La ciudad de San Carlos de Bariloche atraviesa una temporada invernal atípica. La ausencia prolongada de nevadas en las primeras semanas de julio ha provocado un fuerte impacto en la actividad turística, con una notoria disminución en las reservas hoteleras, cancelaciones de estadías y la reducción en la oferta de servicios en los principales centros de esquí. Aunque una reciente nevada aportó cierto alivio, operadores turísticos, autoridades y empresarios locales coinciden en que aún se necesita una mayor acumulación de nieve para garantizar el funcionamiento pleno de las actividades típicas del invierno.
La estimación inicial para julio preveía una ocupación hotelera de aproximadamente el 80 %, impulsada por la llegada de turistas nacionales y visitantes de países cercanos, especialmente Brasil. No obstante, el ritmo de reservas disminuyó rápidamente, y los datos actualizados mostraron una reducción al 60 % en plena temporada alta. Las cancelaciones se elevaron al 40 % en ciertos alojamientos y actividades, una tendencia que afectó particularmente al turismo con fines recreativos relacionado con la nieve.
Las escuelas de esquí también evidenciaron la baja. Algunos establecimientos señalaron que el número de inscriptos se redujo a la mitad en comparación con las semanas previas, como resultado directo de la escasez de condiciones óptimas en las pistas del Cerro Catedral. Solo 13 de las 32 pistas del centro se encontraban habilitadas al martes 22 de julio, mayormente gracias a la nieve artificial. La parte superior del cerro registraba apenas cinco centímetros de nieve, una cifra insuficiente para operar de manera segura.
Pese al panorama actual, el pronóstico meteorológico trae señales alentadoras. Se espera el ingreso de un frente frío acompañado por fuertes nevadas a partir del jueves, con posibilidades de que se extiendan durante toda la semana siguiente. Esta previsión ha renovado las esperanzas de operadores turísticos y autoridades municipales, quienes confían en que las condiciones climáticas mejoren a tiempo para reactivar la segunda mitad del receso invernal.
El centro de esquí Catedral Alta Patagonia informó un ingreso diario de más de 2.500 personas en la última semana, aunque señaló que muchas actividades permanecen restringidas. En respuesta a las condiciones climáticas, el concesionario realizó inversiones para ampliar la producción de nieve artificial, permitiendo al menos una experiencia mínima para los visitantes.
La ausencia de nieve obligó a modificar los planes de las agencias de turismo y compañías de excursiones. Actividades como paseos en trineo, caminatas con raquetas de nieve y visitas a parques de nieve fueron canceladas o sustituidas por opciones menos solicitadas. A pesar de que algunos operadores sugirieron rutas de senderismo, paseos en barco y rutas culinarias, el atractivo para los visitantes fue inferior al anticipado.
El efecto se extendió al sector aéreo. Se observó una caída del 20 % en la demanda de billetes hacia Bariloche, particularmente en vuelos que salen de Buenos Aires, Córdoba y Brasil. A pesar de esta baja, la Secretaría de Turismo prevé la llegada de 920 vuelos durante las siguientes dos semanas, resaltando un aumento del 28 % en las frecuencias aéreas desde ciudades de Brasil, subrayando así la relevancia de ese mercado para la temporada.
Las organizaciones empresariales del sector proyectan que los ingresos en julio disminuirán al menos un 30 % en comparación con el promedio histórico de este mes. Esta disminución impacta a toda la cadena del turismo: hoteles, servicios gastronómicos, renta de equipos, transportes y proveedores de actividades de invierno. Sin embargo, las asociaciones de hotelería tienen confianza en una recuperación gradual con la llegada de la nevada y el repunte de las reservas para la segunda mitad del período vacacional.
Desde la Oficina de Turismo de Bariloche se subrayó que, además del esquí, la ciudad ofrece una gran variedad de opciones turísticas, rodeadas por su geografía singular, junto al Parque Nacional Nahuel Huapi. Las actividades disponibles abarcan navegación, excursiones, eventos culturales y una famosa oferta culinaria. Asimismo, se están evaluando posibles acciones para fomentar la demanda, como el congelamiento de tarifas.
Aunque el arranque de la temporada invernal en Bariloche ha estado lejos de las expectativas, el sector mantiene la esperanza de que la llegada del temporal previsto permita revertir la tendencia negativa. La combinación de condiciones meteorológicas más favorables y una oferta turística diversificada podría contribuir a recomponer la ocupación y el movimiento económico en la región.
Bariloche se enfrenta a un invierno con retos sin precedentes, aunque cuenta con una base sólida que facilita su adaptación a situaciones difíciles. En los días venideros, el clima determinará si la temporada consigue recuperar el dinamismo necesario para finalizar con resultados favorables.
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