Preocupación por el estado de salud de Benedicto XVI, de 95 años, no se ha disipado, pero su situación tampoco ha empeorado. El Papa emérito está grave pero firme. Así lo ha comunicado este viernes el Vaticano, con un nueva parte medica sobrio Las condiciones de Benedictoel tercero desde que Francisco pidió el pasado miércoles rezar por él por estar «muy enfermo».

“El Papa emérito anoche pudo descansar bien”, ha dicho el portavoz vaticano, Matteo Bruni. “También ayer (por el jueves) por la tarde participó en la celebración de la Santa Misa en su casa. Ahora su estado de salud es estacionaria», ha añadido Bruni.

El compromiso de esta manera que Benedicto non ha sido trasladado en el hospital de las naciones unidascomo había sido anunciado la prensa alemana, y también que el Papa emérito permanentemente en su dormitorio en el monasterio Mater Ecclesiae, dentro del Vaticano. Extremo que sugiere que en estos momentos no se puede mover de allí.

Optimismo

Aun asi, a diferencia de los dias anteriores, la informacion tambien ha despertado cierto optimismo sobre el estado de salud de Benedicto XVI. La razón es, según algunas versiones, que el Papa hubiera superado una crisis que tuvo después de Navidad y que hizo temer por el peor desenlace en tiempos muy breves.

Con ello, los vaticanistas, los expertos en información sobria El Vaticano, muy atareados en los últimos días, han dado un suspiro de alivio ante una situación que, sin embargo, aún es de final incierto. El motivo es también el gran hermetismo en torno a la salud del líder católico que mantiene la Santa Sede, que alguna vez se ha comunicado acerca de los síntomas que en estos momentos aquejan al Papa.

Eso sí, el empeoramiento de la salud de Benedicto XVI ha puesto en marcha una serie de ceremonias de la Iglesia en honor al Papa enfermo. Entre estos actos, destaco una gran misa que se celebró el viernes en la basílica de San Juan de Letránen Roma, oficiada por el cardenal vicario Angelo De Donatis.

misa solemne

Benedicto miente»en un momento particular de su vida«, subrayó De Donatis, Durante su homilía. «Nosotros estamos aquí para acompañarle con nuestros rezos, y sosteniendolo con nuestro cariño”, agregó el cardenal italiano.

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fr una roma poca atenta por las vicisitudes papales en estos días de fiesta, la ceremonia contó con la participación de varios sacerdotes y monjas de la diócesis de Roma, así como algunos curiosos y turistas de distintas partes en el mundo. Algunos de ellos, sin embargo, parecían perturbar por completo la última hora en la capital italiana.

Como Greg y sus cuatro amigos, viajeros de Texas (Estados Unidos) que, preguntados por el motivo de su presencia allí, respondieron, incómodos, que no sabían de la enfermedad de Benedicto XVI y el por que de la ceremonia. “Hemos venido cerdo casas de vacaciones y queríamos ver esta basílica que no conocemos», ha explicado Greg, desde la cola para pasar cheques de seguridad de acceso a la iglesia.