La medida esperada por los inversores está preocupada por la falta de vigor de la recuperación en China. Tras la publicación de indicadores nuevamente decepcionantes para el mes de mayo, las autoridades chinas optaron por un estímulo cauteloso. El jueves 15 de mayo, el Banco Popular de China rebajó el tipo de referencia de los préstamos a medio plazo del 2,75 % al 2,65 % e inyectó 237.000 millones de yuanes (30.600 millones de euros) en la economía. La medida, que permite a los bancos comerciales financiarse y prestar con mayor facilidad, fue acogida con entusiasmo por los inversores, que la ven como un primer paso hacia un mayor apoyo a la economía.
Hay que decir que el consumo de los hogares se mantuvo lento en mayo: las ventas minoristas aumentaron un 12,7% en un año, pero sobre la base débil de un mes de mayo de 2022 marcado por el confinamiento de Shanghái. En un mes, el aumento fue del 0,42%. Si el turismo va bien, apoyado por las vacaciones del 1oh Mayo, el gasto en restaurantes cayó un 1,7% y las ventas online un 1,8% en un mes. La demanda de préstamos también se está desacelerando. “Los problemas en el sector inmobiliario y la aún débil confianza del consumidor ponen en peligro la longevidad de la recuperación del gasto posterior a la reapertura de China”intérprete en una nota Louise Loo, economista a cargo de China en Oxford Economics.
La producción industrial también se desaceleró en mayo (+3,5% en uno frente al +5,6% en abril). En cuestión, grandes stocks, y la caída de las exportaciones (-7,5% en mayo, tras +8,5% en abril). Si bien la demanda global había permitido a la economía china resistir durante los últimos tres años, a pesar de la debilidad de la demanda interna, hoy ocurre lo contrario: mientras China reabre, la demanda global a media asta lastra una economía que sigue dependiendo de su comercio exterior.
Empleo, otro reto
El empleo es otro desafío: con un 20,8%, el desempleo juvenil está en un nivel récord y se espera que continúe aumentando cuando 12 millones de jóvenes graduados ingresen al mercado laboral en julio. Si bien la tasa general de desempleo sigue siendo baja (5,2 %), se calcula solo para las zonas urbanas y, por lo tanto, no muestra un panorama completo de la situación: muchos trabajadores migrantes regresan a sus aldeas si no encuentran trabajo en las grandes ciudades.
La inversión, que se está desacelerando, sigue apoyada por la esfera pública, los gobiernos locales y las empresas estatales. La inversión privada se mantiene plana y cae la inmobiliaria (–7,2%). Los inicios de las obras de construcción incluso se desplomaron un 22,6% en un año.
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