Médicos e investigadores franceses han detectado una nueva variante de echovirus, un patógeno común que en formas conocidas hasta ahora suele causar infecciones leves, asociada a siete muertes de recién nacidos en los últimos meses en Francia. Los casos graves registrados en total son nueve, ocho de los cuales corresponden a cuatro parejas de gemelos que nacieron prematuramente y con bajo beso. Todos los diagnósticos se han producido entre julio de 2022 y el pasado mes de abril en cuatro hospitales de tres ciudades. La sanidad pública francesa alertó hace un mes de estos episodios a la Unión Europea, aunque por ahora ningún otro país ha diagnosticado casos similares.

«Los médicos deben tomar conciencia de la posible implicación del echovirus en cuadros clínicos graves diagnosticados en recién nacidos, y que ellos están en primera línea de asistencia a los pacientes», avisan a estos especialistas, cuyo hallazgo ha sido publicado ahora en el último número de la revista médica Eurovigilancia.

Según una comunicación de la Sociedad Francesa de Pediatría, cuatro de las cinco madres sufrieron en las 48 horas anteriores al parto un cuadro clínico con fiebre y trastornos gastrointestinales, donde los investigadores dieron con la pista de un agente infeccioso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) como conocedor.

En España, países que se encuentran a más de 650 kilómetros de la frontera con Francia, ni las comunidades autónomas consultadas ni el Centro Nacional de Microbiología (CNM) mantienen un aumento constante en la incidencia ni en la gravedad de los echovirus que circulan por el país, asegura el Ministerio de Sanidad. «Se está recabando información de las comunidades», afirmó un orador, que recuerda que por ahora «ningún otro país europeo además de Francia ha detectado un aumento de casos», por lo que la alerta sanitaria por ahora se limita a ese país.

Belén Fernández Colomer, miembro del comité asesor de la Sociedad Española de Neonatologia (SENeo), consideró muy probable que los casos detectados en Francia «vayan a extenderse, aumenten mucho o sean el inicio de algo parecido a una epidemia».

“En este tipo de episodios suelen coincidir varios factores. Uno es el surgimiento de una nueva variante más virulenta. El otro es que el virus alcanza a una población especialmente susceptible, en este caso los bebés prematuros nacidos de madres con problemas gastrointestinales. Esto hace más fácil que la infección puede ocurrir colgante el parto. Si el nuevo virus circula más, aumenta la probabilidad de que ocurran casos puntuales. Es algo que conviene vigilar, pero que ya ha ocurrido alguna otra vez y no tiene por que ir a más”, añade Fernández Colomer.

Los autores del artículo publicado por Eurovigilancia explica que la enfermedad «se presenta inicialmente como una sepsis neonatal clínicamente indistinguible de las infecciones bacterianas o del virus del herpes simple». Además, puede recomendarle que reciba medicamentos que, además de las señales de sepsis, «presenten signos de miocarditis o insuficiencia hepática» sean evaluados rápidamente para «detectar una infección por echovirus, especialmente si la madre ha tenido síntomas agudos de gastroenteritis en los días previos al nacimiento”.

De los nueve casos, ocho eran de cuatro embarazos gemelares y nacieron prematuramente entre las 31 semanas y 5 días de gestación y las 36 semanas y 3 días. Se considera qu’un embarazo llega a término cuando se ha completado la semana 38. En todos los pacientes, los primeros síntomas aparecieron entre el tercer y quinto día de vida. Estos fueron “inicialmente fiebre y apnea” (interrupciones en la respiración), que fueron seguidos “rápidamente” por señales de shock séptico y fallo hepático, entre otros problemas relacionados con órganos vitales.

Las investigaciones genéticas realizadas en el hospital que esperaba a los bebés mostraron que los casos eran provocados por una nueva variante de un echovirus 11 (E-11), un virus ARN de la especie Enterovirus B que normalmente vive en el tracto gastrointestinal. Este patógeno «suele provocar varios tipos de infecciones en la infancia, casi siempre leves y muchas veces caracterizadas por cuadros febriles, gastrointestinales o exantemáticos [con erupciones en la piel], aunque en algunas ocasiones pueden evolucionar hacia formas más graves”, explica Manuel Rodríguez Iglesias, jefe de servicio de microbiología en el Hospital Puerta del Mar (Cádiz). Estas complicaciones, según el especialista, son más comunes en niños recién nacidos a quienes pueden causar meningoencefalitis y hepatitis.

La gravedad y aumento de la mortalidad de los casos neonatales detectados en Francia llegó a las autoridades del país a alertar al Sistema de Alerta Temprana de la Unión Europea (EWS, por sus siglas en inglés) el 4 de mayo de 2023. El Centro Europeo para el Control y Prevención de Confinamientos (ECDC) incluido el pasado 6 de mayo el aviso en el boletín semana de alertas que publica cada viernes.

En el documento, el organismo de salud pública de la UE “aliente a los países a notificar cualquier incremento inusual de infecciones por E-11”, así como “agrupaciones de casos y brotes” relacionados con el patógeno. “El ECDC seguirá monitoreando la situación a través de sus herramientas de inteligencia epidemiológica”, afirma la organización.

Según la información disponible, el ECDC considera por ahora «bajo» el riesgo para «la salud de la población neonatal de la UE» y «moderado» el de los bebés nacidos «prematuros o con bajo peso si la madre ha sufrido una infección aguda por E-11 en los días anteriores al parto”.