupo con poderes prestados por una droga y cuyo odio por ellos es comparable al de Ennis. Los chicos de la limpieza son The Boys, un equipo liderado por The Butcher y con conexiones con los servicios secretos de varios países. Sus métodos no son legales ni limpios y su ética no difiere tanto de la de sus objetivos: todo vale con tal de hacer desaparecer la amenaza superheroica.

Pero el problema no estaba en el fondo, sino en la forma. Si Ennis siempre había estado bordeando la frontera de lo políticamente correcto gracias a su negro sentido del humor, aquí la rebasa por mucho. Ver como una especie de Flash reduce a pulpa a una chica inocente en una persecución contra un villano o presenciar como Homelander (Superman) obliga a otra heroína, Starlight, a realizar sexo oral con el grupo como rito de iniciación fue demasiado hasta para las mentes abiertas de DC, que aparecen por entonces colecciones en Vértigo y Wildstorm bastante transgresoras. The Boys, pesa al éxito de crítica y ventas, se cierra al sexto número.

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Dinamita y eventos

La colección pasó a manos de Dinamita, una Editorial Joven (2004) que publicaba cómics más que consumo y que no nos importaban sus lectores que boicoteaban su merchandising por las gamberradas de Ennis. Durante 72 números The Boys desentrañará varios arcos argumentales, pero lo cierto es que si en un principio el exceso tiene cierta gracia, sobre todo si se tiene una mirada abierta y un cierto conocimiento del universo DC, a medida que la serie progresa va perdiendo frescura y lo que es original se convierte en soez por repetitivo A modo de burla de los eventos de Marvel y DC, que reúnen a varios personajes y los abandonan por un breve espacio de tiempo sus hábitats naturales, The Boys integra una miniserie, Herogasmo, en la que los super se van de orgías y bacanales.

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Un dibujante en medida

Para acompañar la aventura de Ennis eligió a un conocido viejo de los tiempos de Punisher, Darick Robertson. El dibujante era por entonces una mega estrella del medio que tenía contrato de exclusividad con DC y que había triunfado tanto en su real Editorial como en Marvel. Aunque por sus lápices habían pasado personajes emblemáticos de ambos universos, su consagración vino con una obra bastante rupturista junto a Warren Ellis dentro del sello Helix (más tarde integrado en Vertigo), Transmetropolitano.

Darick lo cautivó con la idea de Ennis y tuvo un control sobrio sobre el producto (dibujo y tinta) como factor decisivo para dibujar a The Boys. El artista norteamericano (1967) consigue mezclar como nadie imágenes de gran violencia visual con otras más tiernas, tiene un gran dominio tanto del encuadre como del ritmo narrativo llevando al lector al punto al que quiere en el momento más adecuado. De sus maestros confesos, Bolland and Neal Adams, ha tomado prestado su dominio de la anatomía, mientras que añade de su cosecha un excelente trabajo con las sombras, algo que potencia con su labor como entintador.

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Conclusión

los chicos son un crítica descarnada al mundo del cómic, en particular al de superhéroes, a la sociedad de consumo y al neocapitalismo, todo ello con el humor negro de Ennis y con unos excesos que hicieron que DC dimitiera de la empresa. Es probablemente el cómic de superhéroes más brutal que nunca se ha hecho. Ya no indiferente.

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Guión: Garth Ennis

Dibujo: darick robertson

Fecha: 01-04-2013

Páginas: 752 colores por volumen

Támano: 17×26

Tamaño: tapa dura

Contiene : Los chicos colección completa

Premio : 39,95 euros completo cada

Editorial: norma