Charly, un precioso labrador de pelo dorado, dormía sobrio con una manta en una sala de espera con decenas de perros y gatos en São Paulo. La verdad, nunca habia estado asi de enfermo. Primero fue el sarpullido en el hocico. Lupus, sospechó la veterinaria, y demostró una biopsia hace ya varios días. Kelly Queiroz, de 31 años, pagó una consulta privada sobre su mascota, pero hacerle la prueba, imposible: «Eran 200 reales», dice. O mar, 36 euros, 40 dolares. No se lo podía permitir. Demasiado dinero, así que esta brasileña tuvo que esperar, a ver si el perro mejoraba. Pero no, empeoró. “Dejó de comer, se le hincharon las patas”, cuenta Queiroz. Angustiada, contrató un seguro canino, pero resulta que al principio solo cubre urgencias. Sí Charly estaba mal, pero no tan serio. Fue una compañera de trabajo en el museo donde atiende la recepción quien le habló de este hospital veterinario público y gratuito. Sorpresa y alivio.

Y aqui esta, en la cola para que a Charly hagan un ultrasonido y pongan un suero en el Hospital Veterinario Municipal Norte de São Paulo. Al perro le acaban de sacar sangre, tiene cita para el dermatologo, pero sigue sin diagn6stico definitivo. «Solo con saber que no es grave, estoy más aliviada. Y la tranquilidad de que recibo tratamiento sin malabarismos imposibles de pagar. , in medianoche, se puso a la cola con Charly y una manta. La demanda es enorme, así que ser atendido requiere paciencia, lo que disuade a quien puede permitirse la privada.

Los vecinos de baja renta, los que no pueden pagarse clinic en la ciudad más rica y poblada de Latinoamérica, son los usuarios prioritarios de los cuatro hospitales veterinarios de l’Ayuntamiento de São Paulo, una ciudad donde 12 millones de vecinos conviven con 1.9 millones de varillas y más de 800.000 gatos, cifras que mejorarán en el censo que está a punto de salir del horno.

La perra ‘Mili’, durante una sesión de quimioterapia en un hospital veterinario público de São Paulo el miércoles pasado.Lela Beltrao

Es un servicio municipal y gratuito con un abanico de especialidades realmente impresionante, desde oftalmología hasta ortopedia, odontología u oncología. En estos pasillos, te cruzarás con un perro con una pata amputada, o ese pad de diabetes con un tratamiento contra el cáncer y un ejército de jóvenes veterinarios te encerrarán con uniforme y pañuelos de colores. El local es sobrio, sin lujos, pero con unidad de cuidados intensivos y tres quirófanos.

En la UCI, uno encerrará mece amorosamente y alimenta con una jeringuilla a Miguel, un mínimo de 45 días con triada neonatal felina. Allí mismo toman la tensión ha Tomás, un gato bravo con ojos espectaculares que sufre una obstrucción de la uretra y está enchufado a una sonda. Solo esta unidad cuenta con unos 30 veterinarios y una decena de enfermeras.

El doctor Daniel Leite da Silva dirige la roja de veterinarios de hospital del Ayuntamiento Paulistano. ¿Que por qué decide una ciudad dedicar dinero público a este fin? Pues, explica, porque crea un círculo virtuoso para los animaux y quienes conviven con ellos: emocional del tutor, que logra cuidar del bienestar de su mascota”.

La enfermera veterinaria Bibi Perigosa está esperando un paciente, el pasado miércoles, en un hospital municipal para perros y gatos en São Paulo.
La enfermera veterinaria Bibi Perigosa está esperando un paciente, el pasado miércoles, en un hospital municipal para perros y gatos en São Paulo.Lela Beltrao

Junto a un equipo de 145 veterinarios y un centenar de auxiliares, el nuevo pasado esperaba 130.000 servicios entre los cuatro hospitales. El presupuesto para este año ronda los 27 millones de reales (4,8 millones de euros, 5,3 millones de dólares).

La experiencia de São Paulo, que abrió su primer hospital veterinario municipal en 2012, se consolida e inspira en Ciudades como Brasilia, Salvador de Bahía o Guarulhos. Centros similares existentes en México y Argentina; y El Salvador acaba de inaugurar uno. A los usuarios brasileños les sorprende saber que no los hay en la rica Europa. Como explicó Micaela de la Maza, creadora de srperro.com, una web sobria el universo canino, “en Europa no existente, a finales de 2022 se anunció el primer hospital público de Roma. Ese anuncio hizo mucho ruido mediático y el tema incluso ha entrado en la campaña electoral española”.

