Los ataques son un fenómeno común en el norte de Siria, particularmente en las ciudades de Afrin y Al Bab.
Un muerto y dos heridos en un ataque armado en el campamento de Al Hol en SiriaEuropa Press
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), ha denunciado este domingo que más de cincuenta niños han muerto como consecuencia de la guerra en Siria desde principios de julio, en medio de una escalada de violencia en el noroeste del país.
Se trata de 54 niños que han muerto, la mayoría en el norte del país. Como ejemplo, el viernes pasado, cuatro niños de la misma familia fueron asesinados mientras dormían en su casa en la gobernación de Idlib. En otro ataque, dos hermanos resultaron heridos en el oeste de Alepo.
El jueves pasado, tres hermanos y su madre murieron cuando su casa en Idlib fue atacada, lamenta UNICEF.
«Los niños nunca deben pagar el precio de las guerras de adultos. UNICEF insta a todas las partes del conflicto en Siria a detener los ataques contra los niños y protegerlos en todo momento», explica el Director Regional Adjunto de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte, Bertrand Bainvel.
«Generaciones de niños en Siria están creciendo sin saber nada más que la guerra. Vivir con seguridad es lo mínimo que merecen dondequiera que estén, incluida Siria», lamentó.
Los bombardeos son un fenómeno común en el norte de Siria, particularmente en las ciudades de Afrin y Al Bab. Esa parte de Siria, ubicada en la frontera con Turquía, está controlada por grupos armados ilegales que frecuentemente recurren a ataques durante los enfrentamientos entre ellos.