La madera también necesita pasaporte, en términos concretos, un pasaporte fitosanitario que garantice que nuestros organismos transporta que pueden desencadenar una playa. Este documento garantiza que la madera ha recibido el tratamiento térmico oportuno, que consiste básicamente en introducir la madera en hornos a 56 grados centígrados de temperatura durante un tiempo medio para acabar con cualquier riesgo. Pero la Guardia Civil ha detectado un alto grado de incumplimiento y durante el pasado año el Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, inició una campaña de inspecciones para localizar estos casos, cuyos resultados se han presentado este martes.

El resultado del nombramiento de la operación Taviur ha sido 104 personas investigadas por incumplir la normativa europea —Directiva 2000/29/CE— que obliga a realizar estos tratamientos para evitar las plagas. En concreto, las pesquisas de la Guardia Civil se centran en los embalajes de madera, principalmente pale. En total, se han inmovilizado 3.729 toneladas de pales durante esta campaña de inspecciones. Y se han detectado 148 delitos penales entre los destacan los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, delito de recepción, contra la propiedad industrial, delitos de apropiación indebida, delito de pertenencia a organización criminal, entre otros, según ha destacado el comandante, José Carlos Martínez. Este miembro del Seprona ha lamentado la «mala praxis generalizada» que planteó para localizar en esta operación pales de madera con larvas e insectos que se iban a distribuir desde España a otros países. Martínez explicó que las plagas vegetales son responsables de dañar 35 millones de hectáreas de madera en todo el mundo al año.

Uno de los ejemplos más llamativos de los últimos años se producirá en la península en la década pasada con el denominado nematodo del pino (Bursaphelenchus xylophilus), un minúsculo gusano capaz de acabar con los bosques de coníferas. Tras detectar la plaga en Portugal, España puso en marcha una operación, con diversos controles, para impedir su propagación. «Conseguimos pararla», reclutó el arrendatario José Antonio Alfaro, qu’ahora trabaja en la Europol pero qu’en aquella época desarrolló su labor en el Seprona en Huelva. Para explicar la dimensión del problema, Alfaro ha registrado este martes que si en un pino se detecta la presencia del nematodo, tiene que talar una hectárea de superficie alrededor de ese ejemplar para evitar la propagación. Una de las herramientas que se usaron para frenar aquellas plagas fueron precisamente los controles del pasaporte fitosanitario.

La campaña desarrollada el pasado año por la Guardia Civil incluye una operación en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife en la que se detectan empresas del sector de la madera que falsificaban ese pasaporte —conocido por las siglas NIMF 15— y lo incorporan a paladar sin que estos hayan recibido el tratamiento térmico requerido. Según ha detallado la Guardia Civil este martes, los miembros de la trama tenían conexiones con Alemania, Vietnam, Reino Unido y Bielorrusia.

Otra de las operaciones destacadas se desarrolló en Murcia, donde localizó una empresa que se dedicaba a la fabricación y montaje de cajas de madera que se utilizaban como madera de estiba en el envío de mercancías para el comercio internacional. Y, de nuevo, esos embalajes se estaban comercializando «sin que se sometieran al correspondiente tratamiento térmico». Los materiales los importaban desde países como Nigeria, Méjico, Sri Lanka, Colombia, Israel, Ecuador y Filipinas, «lo que evidencia el riesgo potencial de propagación de plagas», ha advertido el Seprona, que ha contado con la ayuda de la Europol y el Ministerio de Agricultura en esta operación.

Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook allá Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal

La información es la primera herramienta contra el clima climático. Suscríbete.

Suscribir