Mientras que en Brasil como una buena parte del mundo más rico, las mascotas están dejando de ser consideradas como una propiedad para convertirlas en miembros de la familia. Es la humanización de perros y gatos. El doctor Da Silva llama la atención sobre cómo ese cambio se refleja incluso en la terminología: «Cuando ingresó a la facultad, en 2003, los llamábamos dueños o propietarios, luego tutores o responsables y ahora algunos se denominan madres y padres bichológicos [en un juego de palabras con bicho, animal en portugués]”. Él, como todos los veterinarios y fermeras consultados en el centro, guest with mascots. En su caso, dos gatos y un perro milles leches. Los programas de adopción y de castración quirúrgica son otras de las patas de su trabajo. “Aquí no hay eutanasia indiscriminada”, apunta.

Dos cirujanos veterinarios intervienen un animal en uno de los tres quirófanos del Hospital Veterinario Municipal Norte de São Paulo, el miércoles pasado.
Dos cirujanos veterinarios intervienen un animal en uno de los tres quirófanos del Hospital Veterinario Municipal Norte de São Paulo, el miércoles pasado.Lela Beltrao

La atención veterinaria gratuita también puede entenderse como un mitigador de la desigualdad en Brasil, un país que se enorgullece de haber creado el mayor sistema de salud pública para los seres humanos del planeta (ni EEUU, ni China ni India tienen nada parecido), pero donde la brecha entre ricos y pobres es aún abismal. Y, cómo no, tiene su reflejo en el universo canino.

Porque São Paulo es una ciudad con décadas de miles de personas viviendo en las calles mientras los ejecutivos más poderosos evitan los atascos moviéndose en aerotaxi. El hueso pecado tecnológico from the megalopolis pueden llevar a sus perros al veterinario gratuito a través de los servicios sociales mientras los más pudientes, cuando salen de viaje, dejan a sus perros en hoteles de cinco estrellas, con piscina y sauna. La ciudad está punteada por tiendas gigantescas abiertas las 24 horas que venden todo lo imaginable para alimentar, cuidar y malcriar al animal; the guarderias of day tienen cámaras para vigilar a la mascota desde el trabajo o el gimnasio; y pasearla en un carrito de bebé o dejarla en manos de un paseaperros es algo cotidiano en los barrios privilegiados.

En la sala de espera del hospital no se oye un ladrido, si acaso, algún gemido. Estos profesionales llegan a operar fracturas de columna, pero en general atienden servicios de baja complejidad y medios. Tampoco tiene la última palabra en tecnología. Como dijo el jefe veterinario Da Silva, que compara sus recursos con lo que vio en su visitó al hospital veterinario de la Universidad de Florida, «allí la atención es para quien la puede pagar, aquí buscamos llegar a un público lo más amplio posible» . En a pispás hace la cuenta: «Con lo que cuesta una tomografía, nosotros hacemos cinco rayos X».

La gata 'Mica', que dura 45 días, es alimentada por un casillero en la unidad de cuidados intensivos de un hospital veterinario público de São Paulo, el miércoles pasado.
La gata ‘Mica’, que dura 45 días, es alimentada por un casillero en la unidad de cuidados intensivos de un hospital veterinario público de São Paulo, el miércoles pasado. Lela Beltrao

teo, el gato de Maria Zuleni dos Santos, dependienta en una panadería, tiene 11 años y un cáncer de intestino. Formal, espero a la oncóloga en su transporte.

Sión Aguarda al medico generalista. «Príncipe, dile algo a mamá», el ánima Adriana Costa sabía caniche, que antes del puente del Primero de Mayo dejó de comer y casi de beber. Costa y su pareja vienen porque a par de días de hospitalización en una clínica les ha hecho un agujero de 90 euros y cada consultado son 36, un ritmo imposible con su salario de limpiadora en ambulatorio. Mientras charla, sigue atenta a los avisos. En cuanto oiga que la llama alto y claro va a encerrar»Sión por Adriana, puede pasar, Sión de Adriana…”, lo llevará en brazos a la consulta.

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