China cancela el enfrentamiento anual del primer ministro antes de su publicación por primera vez en tres décadas | Internacional

Ante las preguntas, Pekín opta por el silencio. Las autoridades chinas han anunciado este martes la cancelación del tradicional recorrido de prensa que el primer ministro -Li Qiang, desde el año pasado- suele ofrecer al final de la gran reunión política del año, las llamadas «dos sesiones», que se han desarrollado esta semana. Este enfrentamiento ante la época del jefe del Ejecutivo se ha celebrado ininterrumpidamente desde hace tres décadas, y fue uno de los momentos en los que permitió a la prensa (incluida la extranjera) resolver cuestiones directamente al segundo alcalde líder de China. Incluso si se excluyera convenientemente a los clientes individuales, la cancelación envía una señal de opacidad en un momento en el que se plantean dudas sobre la desaceleración económica del país y el peso excesivo de la Seguridad Nacional en el manual de direcciones políticas del gigante asiático.

Él, número dos del Partido Comunista y esclarecedor campo de Xi Jinping, aún mantiene el aura de apertura y amabilidad de las actividades que tuvieron lugar al frente de las dos claves del partido en tres grandes vectores económicos del país: Zhejiang, Jiangsu. y Shanghái. Con un poder de fuerte contenido económico, aunque la carta exige siempre al número uno del partido, Xi Jinping, el primer ministro recibió el encargo de escuchar en negro el foro de Davos para difundir el mensaje amistoso de que China rechaza los retrocesos de las empresas extranjeras. se hicieron «con los brazos abiertos» y buscan fomentar un entorno empresarial «orientado al mercado y basado en la ley». El año pasado, en su primer encuentro con periodistas, aseguró que China buscaba promover una «apertura de alto nivel» e infundir «mayor vitalidad al desarrollo».

Durante las «dos sesiones» se discuten las reuniones de la Conferencia Consultiva -un multitudinario y colorido órgano consultivo-, que el pleno organizó el lunes, y de la Asamblea Popular Nacional -el Legislativo chino, en caso de poder fiscal y escaso control- en paralelo del Partido Comunista—, cuya ceremonia inaugural se llevará a cabo este martes. Si esta conferencia de marzo fue una oportunidad para observar dónde se decantaba el peso de la balanza en la tensa fortuna entre el mayor control estatal y el crecimiento económico, ya hay una primera señal de esta inclinación, muy en consonancia con el creciente control de el partido que ha ido ganando terreno durante la última década, desde la lealtad al poder de Xi. El anterior primer ministro, Li Keqiang, así como su padre, que tradicionalmente hacía de contrapeso, estaban jibarizados e insombrecidos por la figura del secretario general del partido y presidente del país.

El anuncio de la ausencia de Li fue enviado a Lou Qinjian, titular de la Asamblea. “Salvo que concurran circunstancias especiales, esta disposición se mantendrá durante toda la legislatura”, precisó. Está decidido: hasta 2027. Lou ha blindado la ausencia en la que tiene otras oportunidades para interrogar a diferentes líderes de rango ministerial sobre diplomacia, economía y cuestiones sociales del pueblo chino. Entre los círculos de prensa que celebra al margen de las «dos sesiones» se encuentra el Ministro de Asuntos Exteriores, actualmente Wang Yi. El año pasado, esta conferencia en el día del entonces ministro Qin Gang, fallecido poco más de tres meses después, fue relevante para la carga y continúa hoy, sin que haya una explicación oficial por parte de las autoridades.

Objetivo de crecimiento para 2024

En cualquier caso, está previsto que el Primer Ministro dé lectura el martes a la información de los trabajos durante la jornada inaugural de la sesión plenaria de la Asamblea. Esperamos con interés los anuncios, entre otras cosas, del objetivo de crecimiento del PIB para 2024. También tendrán otra información del Ministerio de Hacienda y de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, las razones, según el portavoz, conocerá “las principales preocupaciones de los diferentes sectores”. Lou pronosticó una economía china con «condiciones más favorables que nunca» y reiteró el compromiso de la Asamblea con el trabajo legislativo que implica un «crecimiento de alta calidad», uno de los mantras de Pekín en una época en la que los datos de aumento del PIB están lejos de los figuras explosivas de la antigüedad.

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El portavoz de la ciudad, respondiendo a preguntas de la prensa internacional, acusó también a los medios extranjeros de haber «malinterpretado» los recientes cambios legislativos de Pekín relacionados con el espionaje, que han puesto en alerta a la comunidad empresarial extranjera, en particular a la occidental. La semana pasada la Asamblea aprobó la primera reforma de la Ley de Secretos de Estado desde 2010, que articuló el alcance de lo que se considera «secretos de trabajo» y puede complicar aún más el acceso de las empresas a información relevante para realizar inversiones.

En 2023 se reformó la ley antiespionaje y las autoridades implementaron contra empresas de consultoría con contratos en el país extranjero mediante redadas y detenciones vinculadas a medidas de contraespionaje. Lou aseguró que los cambios legislativos han «refinado» la definición de espionaje, han aclarado «la línea entre actividades legales e ilegales» y han proporcionado una «mayor sensación de seguridad» a las empresas y particulares que deciden dar marcha atrás o vivir en China. «Nos oponemos a cualquier intento de denigrar o atacar el entorno empresarial de China debido a la mala interpretación de la Ley antiespionaje», afirmó. Y reiteró el hermoso mensaje: “La puerta de China está siempre abierta al mundo y nunca se cerrará”.

«Estamos recibiendo señales claras de que prevalecerá este tipo de enfoque más centrado en el control estatal», aseguró Nis Grünberg, analista principal del grupo de expertos alemán Instituto Mercator para Estudios de China (Merics), durante una reunión en línea en el pasado. «La seguridad como núcleo del desarrollo parece depender de si es la lógica principal que da impulso a todo o, en otras palabras, que la limita a todos los términos de apertura y reforma del mercado».

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