Hallan restos humanos en el tren de aterrizaje de un avión estadounidense que salía de Kabul

Uno de los invitados, José Ignacio Quirós y Quirós, dijo: “Abran nuestras puertas a la mujer panameña cuya colaboración resultará en grandes beneficios para el propósito que perseguimos … […]»

Lo que llamó el profesor Ricardo Arturo Ríos Torres, la epopeya de la soberanía, es la respuesta de la juventud panameña en los diferentes momentos de nuestra historia republicana, muchos de ellos al sacrificio individual o colectivo, a favor de la consolidación del proyecto de Panamá como una nación independiente.

De esa fuente de nuestra historia hay mucha savia para beber para enfrentar los desafíos de Panamá hoy.

Uno de los primeros hitos lo da el movimiento Acción Comunitaria, fundado el 19 de agosto de 1923. La nobleza de su creación proviene de quienes lo integraron, un grupo de jóvenes profesionales, de la clase media y asalariados, principalmente del interior del país, con una alta y particular preocupación y sentido de responsabilidad ciudadana por los problemas nacionales.

Los documentos históricos permiten conocer cuáles fueron las motivaciones que hicieron arder el patriotismo en esos jóvenes para, en secreto, formar un movimiento para influir decisivamente en la vida del país.

Hace 98 años, el 19 de agosto era domingo, a las nueve de la mañana se reunieron los chicos de Acción Comunal, con el interés de “impulsar una campaña por el progreso material y moral de la República de Panamá y al mismo tiempo logrando que se haga justicia a los panameños capacitados en las distintas actividades de la vida, a las que se ha dedicado ”.

Panamá, a 20 años de su separación de Colombia, vivía una fuerte presencia extranjera, en la que las principales oficinas estaban a cargo de norteamericanos, quienes, desde la construcción del Canal, habían tomado el control de nuestras principales responsabilidades públicas. Esa injerencia estaría ahí durante todo el siglo XX, la organización Acción Comunal decidió demostrarlo y enfrentarlo.

Los fundadores fueron, Ramón E. Mora -en cuyo despacho tuvo lugar el encuentro-, Manuel C. Gálvez Berrocal, Víctor Florencio Goytía, José M. Pinilla Urrutia, José Pezet, José Manuel Quirós y Quirós, Enrique Gerardo Abrahams y Rubén D. Conte, quien invitó a otros panameños.

Pronto, Acción Comunal se convirtió en una voz cívica y denunciadora de los intereses partidistas que gobernaban y la injerencia extranjera en nuestro país, siempre inspirada por un sentimiento de patriotismo que en más de una ocasión significó represión.

Estos ideales los llevaron a crecer en número y a publicar sus ideas de manera sostenida en el diario Acción Comunal, cuyas copias recogen los valores y principios por los que lucharon y que los llevaron a su clímax con la Revolución del 2 de enero. 1931.

Algunos de estos ejemplares se pueden apreciar en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional «Ernesto J. Castillero R.», y en ellos se observan sus principios de honestidad, sus convicciones democráticas, concepciones sobre la economía del país, su defensa de la nación. , de su lengua, de su moneda, de sus símbolos y de su lucha por la soberanía.

Uno de sus lemas más altos fue «educa a tu hijo para que ame a la patria».

Algo no muy destacado a lo largo del tiempo y que marca a la visionaria del movimiento fue que en la misma reunión fundacional se planteó un tema que, para esos días de muy limitada participación de la mujer en la vida pública, resultó revolucionario.

Uno de los invitados, José Ignacio Quirós y Quirós, dijo: “Abran nuestras puertas a la mujer panameña cuya colaboración redundará en grandes beneficios para el propósito que perseguimos… en estos tiempos en que el feminismo avanza con paso firme en todas las naciones civilizadas, Creo que debemos seguir el ejemplo de otras corporaciones extranjeras y hacer todo lo posible para que el elemento femenino preparado y capaz de luchar por el bien de la Patria, colabore con nosotras, asegurando que este paso será beneficioso para todos ”. La moción pasó, era 1923.

A las puertas del Bicentenario de la independencia de España, merece la pena reverdecer nuestro conocimiento sobre la existencia pasada de hombres, mujeres, hechos y luchas valientes, que forman parte de la historia de un país que se ha ganado el derecho a ser gratis y que, entre todos, debemos seguir construyendo para mejores días.

Abogado, presidente del Grupo Editorial El Siglo – La Estrella de Panamá, GESE.